El desesperado equipo neerlandés Vitesse Arnhem recurrió a la financiación colectiva en un intento por conservar la licencia del club para jugar en primera división la próxima temporada y ha recaudado más de un millón de euros hasta el viernes, con los jugadores donando sus salarios a la causa.
El Vitesse descendió esta temporada de la máxima categoría por primera vez en 35 años, tras una reducción de 18 puntos impuesta por la Federación Nerlandesa de Fútbol por incumplir persistentemente las condiciones de su licencia y facilitar información incorrecta a las autoridades.
El club no recurrió la sanción, pero se enfrenta a una carrera contrarreloj para conservar su licencia para competir a nivel profesional la próxima temporada.
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Según informaciones aparecidas en Países Bajos, tiene plazo hasta la próxima reunión del comité de licencias, el 17 de mayo, para cumplir ciertos criterios, con unas deudas de 18,9 millones de euros (20,35 millones de dólares).
La entidad no tiene que recaudar esa cantidad, pero debe demostrar que tiene un plan sostenible para el futuro. "Están llegando donaciones de todos los rincones", declaró el capitán del Vitesse, Marco van Ginkel, a la página web del club. "Por supuesto, nosotros como grupo no podemos quedarnos atrás".
"Por eso hemos decidido sacrificar nuestro sueldo por el club. También esperamos hacer una buena contribución. Vamos por los dos millones", agregó.
(1 dólar = 0,9289 euros)
Con información de Reuters