Dos de los mayores acreedores externos que tiene la Argentina anticiparon su respaldo a la nueva oferta de canje de deuda que presentó el Gobierno argentino. Se trata de los gigantes financieros Gramercy Funds Management y Fintech Advisory, que junto con BlackRock, detentan posiciones importantes de bonos argentinos emitidos durante el macrismo. Se trata de un espaldarazo clave, si se toma en cuenta que un 60 por ciento de los bonistas que podría ingresar al canje son no "agremiados" y, generalmente, suelen seguir a estas mega adminitradoras. La pelea se mantendrá con BlackRock, el fondo de Wall Street que batalla un duelo más político que técnico. Analistas respaldan la propuesta argentina que, este fin de semana se anticipó será la "última".
El Ministerio de Economía envió este lunes ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos el registro con la mejora en las condiciones respecto de la oferta realizada en abril. La enmienda recoge el producto de más de dos meses de negociaciones, con rupturas, estancamientos y mucho lobby mediático. "En simultáneo, mantuvo una comunicación sustancial y abierta con el FMI, quien coincidió con las autoridades económicas de nuestro país en considerar insostenible la situación de la deuda argentina y en la necesidad de alcanzar una reducción significativa en las cargas financieras para que el país recupere su capacidad de pago, detalló el Palacio de Hacienda.
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La oferta mejora en diez centavos por cada dólar de valor presente de la deuda la propuesta original. El menú, dependiendo de que bonos se troquen, tiene una valuación de mercado en torno a los 54 centavos por dólar. También se les reconoce los intereses por los meses que se extienda la negociación.
En un comunicado conjunto, los fondos Gramercy y Fintech dieron "la bienvenida al anuncio del gobierno de mejorar los téminos y condiciones de su ofera respecto de abril". "Esperamos apoyar a la oferta de Argentina, ya que proporciona la sostenibilidad de la deuda que es crucial para un crecimiento económico duradero, alto e inclusivo", agrega el documento con una clara señal política, al utilizar los términos del gobierno argentino. Algo que también hizo el Fondo Monetario y que generó el enojo de los acreedores más beligerantes, como Blackrock.
El apoyo se descontaba antes de anunciar el envío de la nueva oferta. El presidente Alberto Fernández reconoció que las converaciones estaban avanzadas en una entrevista radial el domingo. "La propuesta que hicimos es de un enorme esfuerzo, pero es el máximo esfuerzo que podermos hacer. Por eso espero que los acreedores entiendan y que la sociedad argentina comprenda también que pedirnos más esfuerzos implica comenzar a fallar cuando todo se está haciendo pomada. Espero que las conversaciones, que están bien encaminadas, terminen bien", anticipaba Fernández.
Antonio Sesin, de DSFA, explicó a El Destape que con esta modificación confía en que se llegue a un acuerdo con la mayoría de los acreedores. “Son buenos números, justos para todos. Para mí con esto se cierra”, opinó el operador bursátil. Según sus cálculos, el valor presente neto de la oferta da un promedio de entre 54 y 55 con reconocimiento de cupones devengados.