Tras la histórica sequía que enfrentó la Argentina en 2023, este año se presenta como uno en que podría registrarse un récord absoluto en producción de maíz y trigo. El problema principal son las relaciones (o no relaciones) diplomáticas que el Gobierno libertario de Javier Milei no está sabiendo construir. En campaña aseguró que el presidente de China, el principal mercado de granos del país, Xi Jinping, era un dictador y no haría negocios con gobiernos autoritarios. Ya ungido en Presidente, Milei buscó erráticamente reconstruir ese lazo, pero -por ahora- sin efecto.
Si faltara algo, múltiples versiones periodísticas informaron que la canciller Diana Mondino, recibió a la representante taiwanesa, Miao-hung Hsie, un hecho inédito en la historia de la diplomacia argentina en clara provocación que puede terminar de afectar sensiblemente el acceso a financiamiento y la postura que Argentina sostiene como es el principio de integridad territorial con el que el país defiende la soberanía de las Islas Malvinas y el principio de una sola China.
El viernes, la ministra se reunió con el embajador chino, Wang Wei, y esta vez sí publicó foto y un comunicado, en un intento por enmendar el vínculo. Aún no está claro si si este gesto alcanzará para aplacar el enojo de Beijing.
Pero centrémonos en lo económico. Luego de que el gobierno chino negara el último desembolso aprobado del swap con Argentina (por el equivalente a 6500 millones de dólares), ya pactado con la administración anterior, ahora se conoció una ampliación en las compras de granos al principal competidor comercial argentino: Brasil. Las relaciones diplomáticas que van y vienen entre Argentina y China están repercutiendo no solamente en el intercambio comercial.
El gigante asiático se volcó ahora por Brasil, no solo por encima de Argentina, sino también de Estados Unidos, para la importación de soja y maíz. Las importaciones chinas de soja desde Brasil crecieron sustancialmente en noviembre durante un período tradicionalmente dominado por los suministros estadounidenses recién cosechados, según la Administración General de Aduanas de China. Los datos de aduanas mostraron que Brasil envió 5,2 millones de toneladas de soja a China en noviembre, un aumento interanual del 108 por ciento.
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Los precios atractivos para la cosecha récord de la nación sudamericana atrajeron a compradores chinos durante el mes, mientras que la sequía en el río Mississippi y en el Canal de Panamá desaceleró las compras estadounidenses.
En una economía como la argentina que lo único que tiene para prometer es basar el crecimiento en las exportaciones, principalmente de productos primarios, esto complica la eventual recuperación --que no será este año ni el siguiente-- de las cuentas públicas, dado que la expectativa es que la mejora económica provenga de mayores ventas de esos dos granos.
De acuerdo con el relevamiento que realiza la Bolsa rosarina, esta cosecha 2023/2024 se ubicaría en 59 millones de toneladas de maíz, lo que se convertiría en un récord para Argentina. La estimación de producción suma 3 millones de toneladas más a lo proyectado en diciembre. Argentina produciría un 64 por ciento más de maíz que el año pasado.
Si encima retienen
A pesar de haber prometido al ministro de Economía, Luis Caputo, que adelantarían 5.000 millones de dólares de parte de la prefinanciación de la cosecha, las cerealeras aportaron en diciembre 1245 millones de dólares. "Si bien el ingreso de divisas de diciembre fue superior a noviembre, estuvo impactado negativamente por el bajo remanente de granos de la cosecha gruesa, una producción de trigo afectada por el clima y cambios en el régimen de comercio exterior que estableció el BCRA", señaló la cámara Ciara-CEC.
Según argumentaron, no permitieron la fluidez necesaria particularmente en las cobranzas de productos procesados de la soja que contienen soja importada bajo el régimen de admisión temporaria, que se vio severamente afectado por las nuevas normas de la autoridad monetaria". Para el Fisco, representó un ingreso por derechos de exportación de 412.893 millones de pesos, con una variación interanual de 88,7 por ciento.
Por esto todos los cañones estaban puestos en China, pero no parece que será el objetivo de los granos argentinos. Las importaciones totales de soja de China en noviembre fueron de 7,92 millones de toneladas, pero la participación de Estados Unidos bajó un 30 por ciento a 2,3 millones de toneladas desde los 3,29 millones de toneladas del año anterior. Durante los primeros 11 meses de 2023, los envíos totales de soja de Brasil a China fueron de 64,97 millones de toneladas, un 25 por ciento más que el año anterior. Las importaciones totales de Estados Unidos en lo que va del año han bajado un 8 por ciento a 20,36 millones de toneladas.
Brasil también dominó las importaciones de maíz de China con 3,22 millones de toneladas en noviembre. China registró importaciones récord de maíz de 3,59 millones de toneladas en noviembre, lo que se sumó a una cosecha interna récord y presionó aún más los precios en el segundo mayor productor del mundo.
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También es relevante considerar lo que sucede con las harinas, dado que el destino final de la soja es su molienda, principalmente para alimentación animal. “En los últimos años se ha verificado una diversificación en China, donde el crecimiento en la demanda de harina de colza, maní y girasol ha sido más acelerado que el de la soja”, explicó Bruno Ferrari, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Ferrari indicó que, si bien es cierto que hay una ralentización en el crecimiento de la demanda de harinas en China en general, la de soja se ha ralentizado mucho más, mientras que otras comienzan a crecer un poco más rápido o mantienen su dinamismo. “Eso le quita un poco de espacio a la soja”, añadió.
La vocera Mao Ning desde Beijing aseguró que "ningún país puede desarrollarse económicamente e intensificar su cooperación comercial sin relaciones políticas/diplomáticas". "China valora sus relaciones con la Argentina desde un punto de vista estratégico y de largo plazo, y se encuentra ampliamente dispuesta a profundizar la amistad entre los dos países, así como contribuir al desarrollo del otro y a la prosperidad común", agregó.
China ya esperó pacientemente cuatro años a que se fuera Macri y terminaran las tensiones diplomáticas para continuar con los proyectos parados. Los tiempos del gigante asiático son claramente otros, los argentinos son de mayor premura para este tipo de juegos.