En el universo literario retorcido de Stephen King conviven demonios, monstruos y criaturas pesadillescas que le valieron el título de "El Rey" del terror. En un nuevo cumpleaños (74) del prolífico autor de Carrie, El Resplandor, It, La zona muerta, Cementerio de animales y Cujo, entre tantas otras novelas y antologías (muchas de ellas con adaptaciones en cine y series) existe un episodio poco conocido durante los '90 que vinculó al autor con Argentina. Se trata de la adaptación teatral de la obra Misery, estrenada en 1999, con la dupla Rodolfo Bebán y Alicia Bruzzo como los protagonistas de la historia de suspenso.
Misery empieza con Paul Sheldon, un escritor deseoso de emprender un trabajo más serio en su carrera, luego de terminar la saga de sus novelas románticas más famosas con una historia final que acaba con el personaje, Misery Chastain. Después de un accidente automovilístico, el autor es rescatado por Annie Wilkes, su "fan número uno", pero al poco tiempo Paul descubre que ha sido encarcelado por esta mujer obsesionada y desquiciada que llegará a extremos terroríficos para ver resucitar a su personaje favorito.
El libro que fue llevado al cine en 1990, en una brillante adaptación dirigida por Rob Reiner, le valió merecidos reconocimientos a Kathy Bates (quien encarnó a la sádica Annie Wilkes) entre los que contaron un Globo de Oro y un Oscar a Mejor Actriz. James Caan, Lauren Bacall y Richard Fansworth completaron el elenco de una de las películas más celebradas por los fanáticos de King. De hecho, el mismo autor la calificó como una de las mejores cintas que se hicieron sobre su obra. "No todas las películas basadas en mis libros me parecen igual de buenas. La que más me gusta es Misery porque -y Dios bendiga a Rob Reiner, pues pienso lo mismo de Cuenta Conmigo- no tuve nada que ver con esos proyectos aparte de haber escrito el material en que se basaron", expresó, en declaraciones a la prensa.
Una adaptación teatral muy criticada y un accidente sangriento en el escenario
Al momento de su estreno, la puesta teatral argentina dirigida por Manuel González Gil no cosechó las mejores críticas y la opinión general de la prensa no fue favorable ni con los actores ni con el desarrollo de la historia. "En lo actoral, Rodolfo Bebán tiene muchos momentos de sobreactuación, en los que su Paul Sheldon resulta poco creíble. Alicia Bruzzo, una excelente actriz, se lleva las loas. Sobre todo, por su tendencia a la verosimilitud, pese a que la dirección le permite algunos desbordes expresivos (como la escena en la que golpea su plato), que en lugar de generar sensación de peligro en el público lo hacen reír", fuilminó la crítica Alejandra Herren (La Nación), al momento del estreno.
Más allá de las opiniones críticas, el espectáculo que pudo disfrutarse en el teatro Metropolitan tuvo un desagradable y peligroso episodio que le valió un lugar de privilegio en los diarios y segmentos culturales: el accidente que terminó con un cuchillo clavado en la panza de Alicia Bruzzo. Un martes de 1999, durante una función de Misery, a Rodolfo Bebán se le escapó la mano y siguió de largo con un cuchillo filoso que se clavó en su abdomen.
"Fue una imprudencia mía, de Rodolfo y del director, que es el primero que tiene que cuidar que no pasen este tipo de cosas", relató la intérprete en declaraciones a Clarín, donde aprovechó para escrachar al director quien fue a verla recién el jueves. "Todavía me preguntó por qué no trabajamos con un cuchillo sin filo, pero quiero aclarar que no estoy para nada peleada con él.El accidente ocurrió durante una escena en la que el personaje de Bebán imagina que mata a Bruzzo con su puñal. Ni siquiera hay lucha entre nosotros; incluso, como todo pasa por su cabeza, yo me dirijo a él con los brazos abiertos. Nunca imaginé que esto podía pasar", señaló Alicia despejando cualquier conflicto con Bebán.