El jueves al mediodía, el fútbol argentino vivió un cimbronazo. Más allá de los colores de los clubes, el adiós -o quizás hasta luego- de Marcelo Gallardo a River significó la ruptura de uno de los ciclos más largos, en cuanto a proyecto, en los torneos nacionales. Desde ya, los que más lo sintieron fueron los hinchas del club de Núñez que, rápidamente, empezaron a hablar sobre una sensación de orfandad. El espacio vacío es grande y cada ídolo, cada referente, al irse abre un hueco.
Desde que se conoció la decisión de Marcelo Gallardo las cuentas sobre las cosas que ocurrieron durante su estadía se multiplicaron. En estos ocho años y medio, por ejemplo, hubo tres presidentes (Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández). No existía Tik - Tok y tampoco el trap. En una realidad y en un deporte en el que la continuidad y la estabilidad no abundan, los años de Gallardo en River ayudaron a ese club a reformular una identidad lastimada tras su descenso en 2011. La reconstrucción de esa identidad estuvo cimentada, principalmente, en Marcelo Gallardo. Desde ya, el proyecto tuvo la suerte -y capacidad- de ganar un torneo de inmediato y luego lo avaló a lo largo de los años. Sus 14 títulos así lo demostraron. Esa confluencia entre éxitos y estilo llevó a la idolatría que en el adiós del último jueves produjo un dolor en el pecho para los hinchas millonarios.
"La única certeza que tenías es que, te podía pasar un montón de cosas, pero Gallardo estaba ahí", dice una hincha en charla con El Destape. También, por otro lado, Ítalo -fanático del club- añadió: "Lo que generó Gallardo en River trasciende una idolatría. Gestó una identificación tan grande para con él, como para con el club. Lo que genera es un vacío y una incertidumbre lógica. Que se puede llenar de una sola manera: ganando y gustando".
En un país futbolero y con la pasión que se vive la actualidad de un club, la sensación de "desamparo" para los hinchas es lógica. Uno de los miles que escribió al respecto en las redes sociales fue Nicolás, fanático de River, allí relató: "Es difícil imaginarse el futuro cuando te dicen que perdés el que fue durante tanto tiempo tu lugar seguro. Cambiamos de laburo, de pareja, tuvimos hijos, nos salieron canas, nos quedamos pelados, despedimos familiares. Lo único que nunca cambiaba era Gallardo". Luego, en charla con este medio, añadió: "Esto parece ser un impasse, un descansos para las dos partes después de un año agotador. La sombra de Gallardo va a seguir estando en River cuando a cualquier DT que lo suceda no le vaya del todo bien, mientras esté en actividad, la gente va a pensar en él como la primera opción. De alguna manera, ese lugar lo ocupaba Ramón Díaz".
Así como cuando finaliza una telenovela o un artista decide retirarse, el vacío tras el adiós de un ídolo aparece. En este punto, para ser realistas -no negativos- la sensación de orfandad ocurre a millones de fanáticos, pero es difícil imaginarlo. Por ejemplo, Lionel Messi ya anticipó que el Mundial de Qatar 2022 será "probablemente" el único de su carrera. Ya con 35 años su retiro también es cercano. Con respecto a este tema, El Destape habló con un fanático de La Pulga que no suele darvsu nombre pero es conocido en la red social Twitter como uno de loa influencers de Messi. Su cuenta @Messimo10 tiene más de 300 mil seguidores y onsultado sobre qué sensación podría tener ante un retiro, dijo: "No soy capaz de imaginarlo. Desde que tengo uso de razón, Messi es mi ídolo y una situación cotidiana de mi vida es verlo jugar cada tres días". En este punto, añadió: "Seguramente será un vacío enorme para todos, yo creo que los primeros meses post retiro no vamos a aceptarlo. Vamos a seguir creyendo que va a volver".
Más allá de esa sentimiento de vacío, lógico, por ver el adiós de un ídolo, lo cierto es que con el paso del tiempo, siempre emerge una figura o un retorno que toma ese lugar. La vuela de Juan Román Riquelme -en forma de dirigente- a Boca, la aparición -hace mas de 15 años- de Lionel Messi en la Selección luego del retiro de Diego Armando Maradona (once años después), la identidad forjada por Marcelo Gallardo tras Ramón Díaz. Siempre, con el paso de los años, los ciclos vuelven a formarse. El chau de una figura, también puede ser la aparición de otra.