El Fondo Monetario Internacional modificó la meta de acumulación de reservas que deberá cumplir la Argentina tanto para este año como en 2024. Como consecuencia de la sequía, que impactará en una posible merma de 13.000 millones de dólares por una menor cantidad de exportaciones, el organismo multilateral aceptó el planteo del Gobierno y, según evalúan desde el BCRA, concedió que la acumulación de divisas para este año sea de 2600 millones de dólares y no los 4800 millones fijados originalmente. En cambio, el próximo año deberán acumularse 7000 millones de dólares.
Con esta modificación, más la aprobación de la cuarta revisión técnica, el directorio del organismo desembolsó los 5300 millones de dólares, de los cuales el Gobierno devolvió en concepto de pago 2900 millones.
Luego de la reunión que Massa mantuvo con la número dos del FMI, Gita Gopinath, desde el Gobierno informaron que el organismo convalidaba el escenario de caída de divisas como consecuencia de la sequía. El número en común fue de 13.000 millones de dólares menos de exportaciones, guarismo también ratificado en un documento del departamento de agricultura del gobierno norteamericano publicado por El Destape.
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Este análisis fue el que se tuvo en cuenta para una nueva modificación en la meta de acumulación de reservas para este año. Según informaron a El Destape desde el BCRA, este año la meta quedó en los 2600 millones de compras netas. En el cronograma original, se establecía un objetivo de acumulación de 4800 millones. Ante el escenario de sequía, era previsible la modificación en la meta de acumulación de reservas, aunque faltaba saber el número final.
"La decisión del Directorio hace posible un desembolso inmediato US$ 5.400 millones (DEG 4.000 millones), lo que sitúa el total de desembolsos en el marco del acuerdo en alrededor de US$ 28.900 millones", detalló el FMI en un comunicado.
Según lo informado por el staff técnico del organismo el pasado 13 de marzo, la meta fiscal del 1,9 por ciento de déficit se mantendría invariable. Esta situación también reviste de complejidad para el Gobierno, ya que al caer las exportaciones por la sequía habrá una menor recaudación por retenciones, calculadas en un poco más de 5000 millones de dólares. El FMI también puso la lupa en la reciente moratoria jubilatoria.
“Se tomarán medidas tempranas y decididas para abordar de manera sostenible los costos fiscales de la aprobación imprevista de la moratoria de pensiones para asegurar los objetivos fiscales para este año y los próximos”, había especificado el staff técnico el pasado 13 de marzo.
Las discusiones sobre la meta de reservas y la fiscal continuarán de cara a la revisión del segundo trimestre de este año y los sucesivos. En 2024, la acumulación deberá ser de 7000 millones de dólares. Es decir, se patea lo modificado para este 2023 al siguiente ejercicio, presumiblemente para no tener que modificar todo el acuerdo (al menos por ahora), tal como reclaman diferentes sectores que integran el Frente de Todos.
Trimestre rojo
Durante este mes, la demanda de divisas se incrementó debido a extras como el pago de bonos de Santa Fe (130 millones) y Mendoza (57 millones), e importación de barcos de gas por 262 millones.
A su vez, las liquidaciones del sector agropecuario registraron un descenso del 64 por ciento, a pesar de que los sojeros aun guardan más de 5 millones de toneladas en silo bolsas. El sector espera la implementación de un nuevo tipo de cambio diferencial para empezar a mover sus granos.
Entre enero y marzo, el BCRA vendió aproximadamente 3000 millones de dólares, un saldo negativo que superó al del mismo lapso de 2018 cuando se vendieron 2040 millones.
Las reservas internacionales cerraron el mes, luego del desembolso y pago al FMI, en los 39.055 millones de dólares, 2500 millones más que el último jueves.
MÁS INFO
Dólar soja
El equipo técnico de la cartera de Agricultura sigue sosteniendo que un tipo de cambio diferencial para las economías regionales no resolverá ni amortiguará la falta de divisas por la sequía ya que no poseen la misma capacidad que el complejo sojero, que aún mantiene en silo bolsas entre 5 y 6 millones de toneladas. Es decir, un equivalente sin vender ni liquidar valuado en 4000 millones de dólares.
De todas maneras, el Gobierno avanzará con un esquema de tipos de cambio para las economías regionales y la soja. La primera parte del nuevo dólar podría apuntar a que los sojeros se desprendan del remanente de la cosecha 2022 y luego continuar con el diferencial para captar parte de la nueva cosecha, que empezará a levantarse en los próximos meses. Al cierre de la semana, todavía no había ocurrido ningún avance técnico – según lo informado desde la cámara que nuclea a las cerealeras - ya que el equipo económico demoró su regreso a Buenos Aires.