Inversión privada en alerta roja: cayó dos dígitos en el primer semestre y no hay señales de recuperación

En la primera mitad del año la inversión privada se contrajo 28%, a la par que la capacidad instalada está en los peores niveles desde 2016. Con 14 meses consecutivos de números negativos, la industria aún no encuentra piso. Qué se espera para el resto del año.

29 de julio, 2024 | 00.05

En el primer semestre del año la inversión privada cayó 22%. Solo en junio la contracción escaló al 28% con respecto al nivel de hace un año atrás. Por rubro, construcción y equipos durables tuvieron las bajas más aceleradas. En tal coyuntura, la economía real continúa una espiral recesiva, al punto de que la caída de la inversión solo es superada por la registrada en el marco de la pandemia y la crisis del 2018-2019, mientras que la capacidad instalada productiva se ubica en los peores niveles desde 2016 ( solo detrás del 2020) con la mayor parte de los sectores con menos del 50% de sus recursos funcionando. 

Los datos se desprenden de diversos relevamientos privados y datos oficiales que marcan una agudización de las dificultades en el entramado industrial nacional, especialmente para las pequeñas y medianas empresas del país. Al respecto, un reciente informe de la consultora Orlando J Ferreres (OJF) analizó que al momento “la inversión no muestra señales de recuperación” y agregó que “un crecimiento sostenido de los niveles de inversión sólo será posible cuando el contexto muestre una recuperación consolidada de la actividad económica y de la demanda interna”. 

Sobre esto último, diferentes indicadores de la economía continúan reflejando caídas significativas, sin señales de reactivación. De acuerdo con dicha consultora, en junio el nivel general de actividad volvió a retroceder en la comparación interanual (3,0%) acumulando en seis meses del 2024 una contracción de 5,0%. Si bien se mantendría el impulso positivo del sector agrícola, con una expansión anual de 85,1%, en la otra punta, el comercio bajaría 8,6%, la industria 11,2% y la construcción 17,2%. En este escenario incierto la producción de autos cayó en junio (-40,2% i.a. siete bajas consecutivas), así como también lo hicieron los despachos de cemento (-32,8%, ocho mermas ininterrumpidas), el índice Construya/ventas construcción (-32,0%, octava caída seguida), las ventas de autos y motos (-25,5% y -3,7% respectivamente). Además se contrajo la demanda de energía de grandes usuarios (-13,3%) y cayó el patentamiento de maquinaria agrícola (-36,6%), dejando un panorama poco prometedor para la segunda mitad del año.

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En relación, las expectativas empresariales para los próximos meses relevadas por la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo mostraron un leve crecimiento de quienes esperan reducir sus dotaciones de personal y un estancamiento de quienes estiman que las aumentarán. Por su lado, las proyecciones de analistas del mercado plasmadas en el Relevamiento de Expectativas (REM) del BCRA, indicaron que en 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) real caerá 3,7% respecto del promedio de 2023, con marcada incidencia de la caída registrada en el primer semestre.

Inversión paralizada

En junio la inversión bruta interna registró una caída del 27,5% (medida en términos de volumen físico) con respecto a un año atrás y, en relación, acumuló en el primer semestre de 2024 una contracción del 22,2%, según el seguimiento que realiza la consultora Orlando J. Ferreres. En la medición en dólares, la inversión fue apenas de USD 6.330 millones mensuales. 

En detalle, en el caso de maquinaria y equipos evidenció en junio una contracción del 25,9% en la medición anual, acumulando para los primeros seis meses una merma de 18,2%. Puntualmente, los equipos importados registraron una caída de 40,7%, mientras que los de origen nacional cayeron 9,8%. Por su parte, en el caso de la construcción, la inversión se contrajo 28,8% en el sexto mes del año, acelerando su caída respecto a la de los últimos dos meses. En términos acumulados, el descenso semestral del sector se ubicó en 25,5%. 

Siguiendo la evolución mensual de este indicador, el informe del centro de estudios económicos analizó que “al promediar el año en curso, la inversión no muestra señales de recuperación, y aunque no perforó el piso al que se había llegado en marzo, el segundo trimestre del año refleja una contracción de 4,2% respecto del primer cuarto, en términos desestacionalizados”. En cuanto a las perspectivas para los próximos meses, indicaron que “podríamos ver alguna reacción de los niveles de inversión a partir de las últimas medidas del gobierno” en referencia a la flexibilización de las regulaciones cambiarias para compras al exterior, no obstante, agregaron que “un crecimiento sostenido de los niveles de inversión sólo será posible cuando el contexto muestre una recuperación consolidada de la actividad económica y de la demanda interna”. 

Por su parte, un documento reciente del centro OCIPEx puso el ojo en los efectos del programa económico implementado por la administración de Javier Milei evaluando que “se produjo un profundo deterioro de los principales indicadores de actividad económica de la economía real”. En ese sentido, analizando lo sucedió con la inversión privada se destacó que “ha acusado el impacto profundamente recesivo del programa económico”.

