El exprimer ministro de Qatar Sheikh Hamad bin Jassim Al-Thani (HBJ) asumió que el país árabe será blanco de críticas inscriptas en "campañas maliciosas" durante la organización del próximo Mundial entre el 20 de noviembre y 18 de diciembre.
“Espero que los escépticos lancen nuevas campañas de críticas maliciosas durante el torneo, minimizando la importancia de los logros y centrándose en los errores que ocurren en cualquier evento global”, escribió HBJ en un hilo de Twitter.
El ex funcionario del emirato hizo un descargo en respuesta a la polémica reavivada el sábado por la publicación de un artículo del diario británico The Telegraph sobre la forma de vida en Doha.
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La autora británica Lorna Gibb escribió el artículo basada en su experiencia de un año en Doha como profesora de la Universidad de Qatar entre septiembre de 2007 y junio de 2009.
"Viví en Qatar y las especulaciones sobre tortura policial no son una sorpresa" afirmó la periodista, que además contó que no podía caminar por la calle de la mano de su esposo sin que se le chistara.
El periódico Doha News publica este domingo que "la indignación pública ha estallado en Qatar tras la publicación de otro artículo inexacto sobre la vida en el Estado del Golfo, lo que se suma a una campaña mediática dirigida a Doha antes de la Copa Mundial de la FIFA".
Desde su designación como sede del Mundial en 2010, en un proceso sospechado de corrupción, que derivó en la caída de toda una generación de dirigentes de fútbol, el primer organizador del mundo árabe enfrentó críticas desde Occidente por su política de derechos humanos.
Sus detractores cuestionan las libertades coartadas a las mujeres y trato el carácter ilegal de las relaciones homosexuales, lo que implica un trato discriminatorio sobre los miembros de la comunidad internacional LGBTQ+.
También se reveló una grave situación con los trabajadores migrantes a partir de una denuncia del periódico The Guardian, avalada por diferentes ONG's, sobre al menos 6.500 muertes en las obras de infraestructura de la Copa del Mundo.
Los reclamos recibidos desde la comunidad internacional generaron una apertura de la legislación laboral qatarí comprobada con la abolición del sistema "kafala" (patrocinio), mediante el cual un trabajador migrante quedaba atado a su empleador para cambiar de empleo o salir del país.
La Ley Nº 21 sancionada en 2015 estableció que los trabajadores se dirijan directamente al gobierno para solicitar un permiso de salida, sin necesidad de acudir al empleador y suprimió el requisito de que los migrantes permanezcan dos años fuera del país para poder obtener un nuevo permiso de residencia.
“Es importante estar de acuerdo en que Qatar ha logrado progresos clave a partir de grandes esfuerzos que merecen ser elogiados”, agregó HBJ en su hilo de Twitter.
El ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, atribuyó el desprestigio al racismo existente en Europa, donde el Mundial 2022 encuentra una fuerte resistencia en Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Francia y Alemania, entre otros.
La hinchada del popular club alemán Borussia Dortmund desplegó el sábado una enorme bandera con el pedido de "Boicot a Qatar" durante el partido con Bochum por la Bundesliga
“¿Es aceptable ese racismo en la Europa del siglo XXI? El fútbol es de todos. No está reservado para un club de élites. Cuatrocientos cincuenta millones de árabes están encantados de que la Copa del Mundo finalmente se celebre en su región”, dijo el jeque Mohammed al diario Le Monde de Francia.
“La realidad es que el mundo espera con ansias esta celebración. Se han vendido más del 97% de las entradas. Entre los diez países que compraron más boletos, encontramos países europeos como Francia”, agregó.
Qatar, con una población estimada de 2,8 millones de habitantes, espera la visita de 1,5 millones de fanáticos para presenciar el Mundial de la FIFA por primera vez en un país árabe.
El emirato del Golfo Pérsico dispuso una inversión directa en infraestructura de aproximadamente 6.500 millones de dólares para la construcción de 7 estadios, un aeropuerto, rutas, hoteles y un amplio sistema de transporte público compuesto por metro, tranvía y ómnibus.
Con información de Télam
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