La derrota de Senegal ante Inglaterra el domingo hizo que las esperanzas de África de levantar el trofeo en Qatar se redujeran aún más, pero los trabajadores migrantes que vieron el partido en una zona de aficionados todavía esperaban el mayor premio de todos: Trabajar más allá de la Copa del Mundo.
La derrota de Senegal por 3-0 en el estadio Al Bayt significa que Marruecos es el único representante de África que queda en el torneo, pero en Asian Town, a unos 60 kilometros de distancia, algunos aficionados africanos ya miraban más allá de la final.
"Los que vinieron solo para el Mundial definitivamente regresarán después de la Copa del Mundo, pero todavía tengo mi futuro aquí porque aun tengo trabajo que hacer", dijo a Reuters el ugandés Wambaka Isaac.
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"Vamos a ir haciendo trabajos de limpieza, oficinas, en todos lados (hay) mucho trabajo, y por supuesto los edificios siguen", agregó.
Vistiendo la camiseta de su equipo nacional, Isaac fue uno de los miles de trabajadores migrantes que se dirigieron a la zona de aficionados después del atardecer para ver el partido de octavos de final del domingo entre Francia y Polonia antes de que Inglaterra y Senegal tomaran el centro del escenario.
Qatar ha sido objeto de intensas críticas por parte de grupos de derechos humanos debido al trato que reciben sus trabajadores migrantes, quienes junto con otros extranjeros constituyen la mayoría de la población.
"Es complicado", dijo un joven oficial de tráfico de Kenia, que se negó a dar su nombre, cuando se le preguntó si podría quedarse después de la final.
"Trabajé en la construcción del estadio Lusail y del Al Zumama, trabajé para un contratista, así que vas a donde te manden, la próxima semana podríamos estar en construcción nuevamente. Trabajábamos en el verano cuando hacía mucho calor, estaba muy cansado todo el tiempo", señaló.
Para Rahim, un conductor de viajes compartidos de Bangladesh, sus tres años y medio en Qatar han sido difíciles, pero no hay trabajo en su pueblo natal, por lo que siente que no tiene más remedio que quedarse.
"Trabajo los siete días de la semana. Primero tengo que pagarle el auto a una empresa, no es mio, luego tengo que pagar mi comida y mi renta, y lo que queda se lo mando a mi familia", dijo Rahim.
"Estoy tratando de ahorrar para irme a casa, no he visto a mi familia en tres años y medio (pero) si voy a casa hay no tengo trabajo, así que tengo que tener aún más dinero", agregó.
Rahim dijo que le gustaría traer a su esposa e hija a vivir con él en Qatar, pero que no gana suficiente dinero para poder hacerlo, por lo que se quedaron en Bangladesh.
Muchos de los trabajadores dependen de que sus empleadores les permitan quedarse en Qatar y el objetivo es garantizar que puedan permanecer en un trabajo.
Jonathan, otro ugandés, no es realmente un fanático de su trabajo como mecánico y preferiría recibir una educación, pero su objetivo es estar aquí mucho después de la final.
"Me voy a quedar hasta que termine mi contrato", dijo.
Con información de Reuters