La cantidad total de las escrituras de compraventa de inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires registró en mayo un crecimiento interanual del 36%, el mejor resultado en más de cinco años. El presidente Javier Milei afirmó en redes sociales que el dato positivo se debió a la promoción de créditos hipotecarios, pero el informe que él mismo compartió contradice este razonamiento.
Así lo informó este miércoles el Colegio de Escribanos porteño, que detalló que durante el mes pasado se firmaron 4.590 escrituras, mientras que el monto total de las transacciones realizadas ascendió un 400,3% interanual, con $ 346.713 millones. Durante el mismo mes, hubo 141 escrituras formalizadas con hipoteca, por lo cual se registró una suba en ese sentido del 5,2% respecto al mismo mes del año pasado. En los primeros cinco meses del año se acumularon 509 escrituras, con una baja del 1,2% interanual.
Sin embargo, el legislador de La Libertad Avanza Ramiro Marra sostuvo en la red social X que "es gracias a la vuelta del crédito hipotecario, algo impensable seis meses atrás" y Milei compartió ese posteo. Es decir, ambos mintieron acerca de los motivos de este crecimiento.
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En comparación con abril de 2024, los actos treparon un 26,2%, según la entidad profesional. En mayo, el monto medio de los actos fue de $ 75.536.614 millones (U$S 81.430 de acuerdo con el tipo de cambio oficial promedio): creció 268% en un año en pesos, y en moneda estadounidense bajó 4,4%.
En lo que ya transcurrió de 2024, la cantidad de escrituras fue subiendo de manera gradual y constante, desde las 1.882 firmadas en enero. En la última década, el mayo con menor cantidad de escrituras firmadas en la Ciudad fue el de 2020, con 681 (pandemia mediante); el que registró la mayor cantidad fue el de 2018, con 5.944, con la explosión de los créditos UVA.
Procrear paralizado y un UVA sin protección contra la inflación
A fines de mayo, el Banco Central decidió eliminar un beneficio clave de los nuevos créditos hipotecarios UVA, que permitía al usuario protegerse contra una suba desmedida de la inflación, en caso de que esta superase al aumento de los salarios.
La autoridad monetaria eliminó la normativa que establecía, en relación a los créditos CER (ajustados por UVA), que "al momento de la contratación del crédito, las entidades deberán ofrecer al cliente al menos una de las siguientes opciones:
- i) Extender el número de cuotas originalmente previstas cuando el importe de la cuota a pagar supere en 10 % el valor de la cuota que resultaría de haber aplicado a ese préstamo un ajuste de capital por el Coeficiente de Variación de Salarios ('CVS') desde su desembolso. En esa circunstancia, que deberá ser notificada al cliente –por medios electrónicos cuando sea posible– y ante su solicitud expresa de ejercer tal opción, la entidad financiera deberá extender en hasta 25 % el plazo originalmente previsto para el préstamo.
- ii) Que el importe de la cuota no supere en 10 % el valor de la cuota que resultaría de haber aplicado a ese préstamo un ajuste de capital por el 'CVS' desde su desembolso, sin que ello implique extender el número de cuotas originalmente previsto. Cuando se trate de financiaciones otorgadas en el marco del ProCreAr, el costo de esta opción podrá ser trasladado al cliente".
Es decir, el BCRA eliminó una normativa estricta, que obligaba concretamente a que, en caso de una caída fuerte del salario real, los bancos tuvieran que extender el plazo de cobro de cuotas o establecer un techo al valor del pago mensual. Y la reemplazó por una normativa laxa e inespecífica, que simplemente advierte que "se deberá tener especial atención" a la problemática de una suba desmedida del valor real de la cuota.
Mientras tanto, con la disolución del Ministerio de Hábitat, el plan Procrear, marca estatal de mayor empuje en la construcción y entrega de viviendas, permanece frenado hace siete meses a la espera de un "relevamiento" que no tiene plazos. Casi 17 mil viviendas se encuentran en ejecución para ser finalizadas y peligran 90 mil puestos de trabajo.