La Argentina produce vino en 14 de sus 23 provincias y, con más de 215 mil hectáreas de viñas plantadas, se consolida como el quinto productor mundial, mientras las exportaciones del sector registraron un nuevo récord en 2021, destacó hoy Coninagro, que pidió un mayor acceso al financiamiento por parte de los pequeños productores.
Según registros del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, la oferta de vinos de la Argentina logró su mayor valor en la historia, para las exportaciones de vinos fraccionados, en 2021, con US$ 817 millones, (y superó el récord anterior de US$ 786 millones logrado en 2012), destacó la entidad.
Además, volvió a superar la barrera de los US$ 1.000 millones si se suman las exportaciones de fraccionados, granel y mostos concentrados, lo que no ocurría desde 2013, agregó Coninagro.
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Para complementar estos datos auspiciosos, en Coninagro estamos realizando una encuesta sobre la realidad productiva que como adelanto arroja determinados datos que inquietan al sector; puesto que consultamos a productores de diferentes actividades y el 85,9% advierte que accede poco o nada a instrumentos de financiamiento para sostener o mejorar su producción, indicó su presidente, Carlos Iannizzotto.
En este escenario "prometedor" y que ubica al sector en un "sistema virtuoso", según Iannizzotto, es necesario "contextualizarlo según cada región, ya que sigue dejando excluidos a miles de pequeños y medianos productores".
El 30% de los vinos que se producen en Argentina proviene de cooperativas; la vitivinicultura ha podido desarrollarse, crecer y lograr ese importante objetivo de exportaciones del año pasado con muy poco apoyo del Estado, lamentó el dirigente.
Para Iannizzotto, esta realidad prometedora también nos impone desafíos, estamos en deuda en materia de acuerdos comerciales, así y todo, con estas trabas, se han alcanzado estos buenos números, pero la reflexión que nos debemos es ir más allá".
"Nuestro trabajo es que no queden productores excluidos y estamos convencidos de que la integración y el asociativismo son una solución para este problema; que haya productores sin viña significa achicar el oasis, agregó.
Además, Iannizzotto afirmó que la estimación de cosecha para 2022 de uva en toda la Argentina se ubica como la peor de los últimos cinco años (dentro de los últimos 20 años) confirmando la tendencia histórica decreciente.
Según la encuesta sobre la realidad productiva en Mendoza elaborada por Coninagro, de los productores consultados 42,3% confesó sentirse agotado en relación a su actividad productiva, 30% muy agotado y 23,5% entusiasmado.
Con información de Télam