El Banco Central Europeo (BCE) dispuso hoy un nuevo incremento en sus tasas de interés de 50 puntos porcentuales con el objetivo de frenar la inflación en la zona del Euro y pese a la expectativa en el mercado de un aumento de menor rango tras las recientes tensiones en el sistema financiero en bancos como el Credit Suisse.
Con esta suba, las tasas suman seis incrementos que acumularon 350 puntos desde julio pasado.
El endurecimiento del Banco implicó el fin de una era de dinero fácil en el continente, donde las tasas llegaron a ser negativas con el objetivo de estimular la economía y evitar una inflación demasiado baja.
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Ahora la situación es la opuesta: frente a una alta inflación que llegó en septiembre pasado a un pico histórico de 10,9% anual y que seguirá alta por mucho tiempo, el BCE busca enfriar la actividad para volverla a llevar a una meta de mediano plazo del 2%
Como consecuencia del alza de hoy, la tasa de interés para las operaciones de financiación, la de depósito y la de facilidad de préstamo subirán a 3,5%, 3% y 3,75%, respectivamente, un máximo desde 2008.
A diferencia de las últimas reuniones monetarias y a causa del elevado nivel de incertidumbre, el BCE evitó dar cualquier tipo de certeza respecto de que hará en el próximo encuentro de mayo.
Si bien el BCE evitó un incremento de tasas menor, subrayó su disposición a intervenir en el caso que se agraven las turbulencias recientes en el sistema bancario internacional que llevaron al colapso Signature Bank y el Silicon Valley Bank (SVB) la semana pasada en Estados Unidos, y a un recrudecimiento de la crisis que atraviesa el Credit Suisse.
El Consejo Gobernante está monitoreando las tensiones actuales en el mercado y está preparado para responder si es necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la Eurozona, enfatizó el organismo.
Asimismo, subrayó que el sistema bancario de la Eurozona es resiliente, con fuertes posiciones de capital y liquidez.
En una conferencia de prensa posterior al anuncio, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, afirmó que el sistema bancario hoy está en una posición más fuerte que en (la última crisis financiera de) 2008.
Nuestro staff supo demostrar en el pasado que puede responder en poco tiempo en caso de que haya una crisis de liquidez, si eso sucediera, que es algo que no estamos observando ahora, agregó.
Pese a estos términos, el vicepresidente de la propia entidad, Luis de Guindos, reconoció a los ministros de finanzas del bloque que algunos bancos de la Unión Europea podrían verse vulnerables a la suba de tasas y que el BCE no puede descartar que algunas prestamistas estén en riesgo por sus modelos de negocios, según indicaron fuentes cercanas a los diálogos a la agencia Bloomberg.
Si bien de Guindos subrayó el potencial conflicto entre la estabilidad financiera y la determinación del BCE para bajar la inflación, recalcó que la industria financiera europea está menos expuesta que la estadounidense al gozar de una mayor liquidez y márgenes.
Con información de Télam