Asia volverá a quedarse sin representación en los cuartos de final de la Copa Mundial, pero varias victorias inesperadas y vibrantes exhibiciones hacen que muchos en el continente sientan que la distancia que les separa de los mejores equipos se está acortando.
La primera Copa Mundial celebrada en el mundo árabe fue también la segunda celebrada íntegramente en el continente más poblado del planeta, y pesos pesados como Argentina, Alemania, España, Portugal y Dinamarca conocieron la derrota a manos de equipos de la confederación asiática.
Japón, Corea del Sur y Australia superaron la fase de grupos, lo que supuso un récord de representación en octavos de final, pero ninguno pudo emular a los Guerreros de Taeguk de 2002 y a la selección norcoreana de 1966 llegando a cuartos.
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Sin embargo, no se despidieron dócilmente: Australia cayó solo por 2-1 frente a Argentina, Japón perdió en la tanda de penales ante Croacia tras un empate a 1-1, y Corea del Sur luchó hasta el final pese a encajar cuatro goles tempraneros ante Brasil.
"Brasil mereció ganar... pero ha sido extraordinario lo que ha sucedido con el fútbol coreano en los últimos cuatro años", declaró el seleccionador surcoreano, Paulo Bento, tras la derrota por 4-1.
"Hoy hemos sido muy atrevidos en la forma de plantear el partido; aunque estábamos bajos de energía, hemos sido fieles a nuestro estilo hasta el final, y me he sentido muy orgulloso de ello".
La única gran decepción fue la actuación de Qatar, país anfitrión y campeón de Asia, que no dio la talla en ningún momento y fue el único de los seis equipos de la confederación que no consiguió una victoria.
Sin embargo, su vecina Arabia Saudita puso el mundo del fútbol patas arriba al remontar un 2-1 adverso ante la Argentina de Lionel Messi en su partido inaugural, en lo que los estadísticos de Gracenote calificaron como la mayor sorpresa de la historia de las Copas Mundiales.
Los sauditas fueron incapaces de sacar provecho de esa victoria y se despidieron tras dos derrotas en la fase de grupos, pero dirigirán su atención a la próxima Copa Asiática con una confianza renovada.
Irán, quizás distraída por la agitación de las protestas antigubernamentales en su país, fue vapuleada por Inglaterra (6-2) en su estreno, pero recuperó la credibilidad con una victoria por 2-0 sobre Gales, antes de despedirse con una derrota por 1-0 ante Estados Unidos.
"PODEMOS GANAR EN LA ESCENA MUNDIAL"
Japón, Corea del Sur y Australia —que abandonó la confederación de Oceanía en 2006 para pasar a la asiática— se encargaron de enarbolar la bandera asiática en las rondas eliminatorias.
Japón sorprendió tanto a Alemania como a España (2-1 en los dos encuentros) y se proclamó primera de un grupo muy complicado, incluso después de haber sufrido un revés (1-0) a manos de Costa Rica.
"Nuestras victorias sobre España y Alemania, dos de los mejores equipos del mundo, nos dan una gran confianza", declaró el seleccionador japonés, Hajime Moriyasu.
"Por supuesto, hay muchas cosas que todavía tenemos que aprender, pero podemos ganar en la escena mundial. Todas las personas que se dedican al fútbol en Asia, así como Japón, pueden compartir nuestra felicidad".
La actitud combativa de Corea del Sur le valió una victoria por 2-1 en el último suspiro contra la Portugal de Cristiano Ronaldo, sellando su pase a octavos de final, con un gol de Hwang Hee-chan en el tiempo añadido.
De todos los éxitos cosechados por las selecciones de la confederación asiática, el pase de Australia a octavos de final fue quizá el más sorprendente, dado que se había colado en el torneo a través de dos repescas.
El equipo de Graham Arnold se recuperó de una derrota por 4-1 a manos de Francia para vencer por 1-0 a Túnez y Dinamarca y alcanzar los octavos de final por segunda vez en su historia.
"Es fantástico para Asia", declaró Arnold. "Creo que el fútbol asiático es cada vez más fuerte, y nos estamos poniendo al día rápidamente".
Con información de Reuters