Los jugadores de fútbol manifiestan que, aún cuando se retiran de la actividad profesional, no dejan de ser futbolistas. Cuando llega ese momento visagra, se ven obligados a transitar distintos caminos alejados del fútbol, en algunos casos para poder sobrevivir y dejando de lado un amor inclaudicable. Sin embargo, también hay casos de exjugadores que se tiran de lleno a otras pasiones que mantuvieron ocultas durante muchos años, como el protagonista de esta historia.
Ariel Garcé fue un jugador reconocido en River Plate y en el fútbol argentino por haber estado entre los 23 futbolistas citados por Diego Armando Maradona en el Mundial de Sudáfrica 2010 para la Selección Argentina. Tan llamativa fue la citación del "Chino" que, en el último amistoso del seleccionado argentino previo a la Copa del Mundo en el país africano, la ocurrencia de los fanáticos quedó plasmada en una bandera con dedicatoria al defensor: "Garcé, trae alfajores", se leía en el trapo celeste y blanco. Incluso, fue uno de los tres convocados que no logró disputar un sólo minuto con la camiseta de Argentina.
Si bien luego del retiro en Atlético Rafaela fue el principal ayudante de campo de Eduardo Coudet durante algunos años, el exmarcador lateral no quiso saber más nada con el fútbol y se dedicó a lo que realmente ama: las motos. El exjugador de Colón de Santa Fe y Rosario Central es mecánico de MotoGP, la competencia más importante en el mundo sobre dos ruedas, donde trabaja desde 2019.
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Tanto es su amor por las motos que, en su arribo al "Sabalero" en 2007, eligió la camiseta número 46 en honor al excampeón mundial italiano valentino Rossi, uno de los mejores de la historia en el deporte de velocidad. Según reconoció, su acercamiento al mundo de las motos se dio gracias a que su amigo, Hernán Villacreces, piloto rosarino que compite en el Certamen Argentino de Motociclismo (CAM), le ofreció ser parte del Campeonato Mundial de Motociclismo y, tras hablar con el "Chino" al respecto, se sumó a dicho trabajo.
El trabajo de Garcé en MotoGP
El trabajo de Garcé en MotoGP es el control técnico: verificar motor, chasis, cubiertas, la temperatura del combustible y otras especificaciones que corresponden a la tarea habitual de un mecánico de la competencia. "Siempre venía a ver, me gustan las motos, con mis amigos vamos a andar. En el 2015 estuve un par de veces, pero el lugar que ocupo ahora no existe. No hay entrada posible ni plata que lo pague. Al margen de eso, de estar en un lugar privilegiado, tengo un trabajo que hacer: verificar algunas cosas que ya están chequeadas anteriormente, es simplemente supervisar", reconoció en diálogo con Infobae hace algunos años.
Sin embargo, parece que el bichito de ser entrenador nunca terminó de irse y lo piensa para un futuro en su vida, como lo reconoció en una entrevista en 2019. "En unos años pienso ser DT. Me estoy preparando para poder aguantar y estar a la altura, para poder ser capaz. Me han ofrecido estar en Rosario Central antes de Paulo Ferrari pero no estoy preparado, pero no por herramientas, sino porque no es mi momento. Y no porque sea una oportunidad importante hay que agarrarla. El 'Chacho' me llama todos los días, es un amigo, y cuando yo voy a encarar algún proyecto nuevo siempre me dice que tengo el lugar asegurado, que vaya a trabajar con él". Mientras disfruta del mundo de las dos ruedas, el regreso al fútbol puede estar más cerca de lo que parece.