Los Pumas hicieron historia. En un partido infartante, el seleccionado argentino venció 29-17 a Gales y avanzó a las semifinales del Mundial de Francia 2023. Luego de ir en desventaja por 10 puntos, los de Michael Cheika dieron vuelta un encuentro inolvidable en Marsella y esperan al ganador de Irlanda - Nueva Zelanda.
Este sábado 14 de octubre quedará como una nueva página en la historia del rugby nacional. Contra todas las adversidades, incluso con un polémico arbitraje que perjudicó a Argentina en la primera parte, los Pumas supieron enfocarse a puro corazón y liquidaron el partido sobre la hora.
El cuentro empezó mejor para Argentina en el estadio Velodrome. Con un agresivo Facundo Isa, que puso siempre la pelota adelante, el seleccionado jugó rápido los rucks y avanzando metros. Sin embargo, tras recuperar la pelota en mitad de cancha, a los 13 minutos George North rompió la línea de ventaja, sorpendió y, tras una buena entrada de Gareth Davies, Dan Biggar se fue solo al try.
Los Pumas trataron recomponerse, pero cometieron errores de maejos (seis en el primer tiempo, le permitieron a los europeos sacar más ventakja en el marcador. Tras un offside de Tomás Gallo, Dan Biggar se hizo cargo de un penal a los palos y puso el 10 a 0.
Argentina no sintió el impacto por el marcador y por los insólitos errores del árbitro, y continuó yendo para acortar la distancia. Luego de un penal por offside de la marca galesa a pocos metros del ingoal, Emiliano Boffelli marcó con un tiro a los palos el descuento para el 10-3.
Los Pumas evidenciaron la levantada a través de la confianza del penal del rosarino. los 40, luego de un buen ataque que incluyó una escapada de Santiago Carreras, Tomás Cubelli recibió un golpe sin pelota, que ameritaba amarilla, y Boffelli acertó a los palos para irse al descanso perdiendo 10-6.
En el inicio de la segunda parte, Argentina salió más revitalizado y con la fe intacta. Boffelli, clave durante toda la tarde, volvió a achicar el marcador con otro penal cerca de los palos, que dejó el marcador 9-10.
Los Pumas, a esa altura, tenían la protagonismo y fueron por más, ante un rival que no lograba penetrar la defensa argentina. A los 45, Juan Martín Gonzalez pescó una pelota y, a través de un penal de atrás de mitad de cancha, Boffelli puso el 12-10 para los Pumas, para estar por primera vez en el partido por delante en el marcador.
Sin embargo, a los 56, luego de varias fases de ataque en campo de los Pumas, Tomos Williams encontró un hueco en el ruck y apoyó el try. Luego Biggar anotó la conversión para el 17-12 para Gales.
Pero los Pumas fueron con todo en búsqueda de dar vuelta, otra vez, el resultado. A los 67, después de tanto ir de salidas de line, Joel Sclavi comandó el maul y anotó el try, que Boffelli convirtió para dejar el partido 19-17 a favor de los Pumas.
Pero la jufada del partido, que marcó un quiebre, llegó a los 74. Gales perforó, encontró un hueco y cuando Rhamys Sammit estaba por apoyar sobre la línea izquierda, Matías Moroni metió un tackle salvador e inolvidable, que sirvió para sostener la ventaja.
En ese monento, Lautaro Bazán Vélez metió un buen kick para darle respiro al equipo y llegó la escena que liquidó el encuentro. A los 76, Gales atacó a una salida del scrum, pero Nicolas Sánchez interceptó la pelota y se fue directo al try para luego de la conversión de Boffelli poner el 26-17 para los Pumas
A los 79, ya sobre el final, Agustín Creevy, que había ingresado por el capitán Julián Montoya, pescó una pelota y el propio Sanchez liquidó la historia con un penal a los palos. Fue final y desató la locura de los más de 20 mil argentinos. Ahora, a los Pumas se le vendrá un difícil rival, que saldrá de Irlana o Nueva Zelanda, pero con la certeza de saber que el equipo argentino se quedará hasta el final del torneo.