Este martes, el Gobierno extendió el esquema de cupos para la exportación de carne dos meses hasta noviembre y las principales corporaciones agropecuarias pusieron el grito (no el de Alcorta) en el cielo quejándose de supuestas pérdidas por las restricciones. Mientras la Sociedad Rural Argentina aduce quebrantos millonarios, las cifras oficiales y las propias de las cámaras del sector reflejan que las exportaciones de julio (mes en que impactaron de lleno las restricciones) fueron superiores al promedio histórico del sector y llegan a casi triplicar las del mismo mes en el último lustro.
Los frigoríficos son los que se quejan por la rentabilidad, pero mantienen una relación de cuatro a uno en sus márgenes brutos respecto de los otros eslabones de la cadena. Las "pérdidas" de los frigoríficos responde en buena medida a que se desactivaron maniobras especulativas en Liniers, que potenciaban los precios de la media res impactando en los cortes con destino al mercado interno.
"Las exportaciones de carne no están cerradas. Se está exportando carne muy por encima del promedio histórico", señalaron a El Destape desde el equipo económico. De acuerdo con datos El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en julio (último dato procesado), se exportaron 194 millones de dólares de carne bovina. El cupo se aplicó sobre la base del comportamiento récord de las exportaciones que tuvieron entre 2019-2020, con el objetivo de "reordenar el mercado".
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Como los límites no impactaban en toda la oferta de exportación --quedaron fuera los cortes como Cuota Hilton, de Estados Unidos o kosher a Israel, entre otros--, la caída respecto del año pasado fue de apenas 16 por ciento medida en dólares. En este caso, compensaron también los elevados precios de la hacienda en el mundo. Si se compara con los años previos, siempre medido en dólares, julio representó un nivel de exportación 11 por ciento superior a igual mes de 2018, 71 por ciento por encima de 2017, un 135 por ciento más que en 2016 y 172 por ciento arriba de 2015.
Precios y Ganancias
En ese mes la inercia en los precios de la carne, que acumulaba alzas de hasta más de 75 por ciento, se frenó y exhibió su primera baja. Una tibia caída de 1 por ciento que permitió quebrar la tendencia. "Uno va al supermercado y ve que la carne tuvo subas y luego tendió a estabilizarse. Nos había dicho que en cuanto se estabilizaran los precios se abrirían las exportaciones. Pero aquí estamos, con los hechos consumados y la palabra del Presidente no se cumplió. Más allá del dinero, es una pérdida para el país en general", sostuvo el titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino.
El representante reconoce que las medidas tuvieron un efecto positivo en los precios pero salió rápidamente al rechazo de extender el esquema de cupos con esa primera baja en el mostrador del 1 por ciento, pese a que no dejaron de ganar. Horas antes, la entidad agropecuaria había lanzado un documento en el que sostiene que los frigoríficos perdieron unos 411 millones de dólares por las restricciones, es decir, según sus cálculos, que se perdió dos veces el máximo histórico de ventas al exterior, argumentando que es por "el efecto multiplicador de la actividad primaria".
Desde el equipo económico sostienen que la prórroga de la medida busca "frenar el aumento y estabilizar el precio de la carne vacuna, reestructurar el funcionamiento de la cadena cárnica, y reducir el grado de informalidad y organizar una cadena productiva que genere bienestar y progreso para todo el país. Somos uno de los pocos países del mundo en comercializar de a media res".
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Los márgenes se mantienen, en tanto, en niveles elevados. De acuerdo con datos hasta abril de la Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal, el margen bruto para la cría es equivalente a unos 3000 dólares por mes para un establecimiento de 131 cabezas por año. En la invernada el margen es de 350 dólares mensuales para producción de 1373 cabezas anuales. En ambos casos, la rotación (veces que puede vender su producción) es de una sola por año, que es el tiempo de cría y engorde de los animales. El matarife, con un volumen promedio de 5000 cabezas por mes, es de 29.000 dólares mensuales, un 324 por ciento más que la ganancia bruta de un establecimiento de cría y de invernada sumadas.
En el país hay 265.326 unidades productivas de cría e invernada, el 46 por ciento de cría pura y 2147 feedlot. Estos sistemas ganadores tienen una rentabilidad de entre 3,5 y 4,5 por ciento en La Pampa-San Luis. En dólares por hectárea la cría en la Cuenca del Salado se mantiene en sus niveles históricos, entre 150 y 200 dólares por hectárea, y se acerca a los márgenes de fines de 2015. El margen de los feedlot recuperó en los últimos meses, pero viene en franca retirada como tendencia desde 2014.
La relación compra-venta de carne en febrero para la producción fue la más alta de los últimos años. Los márgenes brutos de invernada están mejor que en el segundo semestre del año pasado, pero "los que suplementan con maíz soportan costos muy elevados con este insumo críticos", señala el informe la subsecretaría de Ganadería. Las unidades de cría presentan resultados iguales o superiores a los brutos de invernada, algo que tampoco es habitual.
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