El Mercosur y la Unión Europea alcanzaron este viernes un acuerdo de comercio luego de 25 años de negociaciones que abre un mercado de 700 millones de personas pero también pone en riesgo la producción local ante el arribo de artículos con bajos o nulos aranceles. El anuncio fue realizado en Montevideo en el marco de la 65ª Cumbre del Mercosur de la que también participa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien viajó especialmente para cerrar las negociaciones.
La conferencia de prensa se realizó en la sala especialmente habilitada en la sede de deliberaciones, donde también estuvieron presentes el presidente, Javier Milei, y sus pares de Brasil, Luis Inacio “Lula” Da Silva, y de Paraguay, Fernando Peña, además del anfitrión local, Luis Lacalle Pou.
La Unión Europea es el principal socio comercial del Mercosur: exporta bienes por 45.000 millones de euros y servicios por 23.000 millones de euros a un mercado de 260 millones de consumidores. Asimismo, la UE es destino del 14% de las colocaciones del bloque sudamericano —equivalentes a unos 43.000 millones de euros—, mientras que el 20% de las importaciones regionales provienen de Europa.
MÁS INFO
En 2023, el comercio entre ambos bloques fue de casi 110.000 millones de dólares. En este contexto, el acuerdo, que gira en torno a la reducción de aranceles, tendría un gran impacto a nivel económico para todos los países incluidos que, por otra parte, pasarían a conformar la mayor zona de intercambio del mundo: 720 millones de personas y aproximadamente el 20% de la economía global.
El esquema de baja de aranceles que está contemplado en el acuerdo Mercosur-UE eliminará de forma progresiva, en un lapso de 10 años, el 92% de los derechos sobre las mercancías que Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay venden a Europa; mientras que, en el sentido inverso, será sobre el 90,7%, en 15 años. De forma inmediata, en tanto, los países europeos verán la desgravación inmediata en el 14% de los productos exportados a Sudamérica, a la vez que el Mercosur tendrá beneficios en el 74% de los bienes colocados en la UE.
Entrarán con arancel cero desde el día uno algunos productos como: aceites para uso industrial (soja, girasol, maíz); merluza, vieiras y calamares; manzanas, peras, duraznos, cerezas, ciruelas y uvas de mesa; legumbres e infusiones (café, mate y té), entre otras. Otros productos entrarán en una canasta de desgravación de 4 a 10 años, como langostinos, conservas de pescado; hortalizas, plantas y tubérculos alimenticios; limones, naranjas y mandarinas; frutas finas (frutillas); harina de maíz y biodiesel. También golosinas, helados y dulce de leche entre otros.
La dilatada negociación data ya desde hace 25 años: comenzó en 1999, pero pasaron dos décadas hasta que los bloques alcanzaron un principio de acuerdo respecto a la exención o reducción de aranceles, entre otros aspectos del intercambio. La falta de ratificación, entonces, se debió principalmente a los desacuerdos de Brasil y Argentina respecto de las estrictas exigencias medioambientales por parte de la UE —ambos gobiernos sudamericanos reclamaban mayores beneficios para la región a cambio de cumplir con los altos estándares en materia ambiental, si bien el nuevo gobierno argentino dejó de lado esta postura—; aunque ya entonces se dejaban oír las quejas del sector agrícola francés.
Milei hizo su debut en el marco de la cumbre de líderes del Mercosur, en donde pidió a sus pares aceptar "que este modelo está agotado" y propuso aflojar "las ataduras que hoy nos ahogan en vez de fortalecernos".
"El Mercosur terminó siendo una prisión que no permite que los países puedan aprovechar su ventajas comparativas" sentenció el mandatario, quien se mostró acompañado por el titular de Economía, Luis Caputo.
El Gobierno busca avanzar con la posibilidad de firmar además acuerdos comerciales por fuera del Mercosur y agita una salida intempestiva del bloque. Entre enero y octubre, por solo citar un ejemplo, las exportaciones hacia Brasil representaron casi el 17% del total de las ventas hacia el exterior, colocando al país vecino como principal socio comercial. Luego, le siguió China, Chile y, en cuarto lugar, los Estados Unidos.
Una ruptura diplomática con el Mercosur haría caer un conjunto de acuerdos comerciales, productivos, culturales y hasta educativos que fueron rubricados durante los últimos 33 años. Durante los primeros diez meses del año, las exportaciones hacia el bloque del Mercosur sumaron 14.059 millones de dólares. El comercio total con este bloque concentró el 21,3% de las ventas totales al exterior y 30,5% de las compras. El principal país receptor de las exportaciones locales fue Brasil, que con 11.124 millones de dólares absorbió el 79,1% de las exportaciones a la región.