El comercio exterior se encuentra atravesado por distintos factores que pueden mejorar o empeorar el nivel de apertura del país. En una estructura económica desequilibrada como es la argentina, la restricción externa es un condicionante a esa apertura comercial, sin importar las medidas de flexibilización del comercio exterior. Lejos de los slogans del neoliberalismo, el mayor nivel de apertura comercial se dio durante el kirchnerismo, pese a mantener una protección férrea de los sectores sensibles de la economía. Con el macrismo la suma de las exportaciones y las importaciones se mantuvo en valores históricamente bajos, a lo que se sumó una mayor concentración de empresas a cargo de las ventas externas y una primarización de los envíos como resultado de abandonar una administración eficiente del comercios.
En términos de diversificación de orígenes y productos, la tendencia general del período fue de una concentración creciente en términos de productos, con un incremento de la participación promedio de los cinco principales rubros del 32,9 por ciento en 2000-2004 al 39,2 por ciento en 2016-2020. A favor, hubo una mayor diversificación de destinos, con una reducción en la participación de los cinco principales destinos del 52 por ciento al 40,7 por ciento para el mismo cotejo.
"Del comercio exterior depende en gran medida el comportamiento de la balanza de pagos, el cual a su vez es determinante de las posibilidades de crecimiento de la economía argentina. El concepto de “restricción externa” –esto es, la incapacidad que un país tiene de crecer por la falta de divisas– está intrínsecamente ligado al comercio exterior y la balanza de pagos", señala un informe realizado por el director del Centro de Estudios para la Producción XXI (CEP-XXI), Daniel Schteingart.
El problema de la restricción externa
En términos de concentración de exportaciones por empresa y por complejo, la mayor concentración se observa en aquellos complejos relacionados con la minería metalífera no ferrosa (oro y plata, cobre) y en aluminio, en donde las diez primeras empresas exportadoras representan prácticamente la totalidad del valor exportado. Los complejos relacionados con el sector primario tienden a mostrar una menor concentración. En aquellos complejos mayormente vinculados al sector manufacturero, se observa una creciente concentración de las exportaciones en el sector automotriz y un relativamente bajo nivel de concentración en el complejo farmacéutico, según el documento titulado "El comercio exterior de Argentina - Una radiografía de las exportaciones de bienes en el siglo XXI".
Luego de la crisis de la Convertibilidad, que contrajo fuertemente las importaciones, se observa un aumento en el comercio de mercancías –tanto de exportaciones como de importaciones– de Argentina con el mundo hasta el año 2011. El 2009 fue la excepción durante este subperiodo, ya que los valores de exportaciones e importaciones menguaron producto del impacto que la crisis financiera internacional tuvo en Argentina.
A partir de 2011, Argentina experimentó una tendencia declinante en su intercambio internacional de bienes, entendido como la sumatoria de las exportaciones y las importaciones, que pasó de totalizar 158.370 millones de dólares en 2011 a 114.240 millones en 2019. La contracción global como efecto de la pandemia del COVID-19 empeoró esta situación en 2020, llevando al intercambio total a 97.300 millones de dólares.
"La contracción de las exportaciones desde 2011 fue uno de los motivos relevantes de la reaparición de la restricción externa, que limitó las posibilidades de crecimiento del país desde ese año. Solo en los años 2017 y 2018 el intercambio comercial volvió a ganar dinamismo, aunque no regresó a los máximos previos. Tras la crisis cambiaria iniciada en abril de 2018, las importaciones se contrajeron con fuerza, dando como resultado que en 2019 las importaciones fueran menores que en 2007", detalla el informe del ala técnica del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Qué tan abierto era Macri
Entre 2015 y 2017, la apertura comercial cayó por debajo del 20 por ciento. La baja respondió a la reducción absoluta tanto de las exportaciones como de las importaciones y, por el otro, por la apreciación cambiaria registrada en el período, que abarató el precio relativo de las exportaciones y las importaciones. "La fuerte depreciación real de 2018-2019 volvió a incrementar el precio relativo de las exportaciones y las importaciones, dando como resultado un incremento (temporal) del coeficiente de apertura comercial", detalla el informe.
* 2000-2005: fue el período de mayor concentración en destinos y de menor concentración en productos.
* 2006-2012: fue el período en que se empezaron a desconcentrar los destinos y se produjo una leve concentración en productos.
* 2013-2020: el proceso de diversificación de destinos continuó, mientras que la concentración en productos se profundizó.
En Argentina las oscilaciones del comercio exterior fueron siempre más profundas que en el resto de los países debido a que "la crónica volatilidad macroeconómica se plasma en recurrentes ciclos de devaluación y apreciación del tipo de cambio real, que inciden en los precios relativos de las exportaciones y las importaciones".
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También son importantes las relaciones bilaterales, dado que se exhiben distintos tipos de relaciones con los principales socios comerciales, en lo cual impacta la realidad propia de cada economía. Los cambios en los pesos relativos de estos socios dan cuenta de modificaciones tanto en el escenario de la competencia internacional como en la propia estructura productiva y en la inserción internacional argentina en la economía mundial. "Es posible observar relaciones 'estructuralmente” superavitarias y otras 'estructuralmente deficitarias", señala el informe. Por esta situación, el resultado de la balanza comercial va a depender del peso de esos países en la canasta exportadora/importadora de la economía argentina.
Retenciones sí, retenciones no
En cuanto a cantidades, se observa un estancamiento desde 2007. La variación de los precios fue el principal determinante de la trayectoria del valor total exportado. Dicho precio, a su vez, fue impulsado fuertemente por el desempeño macroeconómico de los principales socios comerciales del país, particularmente China.
La recaudación se vio resentida por la flexibilización macrista. En 2016-2017, la participación de las retenciones en los recursos tributarios se contrajo se debió a la disminución de las alícuotas. En 2018-2019, la mejora se produjo tanto por las mayores alícuotas instauradas en agosto de 2018 como por la suba del tipo de cambio real (y, en menor medida, por la mejora de las cantidades exportadas).
Un dato llamativo: la liquidación de exportaciones tanto en productos primarios como en manufacturas de origen agropecuario durante la segunda mitad de 2019. "En diciembre de 2019 el importe liquidado triplicó el promedio de los cuatro años anteriores en dicho mes, anticipándose así a los cambios impositivos que llegaron con el cambio de gobierno a finales de 2019", señala el relevamiento oficial de la cartera que conduce Matías Kulfas.