El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) presentó los principales resultados de la Encuesta Nacional a Grandes Empresas (ENGE), referidos a las 500 empresas más grandes del país y correspondientes al quinquenio 2017-2021. El informe reveló que las principales entidades privadas de Argentina incrementaron, en 2012, su participación en el total de la economía (más producción y más agregado de valor). A la par, redujeron su presencia en la generación de empleo. A su vez, son controladas en un 40% por el capital nacional y en un 60% por el capital extranjero.
Para el ejercicio del 2021, las 196 compañías nacionales generaron un Valor Bruto de Producción (VBP) de $4.499.492 millones y obtuvieron utilidades por $139.374 millones. A su vez, realizaron exportaciones por $1.008.836 millones, invirtieron $233.202 millones, ocuparon a 320.125 trabajadores y desembolsaron $664.234 millones en concepto de salarios.
Por su parte y para el mismo período, las empresas 304 empresas extranjeras proporcionaron un VBP de $15.365.460 millones y ganaron $1.044.377 millones de pesos. Cerraron contratos de envíos al exterior $4.991.813 millones, invirtieron $1.010.686 millones, generaron 463.859 puestos de trabajo asalariado con una masa salarial de 1.245.475 millones de pesos.
Las utilidades de las empresas reflejan la recuperación económica
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La utilidad del panel en su conjunto ascendió a $1.183.751 millones, cuadruplicando lo obtenido en el año pandémico. Pero en esta ola de millones hubo perdedores y ganadores, 355 empresas ganaron dinero y 145 lo perdieron cerrando así, para este ejercicio, con una tendencia ascendente (el 2020 arrojó 328 ganadores y 172 los perdedores).
El sector que más participó en las ganancias de la cúpula fue el de combustibles, químicos y plásticos; seguido por minas y canteras; en tercer lugar, alimentos, bebidas y tabaco; y en cuarto lugar, maquinarias, equipos y vehículos. Las actividades económicas que no corrieron con la misma suerte son electricidad, gas, agua, residuos y saneamiento.
Salarios y empleo
Los salarios que pagan las grandes empresas nacionales son, en 2021, comparativamente inferiores a los beneficios empresariales. Del total de ingresos, el 42% quedó en manos de los empresarios mientras que el 33% en los bolsillos de los trabajadores. Una distribución más inequitativa que el total nacional para 2021 con ratios del 46,4 y 44,6 por ciento, respectivamente.
Sin embargo, el total de mano de obra ocupada por la cúpula empresarial continúa su camino descendente, de los 851.856 puestos ocupados en 2017 se conservan 783.984 en el 2021. En esa línea, la participación de los salarios en el Valor Agregado Bruto se redujo -3,5%, en su comparativa con el aumento en las ganancias, puede explicar la desigualdad en la distribución del ingreso entre el capital y el trabajo para el panel.
Las utilidades reflejan la recuperación pospandémica que experimentaron estas grandes compañías. La rápida recomposición a contracara del desempeño del 2020, ayuda a explicar parte del aumento inflacionario experimentado durante los dos últimos años. Las necesarias regulaciones tarifarias existentes en aquel momento de fragilidad macroeconómica, ayudan a explicar los resultados negativos de los perdedores del panel, en su mayoría prestadoras de servicios básicos.
La actividad manufacturera domina en la cúpula empresarial
El 57,2% de las 500 mayores empresas del país pertenece al sector manufacturero. Aún así, el 22% de la industria se dedica a la elaboración de alimentos, bebidas y tabaco, el 16,8% a combustibles, químicos y plásticos. Solo el 9,4% y el 1,2% de la actividades se desempeñan en las elaboraciones de maquinarias, equipos y vehículos, y textiles y cueros respectivamente. Guarismos que hablan por sí solos del perfil primario de nuestra economía, la cual agrega poco o escaso valor a sus producciones. Circunstancia que profundiza el carácter dependiente del país.
La disparidad sobre la propiedad del capital se reproduce también en esta industria. De las 286 empresas del sector, el 37,4% pertenece a esfuerzos nacionales y el 62,6% cuenta con participación extranjera. Cualquier producción de bienes o servicios transables en Argentina se encuentra en manos extranjeras. En minas y canteras, una de las actividades ganadoras del periodo, el desacople entre lo local y lo foráneo es total, de 41 empresas, 36 pertenecen a este último grupo. Lo contrario sucede en las actividades no transables: en la construcción, de las 11 empresas que participan del panel el 72,7% tiene capital nacional (8 empresas).
Situación que explica la disparidad en las exportaciones del capital nacional - 16,8% - frente al foráneo - 83,2%-. A su vez, la concentración del panel se puede analizar mirando los envíos de bienes al exterior donde las 20 empresas más grandes del panel concentran el 59,3% del total; las 100 más grandes, el 84,5%; y las 200 más grandes, el 91,6% de las exportaciones.
La alta presencia de capital extranjero tiene fuertes incidencias sobre las reservas del Banco Central y el déficit crónico de divisas que existe en el país. La dificultad no se circunscribe únicamente a que los repartos de utilidades de estas grandes empresas pesan en la demanda de dólares que el país no dispone, más aún, es que la generación de las divisas queda en manos de grandes consorcios sin anclaje territorial y contra los que las negociaciones, regulación o imposiciones cobran un trasfondo geopolítico.
A pesar de ello, el valor bruto de producción de las compañías presentes del panel explican el 25% del total nacional. Vale la pena mencionar que del panel constituido por la Enge, se encuentran las compañías cuyas actividades principales son agropecuarias, financieras o de servicios personales. Como consecuencia, el 75% del valor bruto de producción se genera por fuera de estas grandes entidades.