Crece la apuesta de mujeres por emprendimientos productivos frente a las brechas industriales

Son menos del 10% en puestos de liderazgo y están 40 puntos por debajo de los varones en el total de ocupados en la industria. Cómo es la participación de las mujeres por ramas industriales y qué impacto tienen los programas de financiamiento.

11 de agosto, 2023 | 00.05

A comienzos de este mes se anunció un refuerzo en el financiamiento del programa nacional Emprender Mujeres que apunta a la puesta en marcha y desarrollo de emprendimientos productivos sostenidos por mujeres y en micro, pequeñas y medianas empresas. El impacto del programa se da en un coyuntura donde, de acuerdo a datos sectoriales, solo el 9% de las empresas industriales pymes del país están dirigidas por mujeres, frente a un 58% a cargo de varones. Además, en la industria manufacturera los varones representan el 70% del total de ocupados, en tanto que la mayoría de ellas solo accede a roles de liderazgo si emprende un negocio propio. 

La ampliación del cupo presupuestario será de $1.000 millones y que busca dar respuesta, según señalaron desde Economía, a la inscripción de más de 1500 proyectos registrados desde marzo de este año. En ese marco este programa apunta a “generar mejoras de productividad y competitividad en las cadenas de valor o en sectores productivos, promoviendo además autonomía y consolidación económica de mujeres emprendedoras” según explicaron desde la Secretaría de Industria al momento de apertura de la convocatoria, recociendo en ese sentido la participación desigual de las mujeres en el tejido productivo del país. 

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“En concordancia a la calidad de los proyectos presentados, y en miras de alcanzar a la mayor cantidad de mujeres emprendedoras del país resulta oportuno ampliar el monto previsto”, detalló ahora la resolución 329/2023 que amplió los fondos de financiamiento a $2.000 millones.

Brechas en el mundo industrial 

Un informe que analizó las brechas de género en la economía argentina mostró que al menos 4 de cada 10 mujeres se emplean en actividades relacionadas con los cuidados, así las ramas más feminizadas de la actividad son el Trabajo en Casas Particulares (97,5% de mujeres), los Servicios Sociales y de Salud (72,3%) y la Enseñanza (71,5%). Mientras que, por otro lado, las ramas más dinámicas de la economía son aquellas que emplean, sobre todo, varones: Industria Automotriz (18,9% de mujeres), Energía, Minería e Hidrocarburos (9,1% de mujeres), y Construcción (3,2% de mujeres).

El estudio, realizado por la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, analizó lo que suele denominarse como “segregación horizontal” y que tiene que ver con la participación desigual que existe entre mujeres y varones al momento de insertarse en las diferentes ramas productivas. “Los varones se insertan con mayor frecuencia en las ramas de actividad con mejor remuneración y mayores niveles de empleo formal. Estas actividades como la energía, la minería y la industria suelen ser consideradas los motores de la economía, y las pocas mujeres que logran insertarse en estas ramas suelen hacerlo en áreas vinculadas a la administración y la comunicación”, puntualizaron. 

Según el último reporte del Indec sobre Remuneración al trabajo asalariado, ingreso mixto e insumo de mano de obra, por sexo y tramos de edad, en la industria manufacturera los varones representan el 70,8% del total de ocupados y en un 51,7% son asalariados registrados, en contraste con las mujeres que encabezan los puestos de trabajo no asalariados (48%). En el mismo sentido, para el 2022, la remuneración al trabajo asalariado fue mayor entre los varones, “con diferencias significativas entre los asalariados registrados”, donde prácticamente duplican el porcentaje de participación de las mujeres. 

Sin embargo no se trata de algo reciente, ya que una investigación que indagó en la composición sectorial del empleo argentino en empresas desde 2007 a 2021, señaló que “difiere considerablemente entre mujeres y varones”. De esta manera, “en 2021 la tasa de feminización asciende a 72,8% en empresas del rubro enseñanza, 70,7% en servicios de salud, 67,8% en servicios jurídicos y contables y 59,2% en investigación y desarrollo científico. En cambio, registra valores muy bajos en sectores como extracción de carbón (3,4%), recolección de residuos (5%) y silvicultura (5,6%).” En líneas generales, destacó el Centro de Estudios para la Producción XXI (CEP XXI), “es posible afirmar que las mujeres tienen una participación baja en la mayoría de los bienes transables (sector primario e industrial) y, dentro de las no transables, en el sector de suministro de electricidad, gas y agua; la construcción; el transporte y la logística”. 

