El miércoles 13 de agosto de 2014, San Lorenzo se coronó campeón de la Copa Libertadores por primera vez en su historia al vencer por 1 a 0 a Nacional de Paraguay en el partido de vuelta en el Nuevo Gasómetro. Gracias al gol de penal convertido por Ortigoza, el equipo de Boedo logró superar la frustración de haber intentado levantar el trofeo sin éxito en el pasado. Cómo fue el viaje deportivo que tuvo que realizar el equipo dirigido en ese momento por el "Patón" Bauza para lograr su hasta ahora único título en este preciado torneo.
¿Cómo fue el recorrido de San Lorenzo en la Copa Libertadores 2014?
Los primeros seis partidos de San Lorenzo en la Copa Libertadores resultaron traumáticos. El 11 de febrero, los dirigidos por Bauza sufrieron su primera derrota por 0-2 ante Botafogo en Brasil. Luego, tuvieron una pobre victoria 1-0 contra Independiente del Valle y un empate 1-1 frente a Unión Española en casa. Posteriormente, cayeron preocupantemente 0-1 en Chile y empataron 1-1 en Ecuador. Esto hacía que el el equipo de Boedo llegase al último partido con pocas esperanzas de clasificar.
Con solo una victoria, dos empates y dos derrotas, las cosas se habían complicado. La clasificación pendía de un hilo, al punto que en la noche del 9 de abril, San Lorenzo vencía 2-0 a Botafogo con solo dos minutos por jugar y aún seguía eliminado. Sin embargo, la increíble victoria de Independiente del Valle por 5-4 frente a Unión Española en Chile obligaba al Ciclón a marcar otro gol para no quedar tercero por menor cantidad de goles a favor. Fue entonces cuando apareció Ignacio Piatti, la gran figura en ese equipo, y marcó el gol de la clasificación.
De esta manera, el Ciclón entró a los octavos de final como el penúltimo de los 16 clasificados (el último fue su rival derrotado en la definición), habiendo sorteado un camino muy difícil hacia la siguiente fase. Fue a partir de ese momento que se empezó a ver lo mejor del equipo. En el enfrentamiento contra Gremio, un rival que se le presentó muy difícil, a día de hoy sigue grabado en la retina de los cuervos. Lograron ganar por 1-0 en casa, pero en Brasil el equipo caía por el mismo resultado. Fue allí donde Torrico tuvo una actuación destacada al detener dos penales (a Barcos y a Rodríguez) en la tanda que le permitió a San Lorenzo avanzar a cuartos de final con un resultado de 4-2. Poco a poco se empezaba a construir la leyenda.
Otro equipo brasileño se presentó en el camino de San Lorenzo para cuartos de final. Cruceiro era un rival que en la previa también se asimilaba más que difícil. En la ida, el Nuevo Gasómetro explotó con el gol de Santiago Gentiletti que le dio el 1-0 definitivo al equipo de Boedo. En Belo Horizonte, el gol tempranero de Piatti le trajo calma a los cuervos, y el empate final 1-1 terminó decantando, por resultado global, el pase a la semifinal para el equipo argentino.
Después de eso, llegó el parón programado debido al Mundial. Fue necesario soportar la ansiedad durante más de dos meses, desde el 14 de mayo hasta el 23 de julio. Sin embargo, los nervios se disiparon rápidamente cuando San Lorenzo ganó cómodamente en casa contra el equipo boliviano con un resultado de 5-0, lo que les dio una gran confianza para el partido de vuelta en La Paz, aunque finalmente perdieron por 1-0 en los minutos finales. A pesar de esto, lograron avanzar a la final de la Copa Libertadores.
La final de la Copa Libertadores 2014
Se dio la particularidad de que para esta final, los dos equipos que llegaban eran nóveles finalistas. San Lorenzo llegaba como el gran candidato, pero tenía en frente un duro rival ante un sorpresivo Nacional de Paraguay que había dejado en el camino a Vélez, Arsenal y Defensor Sporting en la semifinal. En la ida en Asunción igualaron 1-1.
Así, todas las luces estaban puestas en el partido de vuelta, que se jugó en un Nuevo Gasómetro rebalsado de gente. El equipo que salió al campo aquella noche formaba con: Sebastián Torrico; Julio Buffarini, Mauro Cetto, Santiago Gentiletti, Emmanuel Mas; Héctor Villalba, Néstor Ortigoza, Juan Mercier, Leandro Romagnoli; Mauro Matos y Martín Cauteruccio. En una final dura y por momentos deslucida, el ya mítico penal de Néstor Ortígoza terminó consagrando al Ciclón y dándole la primera Copa Libertadores en su historia, algo que hasta hoy todos los cuervos siguen recordando con mucho afecto.