Cuáles son los cinco sectores de la economía que más sufrirán el ajuste de Milei en 2024

El ajuste fiscal y la caída del poder adquisitivo están impactando en la demanda agregada de la economía y existe un consenso generalizado sobre que 2024 será un año recesivo. ¿Qué sectores productivos son los más sensibles a la recesión?

03 de marzo, 2024 | 00.05

Acompañada de la inflación, otro de los efectos nocivos del programa económico del presidente Javier Milei es la recesión, que ya empezó. Sin embargo, hay sectores del aparato productivo que sufrirán el ajuste más que otros por el impacto del enfriamiento de la actividad.

El ajuste fiscal y la caída del poder adquisitivo en los primeros meses del gobierno de Milei están impactando en la demanda agregada de la economía y existe un consenso generalizado sobre que 2024 será un año recesivo. Pero... ¿Qué sectores productivos son los más sensibles a la recesión? 

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De acuerdo a la consultora Audemus, las cinco ramas productivas que se verán más perjudicadas por la estanflación serán: Electrónicos, Equipos de transporte, Automotriz, Indumentaria, Cuero y Calzado. 

¿Cómo se llega a esta proyección? En economía, el concepto de elasticidad es una medida de sensibilidad de la cantidad que se demanda de un bien o servicio respecto a la variación en su precio. Explicado en términos más sencillos, es qué cantidad de un producto deciden consumir las personas ante un aumento o reducción en su precio.

Supongamos que el índice de elasticidad arroja un valor de 2. Esto significa que, por cada punto porcentual que crece o cae el PIB, la producción del sector se expande o cae en dos puntos porcentuales. Un valor más alto supone que es más elástico o procíclico al ciclo económico. Las ramas procíclicas son mayormente bienes de consumo no esenciales (electrónicos, indumentaria o automotriz) o bienes de capital (maquinaria y equipos).

Esto quiere decir que cuando la economía se contrae, los consumos que más se recortan son los de bienes no esenciales. A su vez, cuando la economía entra en recesión, las inversiones productivas se desploman y cae la producción de bienes de capital.

Esto ocurre por lo que se conoce como “efecto acelerador” de la inversión: cuando el PIB crece, la inversión crece más que proporcionalmente. Por su parte, el sector primario y la agroindustria son actividades con baja elasticidad, dado que:

  • Producen bienes esenciales.
  • Tienen orientación exportadora.
  • Algunos segmentos dependen directamente de los resultados de la cosecha.

La producción petrolera "también ha sido inelástica ya que no responde tanto a la demanda local sino a regulaciones, incentivos y disponibilidad de hidrocarburos", remarcó el informe. Es un caso parecido al del sector minero, ya que la mayor parte de su producción la determina la demanda internacional.

En resumen, hay una gran heterogeneidad de situaciones al interior del aparato productivo, por lo que el impacto de la recesión será distinto. En un primer indicio recesivo, lindustria cayó en enero un 6,3% interanual de acuerdo a información preliminar del Índice de Producción que elabora la fundación FIEL. El desplome se dio a partir de caídas generalizadas de actividad que alcanzaron a los sectores de alimentos y bebidas, textiles, químicos y plásticos, minerales no metálicos, industria metalmecánica e industria automotriz.

En términos desestacionalizados, la producción industrial del mes cayó 0,9% respecto a diciembre, encadenando dos meses en retroceso y retomando el sendero de caída luego del impasse registrado en noviembre, según la entidad.

Caen las importaciones de la industria y el Gobierno chupa dólares

Entre el 10 de diciembre y el 20 de febrero, el Banco Central tuvo resultados positivos en el mercado cambiario. Si se restan los DEGs destinados al pago al FMI de abril, el total de reservas acumuladas fue de 4.224 millones de dólares.

Diciembre y enero muestran un balance comercial bimestral entre los más altos desde enero de 2015. Sin embargo, el crecimiento se estancó en los primeros 20 días de febrero.

El bajo monto destinado al pago de importaciones fue la razón principal, ya que durante dicho bimestre fue el más bajo de los últimos 10 años. Según la consultora ya citada, existe correlación entre el porcentaje pagado y la evolución de la deuda externa por importaciones. 

Los datos de diciembre y enero permiten suponer que creció la deuda de importadores y si se considera un ratio pagado “normal” del 90%, el total ascendería a 6.000 millones de dólares. Este monto sería similar al 88% del total de la deuda anterior al 12 de diciembre, que fue resuelta con la emisión de las series 1 y 2 del BOPREAL con una emisión por un total nominal de 7.000 millones.

En abril, el ratio importaciones pagado debiera acercarse al “ratio normal”, dada la cadencia de pagos a 30, 60, 90 y 120 días. La deuda hasta marzo llegaría a 10.000 millones, un valor similar a la deuda que se resolvería con las tres series de BOPREAL.

Este valor pone un piso al total pagado por importaciones para el segundo y tercer trimestre del año. Teniendo en cuenta el ajuste externo y fiscal, "creemos que, a diferencia de lo sucedido en el 2023, este aumento en la deuda por importaciones tiene perspectivas de pago con normalidad", destacó Audemus.

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