En concreto, la Formación Bruta de Capital Fijo cayó en el primer trimestre del 2024 un 23,4% respecto al mismo trimestre del anterior año. “Esta caída solo es superada por aquella generada por la pandemia en el segundo trimestre de 2020, y los números registrados en el marco del ajuste demandado por el FMI en el último trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019”, destacaron. Además, la caída de este indicador respecto al último trimestre de 2023 fue de un 12,6%.

Vale recordar que la inversión tiene un rol clave en el desempeño de la demanda agregada de la economía y, por ende, en el nivel de actividad, dando cuenta del contexto actual, así como de la capacidad de producción hacia adelante, más aún en un escenario de recesión como el que atraviesa el país. 

Crisis productiva

Los datos del índice de Producción Industrial (IPI) que publica e INDEC verificaron, para mayo de este año, una caída mensual en la serie desestacionalizada del 0,2% (tercera consecutiva), a la vez que, comparado con igual mes de un año atrás, la baja fue de 14,8% (cinco bajas de dos dígitos en los últimos seis meses), acumulando en el año un descenso del 15,2%.

Con datos más actualizados, el IPI que elabora la consultora Orlando J. Ferreres ya anticipó para junio un retroceso interanual de la producción industrial del 11,2%, acumulando para el primer semestre del año una caída de 9,7%. Por su parte, la medición desestacionalizada registra una caída mensual de 0,4%.

“En el sector manufacturero la contracción aún no encontró un piso, a pesar de que lleva ya 14 meses de consecutivos de números negativos”, indicó el informe. Entre los sectores, las caídas anuales más fuertes se dieron en maquinaria y equipo, minerales no metálicos, y metales básicos. Hacia adelante “esperamos un período de estancamiento cercano a los bajos niveles actuales, que daría luego lugar a una paulatina recuperación cuando la recomposición de los ingresos de las familias provoque una mejora en la demanda interna”, evaluaron los economistas. 

Por su lado, el último informe presentado por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA) indicó para el quinto mes del año que “el desempeño industrial se vio influido por el menor nivel de demanda y aumento de costos en algunos sectores”. Asimismo, “los datos adelantados de junio reflejan que la caída interanual persiste y en la serie mensual también podría observarse una nueva disminución”. En este marco, en abril, el empleo asalariado registrado en la industria aceleró su caída: se perdieron 5.074 puestos en el mes y ya se acumula una baja de 21.285 respecto de agosto de 2023.

En la misma sintonía, los datos estadísticos que elabora la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) alertan por la grave situación en dicha provincia, con un lugar central en la producción industrial del país. Según señalaron “el l nivel de actividad registró en mayo una disminución del 9,5% interanual, acumulando en cinco meses una caída de 13,2%”, como consecuencia el índice industrial “quedó por debajo del nivel alcanzado en 2021, 2022 y 2023, incluso es inferior al registro de 2018 y 2019”. En esa línea, el 87% de las ramas industriales analizadas enfrentó una caída interanual en su producción. 

En particular, destacaron la grave situación de la industria metalúrgica que enfrentó “una nueva caída del 22,2% interanual”. Desde fines de 2023 y hasta la actualidad la producción sectorial enfrenta bajas intensas en torno a un 30% interanual. Entre las razones mencionaron a “la menor demanda interna de bienes de consumo y de inversión, la caída de la actividad de construcción afectada por la paralización de la obra pública nacional, y los mayores costos de los insumos básicos, logísticos y de la energía”. 

En directa relación, las estadísticas relevadas por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) reflejaron para mayo una caída interanual del 17,6%  que en cinco meses acumuló una contracción del 8,9%.

La utilización de la capacidad instalada también registró una fuerte contracción estando 13 puntos por debajo de hace un año atrás y el nivel de empleo cayó 3,4%. Se destaca el desempeño desfavorable en provincias como la situación mencionada de Santa Fe, con fuertes disminuciones en el sector de bienes de capital y autopartes, similar situación a la de Córdoba. 

Crisis en la construcción

Los datos de mayo de 2024 muestran que, pese a que la construcción ha tenido una leve mejora en abril y mayo respecto a los primeros tres meses del año, la actividad se encuentra deprimida respecto al nivel que registraba el año pasado. El ISAC-INDEC reflejó así una baja del 32,6% respecto a mayo del 2023, y un saldo negativo acumulado de 32,2% en los primeros cinco meses del año. 

Al respecto, la construcción es uno de los sectores más golpeados por las políticas de la gestión nacional canalizadas sobre todo en la paralización de la obra pública. Según un informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) en junio se produjo una caída interanual del 10,2% en el número de empleadores en esta actividad. Esto es “el nivel más bajo desde el año 2006 para un mes de junio, con excepción de los datos del año de la pandemia del COVID-19 (2020)”. 

A su vez, el consumo de cemento continuó el mismo proceso contractivo que atraviesa la actividad, evidenciando un descenso interanual del 32,8%. Por su parte, el nivel de empleo en el sector se ubicó en los 346.668 puestos de trabajo registrados en mayo, dando lugar a nueve meses consecutivos de contracción en el empleo sectorial, con una reducción de casi 100.000 puestos registrados. “La cantidad de puestos de trabajo formales de fue la segunda más baja desde 2009 y se ubicó un 14,4% por debajo del promedio correspondiente a los meses de mayo del periodo 2009-2019”, alertó también este sector.