Después de lo que fue un raid que duró más de cuatro meses entre las confirmaciones, negaciones y análisis sobre la situación que vivían tanto Colombia como Argentina para ser sede de la Copa América, finalmente la sede quedó elegida. El gobierno de Jair Bolsonaro aceptó y garantizó oficialmente que será el país organizador del torneo.
Después de que el gobierno argentino haya decidido que la Copa América no se iba a jugar en el país, la Conmebol, le ofreció el torneo a Brasil. Después de que se hayan bajado Uruguay y Chile, finalmente el ofrecimiento llegó a ese país y Jair Bolsonaro no lo rechazó. Si bien el lunes el jefe de Gabinete lo puso en duda, finalmente, lo confirmó a través de redes sociales.
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El ministro Luiz Ramos escribió: "Confirmada la Copa América en Brasil. Ganó la coherencia. Brasil alberga partidos por Libertadores, Sdamericana. Por no hablar de campeonatos estaduales y brasilleños. No podemos darle la espalada a un campeonato tradicional como este". La última Copa América también se había jugado en Brasil. En ese torneo, la Selección Argentina salió tercera y allí Lionel Messi tuvo una explosión contra la Conmebol y contra los que dirigen el fútbol.
El domingo por la noche, explicando que pronto habría novedades sobre el nuevo país anfitrión, y pese a que se especuló con que Estados Unidos sea la nueva sede, Conmebol decidió optar por Brasil: un país en donde la pandemia por el coronavirus es aún más alarmante que en varios puntos del planeta y donde, de forma insólita, se alojará una competición que podría ser una bomba sanitaria para la región.
La situación en Brasil es caótica. Es el segundo país, detrás de Estados Unidos, con mayor cantidad de muertes por COVID-19. Y el tercero en cantidad de casos. El último 27 de mayo, por ejemplo, Bolsonaro presentó una acción a la Corte Suprema para pedir que las medidas de gobernadores y alcaldes para "lockdown" o restricciones sean declaradas inconstitucionales. En medio de esta situación, entre las sedes están Brasilia, Río de Janeiro, Cuiabá y Goiana.
En ese sentido, Bolsonaro informó que están comprometidas las ciudades de Brasilia, Río de Janeiro, Mato Grosso do Sul y Goiás para recibir partidos, mientras que podría sumarse Florianópolis en las próximas horas. "Estamos en condiciones de realizar la Copa América con los mismos protocolos que se utilizan para los partidos internacionales de clubes", explicó Bolsonaro, en conferencia de prensa. .
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