El desempleo en la Ciudad de Buenos Aires alcanzó en el segundo trimestre de 2023 al 6,8 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que representa un incremento de 4 décimas respecto del período previo, de acuerdo con lo informado por la Dirección General de Estadística y Censos porteña (Dgeyc). El informe del organismo estadístico muestra una reducción de la brecha de género, aunque muestra la persistencia de las diferencias por zona geográfica, con mejores resultados en los barrios de la zona Norte que en los del Sur del distrito. En el orden nacional, los datos de empleo, actividad, desempleo y subempleo del segundo trimestre serán dados a conocer el 20 de septiembre próximo.
La desocupación en la Ciudad comprende a unas 118.000 personas y, si bien tanto en cantidades como en porcentaje muestra una desmejora respecto del primer trimestre (109.000 personas y 6,4 por ciento), en las comparaciones interanuales queda en evidencia una recuperación, si se tiene en cuenta que en abril-junio de 2022 había sido del 8,1% y abarcado a 137.000 individuos.
Por su parte, la subocupación fue del 9,4 por ciento y abarcó a 164.500 personas, con un aumento de 0,9 punto porcentual y 20.500 individuos respecto del segundo trimestre de 2022. La PEA de la ciudad representa el 65% de la población de 10 años y más, y está integrada por unas 1.743.000 personas, en tanto el 35 por ciento restante corresponde a la población inactiva (938.000 personas).
Si bien el aumento relativo interanual de la PEA fue del 2,7 por ciento, hubo un incremento del 8,4 por ciento entre las mujeres que contrastó con la caída del 2,5 por ciento entre los varones. La tasa de actividad bruta (calculada sobre la población total) alcanza el 56,6 por ciento, en tanto la de empleo alcanzó los mejores valores de la serie histórica con el 52,7 por ciento en la medición bruta y del 60,6 por ciento en la específica (sobre la población mayor de 10 años).
En la mirada territorial, la tasa de desocupación tiene una disminución en las tres zonas de la Ciudad respecto de 2019 (especialmente en la zona Sur, donde el guarismo pasa de casi 15 por ciento en 2019 a poco más de 9 por ciento), aunque "los rasgos estructurales se mantienen en el tiempo, siendo la zona Sur la de valores más desfavorables", destacó la Dgeyc. Los jefes y jefas de hogar presentan guarismos superiores en las tasas de actividad (75,1 por ciento) y de empleo (71,8 por ciento), mientras la desocupación para ese segmento se coloca en 4,4 por ciento.
Entre los jefes varones, la tasa de participación en el mercado de trabajo como la tasa de empleo disminuyen (1,9 puntos porcentuales y 2,9 puntos respectivamente) al contrario de lo que ocurre con las jefas mujeres, con alzas de 5,8 puntos en la tasa de actividad y de 5,3 puntos en la de empleo. En cuanto al desempleo por región, solamente en los barrios de la zona Sur el porcentaje es superior al promedio, con un 9,1 por ciento, en tanto en los de la zona Norte la tasa es del 5,8 por ciento y en los de la zona Centro del 6,2 por ciento.
La tasa de subocupación horaria, que expresa la porción de la población activa que trabaja menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y está dispuesta a trabajar más horas, es de 9,4 por ciento, lo que equivale a unas 164.500 personas. La tasa está en ascenso interanual y afecta mayormente a la población femenina. En cuanto a la porción de las personas subocupadas que buscan activamente una ocupación de más horas y por ende presionan en el mercado laboral, es de 41,8 por ciento, unas 69.000 personas.
Un año atrás la proporción alcanzaba el 48,5 por ciento. Antes de la pandemia, en el segundo trimestre de 2019, la subocupación horaria se colocaba en 11,5 por ciento, por encima del guarismo actual, en tanto que la porción de población subocupada demandante ascendía a más de la mitad de la población en esta condición (53,1 por ciento, o sea 106.000 personas). En el segundo trimestre de 2023, el 50,9 por ciento de la población desocupada y el 56,1% de la población subocupada están conformadas por mujeres. Un año antes, la participación femenina era menor en ambos casos (48,6 y 51,6 por ciento respectivamente).