El BCRA busca empapelar de bonos a bancos públicos y privados

El organismo permitirá que los bancos inmovilicen títulos públicos (Lecap) en lugar de los pesos de los ahorristas.

17 de mayo, 2024 | 00.05

El Banco Central encontró una nueva forma de bajar la emisión monetaria que se genera por la remuneración de los encajes bancarios: permitirá que los bancos inmovilicen títulos públicos (Lecap) en lugar de los pesos de los ahorristas. La consecuencia será una creciente exposición de los bancos al riesgo de default del Tesoro, como el que registró la administración de Mauricio Macri en el fin de su mandato.

La norma dispuesta este jueves por el BCRA complementa otra que se conoció ayer y que deroga la garantía de intervención del Central para estabilizar el precio de los bonos públicos en momentos de alta incertidumbre. Ambas se dan en el marco de la reducción de la tasa de política monetaria que decidió el BCRA esta semana, generando que los bancos deshagan sus depósitos en pases para invertir en título públicos en la necesidad de no perder tanto frente a la inflación.

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La combinación de las normas genera que hacia adelante los bancos tendrán mayor exposición a deuda emitida por el Estado, con una alta volatilidad en los precios, y tasas de retorno que se encuentran por debajo de la inflación presente y estimada. De tener éxito en la política de reconvertir pasivos remunerados en títulos de la deuda pública, generará una  presión extra en los rolleos de deuda del Tesoro, que alcanzaría dimensiones que superen en volumen a la recaudación del sector público nacional.

Cada rolleo de deuda pública se enfrentaría a un test de mercado que podría no convalidar la baja de tasas y no renovar vencimientos, los que no podrían ser enfrentados por el Tesoro sin la asistencia vía emisión monetaria del BCRA. Además, pondría en situación de fragilidad a los bancos, que enfrentarían el retiro de los depósitos sin tener cobertura por liquidez.

El esquema armado podría también llevar a una crisis de deuda si el sector privado se reactiva y comienza a demandar dinero, vía créditos. Con el esquema anterior, ese dinero se reducía de los pases y se convertían en crédito al sector privado. Ahora, los fondos se retirarían de los títulos públicos, obligando al Tesoro a cancelar deuda y al no tener recursos fiscales para afrontarlo o vuelve a pedir adelantos al BCRA o entra en crisis de deuda.

Hay ejemplos en 2001, cuando los ahorristas retiraron fondos de los bancos (en ese entonces, en dólares) dejando sin financiamiento al Tesoro, que tampoco podía pedir adelantos al BCRA. En 2018, como parte del acuerdo con el FMI, el stock de Lebac se reconvirtió en deuda del Tesoro, que un año después terminó en el default de Macri.

En el comunicado que difundió hoy, el BCRA anunció que estableció el marco normativo para el desarrollo de una curva de tasas fijas de referencia de liquidez de corto plazo a través de títulos del Tesoro en reemplazo de pasivos remunerados del de la entidad. Según la entidad, de esa manera se le dará más “eficiencia a las herramientas necesarias para el desarrollo de los mercados de liquidez y de crédito doméstico” pero que ese cambio le permite “recuperar el control de la programación monetaria” al reducir la cantidad de dinero generado por la remuneración de los encajes.

“El avance en reducir la creación primaria de dinero, a través del ancla fiscal, ha sido central en el inicio de un proceso de desinflación. Complementando este esfuerzo, el BCRA continuará reduciendo las demás fuentes de emisión que afecten adversamente la programación monetaria”, reconoció. Lo que aprobó el Directorio del BCRA es que “los títulos que sean adquiridos por suscripción primaria dentro del programa de licitaciones de Letras a tasa fija anunciado por el Ministerio de Economía no computarán a efectos del fraccionamiento crediticio del sector público, por hasta un monto determinado para cada institución”.

El monto se fija en relación con los saldos de pases pasivos de cada institución al 15 de mayo de 2024.