El sector agropecuario de las Américas puede hacer un aporte clave a la seguridad energética global, amenazada por el conflicto en Europa del Este, que se suma a su tradicional rol como productor de alimentos para el mundo, según el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
En el documento "La importancia geopolítica del sector agropecuario en la seguridad energética", el IICA recuerda que el continente americano produce 71% del total global de biocombustibles líquidos.
Estos podrían sustituir parte de los consumos de petróleo y gas natural en el actual escenario internacional, en el que aparecen amenazadas la provisión y la seguridad energética debido al conflicto bélico, sostiene.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El conflicto está teniendo un impacto económico negativo sino en todo el mundo: En el último mes se ha multiplicado en más de seis veces el precio del gas natural licuado (GNL), mientras se anticipa una escasez de oferta que agravará la situación debido a que Rusia es la gran abastecedora de gas natural a Europa.
Al mismo tiempo, Rusia es uno de los productores más importantes de petróleo del mundo (se estima que provee 12% de la oferta total de crudo), por lo que las sanciones de la comunidad internacional que prohíben la importación del combustible de ese país también generan graves consecuencias.
"Ante esta situación el sector agropecuario de las Américas puede jugar un rol clave, ya que es el continente agroexportador por excelencia, aportando a la seguridad alimentaria global e incluso a la seguridad energética", señala el documento, cuyo autor es Agustín Torroba, Especialista en Biocombustibles y Bioenergías del IICA.
"Estos dos objetivos no son contrapuestos, ya que la diversificación en el uso integral y eficiente de la biomasa para producir biocombustibles puede aumentar la eficiencia y la seguridad de los sistemas agroalimentarios", agrega.
Los biocombustibles ya aportan a la matriz de combustibles líquidos mundial más de 150 millones de metros cúbicos, 33% en formato de biodiésel y 67% como bioetanol para mezclar o reemplazar gasolinas.
El continente americano fabrica 88% del total de bioetanol a partir de maíz y caña de azúcar, y es responsable de 36% del biodiesel mediante aceites de soja y palma.
Las Américas poseen elevados saldos exportables de esas materias primas, con los que podría duplicar la producción mundial de bioetanol y aumentar 80% la de biodiesel, revela el documento.
"Hoy los biocombustibles líquidos producidos en las Américas representan 22% del déficit de petróleo y derivados del continente, y los saldos exportables de materias primas permitirían, industrialización mediante, que representen el 53% del total", sostiene el trabajo.
"Los elevados precios del petróleo, sumados al diferencial impositivo, especialmente en aquellos países que tienen impuesto al dióxido de carbono, colocan a los biocombustibles en una situación ventajosa económicamente, especialmente al bioetanol", añade.
El documento concluye que la industria de los biocombustibles ha comenzado a transitar un camino de madurez y competitividad que le ha permitido mejorar sensiblemente sus costos de producción en la última década y ser cada vez más competitivos en comparación con los combustibles fósiles.
Con información de Télam