En medio de la restricción autoinfligida de la emisión para financiar al Tesoro, el ministro de Economía, Luis Caputo, buscará los pesos el mercado local. Lo hará con una singularidad, revivirá las denominadas Letras de Capitalización (LECAP) que había utilizado el ex titular de Hacienda de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, y que ante la imposibilidad de hacer frente a sus vencimientos dispuso su default (o reperfilamiento hasta el próximo gobierno, como fue presentado en su momento).
La Secretaria de Finanzas llamó a licitación una combinación de instrumentos financieros entre los que se destaca el retorno de las LECAP con vencimiento a enero del 2025 y tasa fija a licitar, en una canasta compuesta también por BONCER CERO CUPÓN (Bono atado al coeficiente de inflación) y el BONTE (Bonos del Tesoro). Este nuevo testeo de mercado esta previsto para este jueves.
Lo llamativo es que las LECAP fueron el instrumento que terminó en el reperfilamiento de Lacunza el 28 de agosto de 2019 que le costó USD 1500 millones adicionales al Estado. Nicolas Dujovne era el ministro de Economía, y Luis Toto Caputo el presidente del Banco Central.
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En ese momento se decidió unilateralmente que los inversores institucionales cobrarían solo el 15% de sus tenencias de bonos cortos con ley local (Letes o Lecap) al vencimiento; otro 25% tres meses después; y el 60% restante seis meses luego de la fecha original. Además, se inició la reestructuración de los bonos en dólares bajo ley argentina y extranjera, finalizada en 2020. En concreto, se trató del primer default de la deuda en pesos de la historia argentina.
Según el ex ministro de Economía Martín Guzmán, al que le tocó bajo su gestión afrontar los vencimientos. Ese reperfilamiento que encaró el último ministro de Economía del gobierno de Cambiemos fue el evento que "destruyó" el mercado de deuda local en pesos.
Magacanje y default
El Gobierno hace uso de instrumentos que ya dieron cuenta de su fracasa. Tras el megacanje de 57 billones de pesos sobre los vencimientos que operaban este año y que agencias de riesgo como Standard and Poor's calificaron de "default negativo", Caputo redobla y va por un instrumento que varios dolores de cabeza le dio al país. El Ministerio de Economía convocó a una nueva licitación. En esta oportunidad, buscará testear el apetito del mercado por títulos a tasa fija con el regreso de una letra que no se coloca desde 2019: la LECAP.
La semana pasada, Luis Caputo y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, consiguieron una adhesión del 77% en el canje con el que buscaban despejar el grueso de los vencimientos que operaban este año. Así, pateó para 2025, 2026, 2027 y 2028 pagos por $42,6 billones. El grueso correspondió al sector público, mientras que los acreedores privados ingresaron el 17,5% de sus tenencias.
Fuentes privadas estiman los pagos a renovar en alrededor de 700.000 millones de pesos. Al no haber déficit fiscal a causa del ajuste, se prevé que cualquier excedente se utilice para recomprarle títulos del Tesoro al Banco Central, como hizo el equipo económico en las primeras colocaciones de la actual gestión. En esta oportunidad, la Secretaría de Finanzas pondrá sobre la mesa tres instrumentos. Habrá dos bonos atados a la inflación (CER) con cupón cero y vencimiento en 2025: el TX25, que expira en junio, y el TG25, que caduca en agosto y tiene la particularidad de que los bancos pueden utilizarlo para integrar encajes. Pero la principal novedad pasa por el regreso de las LECAP.
Con esta letra, Caputo y compañía sondearán al mercado respecto de la posibilidad de colocar instrumentos a tasa fija. Como la intención es no sumar nuevos vencimientos para lo que resta de 2024, esta nueva LECAP se ofrece con fecha de caducidad en enero del próximo año, un plazo breve como el utilizado por Lacunza y que cuyos compromisos no pudieron ser afrontados y se patearon a la próxima administración.
Las LECAP son letras capitalizables en pesos. Devengan un interés (la tasa se definirá según las ofertas que presenten los inversores en la propia licitación) que se capitaliza mensualmente hasta su vencimiento. Teniendo en cuenta el objetivo de allanar el sendero hacia el déficit financiero cero, a algunos operadores les llamó la atención de que se opte por un instrumento que devenga intereses y no por las LEDES, letras a tasa fija pero que se definen "a descuento".