Por su lado, un estudio sobre mipymes lideradas por mujeres de la actual Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo nacional destacó el rol que tienen las mujeres en proyectos impulsados directamente por ellas mismas. En ese sentido, “acceden a los roles de liderazgo resultado de la decisión de una mujer de iniciar su propio negocio, de emprender en un proyecto que se consolida con el tiempo hasta afianzarse como una empresa que contrata trabajadores/as y que puede ser de tamaño micro, pequeña o mediana”. En ese marco, el acceso a espacios de liderazgo y a directorios en el mundo industrial ocurre vinculado con “las decisiones de emprender de una o varias mujeres, en sociedades donde las mujeres tienen la mayoría de las acciones”.

Pequeñas y medianas empresas

Con datos a 2023, es posible advertir que el 50,3% de las pymes del país están lideradas por mujeres. El dato corresponde al Indicador de Participación de la Mujer en las Pymes (IPAMUP) elaborado por el sector de Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) desde donde destacaron que “la participación de la mujer en las pymes creció 7,4 puntos con respecto al año anterior (42,9% en 2022)”. 

No obstante, al desagregar por actividad, se observó que en el caso de las mujeres en la industria pyme, “solo el 9% de las empresas industriales del país son dirigidas únicamente por mujeres, frente al 58% que son conducidas por hombres y al 33% que tiene al frente miembros de ambos sexos.” A su vez, en el 44,4% de las industrias encuestadas las decisiones son tomadas por una mujer o una mujer y un hombre. Los rubros donde relevaron mayor representación femenina fueron Textil e indumentaria (46,9%) y Alimentos y bebidas (48,7%). En cambio, la brecha se amplía en más baja participación en Madera y Muebles (38,2%) y Papel e Impresiones (34%). Un dato no menor, es que según CAME, el 45% de las encuestadas en el sector industrial indicó haber sufrido alguna discriminación por cuestiones de género.

Además, la encuesta indagó también en el porcentaje de trabajadoras en relación de dependencia en la industria. El resultado arrojó que el 25% de las empleadas son mujeres contra un 75% de varones. “La industria sigue siendo una actividad muy sexista, no sólo la participación promedio de la mujer es baja sino que en actividades como material de transporte o productos químicos y minerales no metálicos es prácticamente nula”, expresaron desde este sector. 

En el caso de las pymes comerciales se reducen, en parte, las brechas ya que “el 28% de los locales comerciales son propiedad de mujeres, frente al 49% que pertenecen a hombres. En cuanto a la participación, el 56,3% de los comercios encuestados indicaron que las decisiones son tomadas por una mujer o una mujer y un hombre. Además, el 35% de las empresarias encuestadas en el sector comercial indicó haber sufrido alguna discriminación por cuestión de género”. En cuanto al porcentaje de empleadas en los comercios, el 35% son mujeres y el 65% hombres. 

Respecto al financiamiento de las mujeres empresarias estudios recientes sobre inclusión financiera indican que solo el 20,5% de las empresas lideradas por mujeres utiliza créditos bancarios para financiar su inversión, mientras que la cifra asciende a 42,9% en el caso de los hombres.

Características del programa

La línea Emprender Mujeres promueve el financiamiento para mujeres que se encuentren desarrollando emprendimientos desde el momento inicial o que ya estén en marcha, y busca “la generación de valor agregado y que contribuyan al desarrollo de la cadena de actividades de los sectores productivos a los que pertenecen”, según se detalló en el texto de convocatoria.

El financiamiento se canaliza mediante el Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Capital Emprendedor (FONDCE) y los montos se destinan a capital emprendedor registrado como tal y también a micro, pequeñas y medianas empresas. De esa manera se accede a un aporte no reembolsable para financiar hasta en un 70% el proyecto presentado.

Según adelantó la Secretaría, en la primera convocatoria, “se realizaron presentaciones de una amplia variedad de sectores productivos, con representación federal de todas las provincias y enfoques inclusivos en materia de género, ambiental y social, a la vez que un alto nivel con proyección de crecimiento y potencial exportador”. En esta primera edición se superaron los 1500 emprendimientos inscriptos en solo tres meses.