Ya venció el plazo estimado para que los bonistas respondan a la propuesta argentina para reestructurar su deuda emitida bajo legislación extranjera. El Gobierno pretende modificar una estructura de compromisos que ascienden a U$S 65.000 millones.
Según trascendió, es muy probable que las negociaciones con los bonistas más duros continúen por dos semanas más intentar llegar a un acuerdo. Argentina precisa un aval del 75% para activar la cláusula de acción colectiva, la cual haría vinculante la resolución para todos los acreedores, sin importar su posición.
“Argentina permanece abierta al diálogo. Hicimos una oferta sostenible de buena fe y apreciamos que parte de nuestros acreedores ya la hayan aceptado”, había señalado el ministro de Economía, Martín Guzmán, en diálogo con la agencia Reuters.
Agregó que evaluará la situación nuevamente una vez que expire el plazo y que continúa “trabajando para lograr el objetivo de restablecer la sostenibilidad de la deuda, volver a poner al país de pie y establecer una relación sostenible y duradera con los acreedores”.
Según contó el peridoista Roberto Navarro en El Destape Radio, el 70% de los tenedores de bonos locales ya habían aceptado la oferta. En ese sentido, afirmó que "se espera que alrededor del 40% del total hayan aceptado".
La quita de deuda en moneda y legislación extranjera a valor presente será del 56% si se llega a un acuerdo. Serán 10 los títulos que emitirá el país en el canje.
Guzmán tendrá dos semanas para negociar con los grandes acreedores, ya que el 22 vencen los 30 días de gracia para el pago de USD 503 millones de cupones de los bonos globales. Si para esa fecha no hay acuerdo, la Argentina deberá pagar o entrará en default.