Las jubilaciones y pensiones aumentarán un 2,7 por ciento en enero -a cobrar en febrero- como ajuste automático de la nueva fórmula que fijó el Gobierno, el cual se calculó tomando como referencia el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre, publicado por el Indec. La Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) hará oficial la suba en los próximos días. El amesetamiento inflacionario también congela la posibilidad de que los adultos mayores recuperen ingresos en medio de la crisis y la próxima suba apenas supera los 7 mil pesos.
La jubilación mínima será de $ 266.607,9, que es el valor que casi un 65% de los titulares del régimen general. Además, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) se actualizará a $ 213.286,3, mientras que las Pensiones No Contributivas (PNC) por Invalidez y por Vejez alcanzarán la suma de $ 186.625,5. Con los precios desacelerando en el año a causa de la baja del consumo, los incrementos serán cada vez más acotados y seguirán una curva de falsa estabilidad, ya que no está previsto otorgar una suba que recomponga la caída que produjo la megadevaluación de diciembre de 2023.
Cómo fue el ajuste que Milei aplicó sobre los jubilados
Cerrado el ejercicio presupuestario de 2024, las cifras de ajuste son más que contundentes: el mayor recorte del gasto primario recayó sobre jubilaciones y pensiones, que representa el 47 por ciento de las erogaciones del Estado, mientras que en términos reales la motosierra caló hondo en las transferencias a las provincias –afectando salarios de empleados públicos, docentes, policías y obras de infraestructura—, en subsidios económicos y programas sociales.
“En diciembre el gasto primario real devengado registró una caída del 5,8 por ciento interanual. Así, en el acumulado del año, la caída del gasto devengado a precios constantes fue del 26,8 por ciento interanual. Esto implica la mayor caída anual desde el comienzo de la serie, en 2016”, señaló un informe de Analytica. En términos reales, los ingresos totales de la administración nacional del ejercicio muestran una caída acumulada del 4,7 por ciento (ajustado por inflación).
“Por un lado, la variación de los Ingresos Impositivos en su conjunto se asemeja a la variación del nivel de precios, donde tanto los Derechos de Exportación como el impuesto PAIS resultaron claves para mantener la recaudación en términos reales, compensando las caídas del resto de los tributos”, señala el documento de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).