Defensores de Pronunciamiento vivió una jornada agridulce. Si bien tuvieron la histórica oportunidad de enfrentarse a River en un torneo oficial, el resultado no fue el esperado y terminaron eliminados. Sin embargo, los jugadores pudieron darse un lujo con Marcelo Gallardo que quedará en sus recuerdos.
La caída por 4 a 0 es solo para la estadística. Lo que vale es la experiencia que vivieron los integrantes del equipo entrerriano, cuyos jugadores deben tener otro trabajo para poder vivir, pero que igual cumplieron con una digna actuación a pesar de que tuvieron enfrente a un River que no perdonó. Incluso hasta pudieron haberlo empatado de forma parcial por el gol mal anulado a Milton Alvez luego de un tiro libre.
Cuando terminó el partido lo primero que hicieron los jugadores del Depro fue ir a buscar a Gallardo. Todos quisieron un saludo y una foto con el técnico, quien con amabilidad aceptó sus requerimientos. No todos los días se puede tener cerca a uno de los mejores entrenadores de la Argentina y que ostenta su éxito desde su llegada al banco de la entidad de Núñez a mediados de 2014.
El resultado no fue el que esperaron los jugadores de Defensores de Pronunciamiento. Ellos llegaron focalizados a la cancha del Banfield para poder llevarse un pase histórico. Pero de todas formas cumplieron con una digna labor e igual consiguieron su hito. Luego fueron y les pidieron cambiar sus camisetas a sus pares Millonarios. Tener sus casacas fue como un trofeo para ellos. Un recuerdo tangible de un día que quedará en sus memorias para siempre. Luego de los trueques los futbolistas de los dos equipos se sacaron una foto juntos, una postal que suele darse en este torneo.
Sin embargo, son situaciones que River viene repitiendo en cada Copa Argentina, certamen que ganó tres veces desde que el Muñeco es orientador del plantel. En 2017, tras cruzarse con Atlas, las delegaciones cenaron juntas en el hotel Sheraton de Salta. En otras ocasiones, el DT felicitó a los técnicos adversarios por los planteos ante un rival como el Millonario, más cotizado.
Esto es lo que permite la Copa Argentina, que un equipo del Ascenso que milita en el Torneo Federal A pueda medirse con uno de los más fuertes de Primera. Y muchas veces, incluso, darle un susto o dar un batacazo. No fue este el caso, River no lo permitió.