Este martes el Banco Central volvió a reducir la tasa de interés de la política monetaria; es decir el techo que pagarán los bancos por los plazos fijos, llevándolo al 40 por ciento nominal anual, lo que implica un rendimiento mensual de 3,34 por ciento. Esta licuación total de los ahorros, sumada a la de los ingresos de trabajadores y jubilados es una forma de –ellos definen como sanear—forzar una salida en manada de los bancos en busca de otras alternativas que les permita mantener el poder adquisitivo. El objetivo del gobierno de Javier Milei es el pase a dólar, pero las bajas tasas bancarias y la búsqueda de alternativas, aunque más riesgosas, explican en buena medida la suba que están registrando otros activos financieros como acciones y bonos.
No es un plan Bonex, pero la confiscación de los ahorros, otorgando un tercio de tasa respecto de la inflación, se le parece bastante. Y las opciones algo más atractivas, como los créditos UVA (atados a la inflación) los trabaron extendiendo sus plazos de acreditación del pago de tres a seis meses. El ahorrista comienza así a consultar o pasarse directamente a opciones más volátiles. Cobraron así fuerza los fondos comunes de inversión que ofrecen varios bancos, pero también algunos títulos públicos o acciones, impulsados también por los balances que deben presentar ante las autoridades bursátiles.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
En el caso de los bonos también se ve un impulso por el 'ajustazo' presupuestario que lleva a cabo el Gobierno, lo que le asegura revisiones positivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del programa de facilidades extendidas. Pero también, es una forma de dolarizarse a futuro, tanto a través de las operaciones de contado con liquidación -compra de un bono en pesos para su venta en dólares- como la mera adquisición del papel con vencimiento cercano para obtener los billetes verdes.
MÁS INFO
En el último año el crecimiento en volumen operado en este tipo de activos fue brutal. En acciones el crecimiento de las operaciones fue de 466,4 por ciento; en cedears, 283,5 por ciento; en títulos públicos, 361,4 por ciento; obligaciones negociables, 90,6 por ciento; fideicomisos financieros, 41,6 por ciento y fondos comunes cerrados, 3865,5 por ciento, de acuerdo con el informe del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC). En las últimas operaciones las acciones arrojaron en su mayoría al alza, lideradas de nuevo por los bancos y las energéticas, que se explica por el “saneamiento” de balances de las entidades financieras y la desregulación del sector energético.
La deuda soberana en dólares continúa su raid. Todos los bonos están en máximos desde septiembre del 2020 y el GD30 (el de mejor desempeño reciente por el flujo de amortización «paga» en julio de este año). En los últimos doce meses las mayores alzas fueron para los bonos AE38 (38,69 por ciento), AL29 (73,51 por ciento), AL30 (63,35 por ciento), AL35 (46,91 por ciento), AL41 (30,82 por ciento), CUAP (51,79 por ciento), DICP (69,41 por ciento), GD29 (64,44 por ciento) y GD30 (60,13 por ciento)
“A pesar de todo lo que subieron, los títulos aún tienen metido en precios un escenario de reestructuración, lo que quiere decir que todavía hay un claro upside si «todo sale bien». Puesto de otra manera, si bien los precios de los bonos están en máximos históricos, los rendimientos están bien lejos de los mínimos históricos”, señala un informe de la consultora 1816. El fundamento al que se aferran los hombres de mercado “es, por el momento, la (supuesta) imagen positiva del Presidente. Pese al ajuste de ingresos, la gente apoye a Milei, quien dice y demuestra que sus prioridades son achicar el déficit fiscal y cumplir con los contratos, es lo que consolida el raid de los activos argentinos”, asegura la entidad.
Pero también, y mucho, juega la expulsión del ahorrista de los bancos. En dos meses, desde el 12 de marzo hasta el martes pasado redujo a la mitad la tasa de interés nominal, llevándola del 80 por ciento anual a un 40 por ciento. Los bancos ya este miércoles adaptaron sus rendimientos para los depósitos a plazo: el Comafi ofrece un 31 por ciento anual; el ICBC, un 28,7 por ciento; el Credicoop, un 30 por ciento; el Santander, un 28 por ciento y el Galicia, un 36 por ciento.
Pese a eso, no hubo un traslado a mayores compras oficiales de dólares, dado que previamente los ahorros y los ingresos se habían licuado. El último informe cambiario del Banco Central detalla que en el primer trimestre del año se vendieron a personas humanas 640 millones de dólares, mientras que un año atrás para igual período había alcanzado a 1511 millones (aún con tasas de interés bancarias que se mantenían positivas).
El otro grupo de activos que mostraron buen desempeño en el trimestre fueron las acciones. Especialmente las bancarias y energéticas. En el último año se destacaron el BBVA (119,69 por ciento anual), el Macro (158,19 por ciento), Grupo Galicia (127,56 por ciento), Supervielle (108,47 por ciento), Telecom (47,79 por ciento), TGN (35,81 por ciento), TGS (39,64 por ciento) e YPF (50,29 por ciento).