Los jugadores del Chelsea pagaron el combustible para los traslados del equipo tras la crisis económica en la que cayó el club del magnate ruso Roman Abramovich, de estrecha relación con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La guerra entre Ucrania y Rusia, derivada de la invasión del ejército ruso, provocó sanciones económicas a los capitales de ese origen y el Chelsea de Inglaterra no quedó al margen. Según el diario español Mundo Deportivo, el club "está hoy a la deriva".
Chelsea, último campeón de Europa, "vive momentos impensados" y los jugadores del poderoso plantel "se hicieron cargo de pagar el combustible para los traslados del equipo".
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Cesar Azpilicueta, el capitán español del Chelsea, pagó de su bolsillo gran parte de los gastos para el desplazamiento del plantel en sus últimos compromisos por la Premier League.
En tono de risa, Tomas Tuchel, entrenador del equipo, había confesado que no tendría "problemas" para conducir el ómnibus del plantel "si fuera necesario", situación que hoy "ya no parece una broma", destaca el diario.
El Chelsea, que jugará este miércoles ante el Real Madrid en la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones, tiene congelados sus activos. Solo ingresa dinero por derechos televisivos y este va a un fondo destinado a pagar los sueldos.
Una nómina que, entre jugadores y trabajadores, supera los 30 millones de euros mensuales. Por eso, cada día que pasa con el club sin venderse, aumentan las preocupaciones, destaca la prensa.
Mientras tanto, todavía no hay fecha definitiva para la venta, aunque se espera que entre el 11 de abril y el 18 quede un candidato "definido y favorito" para conocer quién sucederá a Abramovich en el club y la operación se cierre para finales de abril.
El dueño de los Boston Celtics, Stephen Pagliuca, el consorcio liderado por Todd Boehly, codueño de Los Ángeles Dodgers, Martin Broughton, expresidente de British Airways y del Liverpool, y la familia Ricketts, dueños de los Chicago Cubs, están en la "lista de cuatro" que aspiran a comprar al Chelsea, hoy casi en la bancarrota.
Con información de Télam