Los representantes autonómicos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) exigieron a última hora del lunes la dimisión inmediata del presidente del organismo, Luis Rubiales, por agarrar a la jugadora Jenni Hermoso y besarla en los labios en la celebración del Mundial.
Muchos de los representantes habían aplaudido inicialmente a Rubiales cuando anunció el viernes que no dimitiría, pero ahora le piden que renuncie después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional abriera una investigación preliminar para determinar si Rubiales podría haber cometido un acto de agresión sexual.
"Después de los últimos acontecimientos y los inaceptables comportamientos que han dañado con gravedad la imagen del fútbol español, los presidentes solicitan que, de manera inmediata, D. Luis Rubiales presente su dimisión como presidente de la RFEF", señalaron los representantes en un comunicado.
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El cambio de postura de la federación aumenta la presión sobre Rubiales, suspendido por la FIFA el sábado en pleno escándalo por el incidente en la ceremonia de entrega de trofeos tras la victoria de España en la final del Mundial en Sídney el 20 de agosto.
Rubiales, de 46 años, se ha negado a dimitir, alegando que el beso —que tuvo lugar en una retransmisión en directo— fue consentido. Por su parte, su madre ha iniciado una huelga de hambre en apoyo de su hijo en una iglesia de Motril, la ciudad de la familia.
Hermoso, sus compañeras de equipo y el Gobierno español afirman que el beso fue indeseado y degradante.
La situación se ha convertido en una polémica nacional sobre los derechos de la mujer, el comportamiento machista y los abusos sexuales, y muchos ministros en funciones han pedido la dimisión de Rubiales.
La ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, exigió la destitución de los seleccionadores nacionales masculino y femenino.
Con información de Reuters
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