Narrar los tratamientos de fertilidad: entre la ética, el dolor y el deseo

21 de agosto, 2023 | 16.08

Apenas explorada en la ficción, la reproducción asistida y los tratamientos de fertilidad es un tema central en "Fantasticland" y repone la vacancia sobre este campo en la literatura, con una narradora que tensa al máximo los límites de su deseo mientras se ve sometida a procedimientos e intervenciones médicas que la abruman y la llevan a pensar en lo ético, lo artificial y la relación entre lo natural y lo cultural, la genética y la violencia del sistema.

¿Cómo se narra el cuerpo intervenido, la emoción, el deseo, el enojo también? ¿Fue un desafío abordar este tema? "Si -responde Wajszczuk y agrega: había pasado cierto tiempo desde que yo había pasado por esos tratamientos, entonces pude tener una distancia para sacar y dejar las partes que me podían servir para una ficción".

"Es decir, si yo contara un tratamiento médico de principio a fin no tendría ningún interés pero sí lo que le pasa a una persona atravesando todo eso. Es un mundo que uno no se imagina. Sobre congelar óvulos no hace mucho años que se habla del tema, hay mucho desconocimiento y también se han creado nuevos mandatos. Primero, que todo es posible y todo no es posible, y por otro lado, que hay que ser fértil hasta cualquier edad y eso es absolutamente falso, o sea una mujer de más de 45 años, una de cada miles puede quedar embarazada naturalmente. No es cierto y ahí pareciera que también los medios no colaboran cuando las mujeres de 50 años con sus bebés en brazos y en ningún momento se habla de tuvo ese bebé por ovodonación o técnicas de reproducción asistida".

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Para la autora, el desconocimiento y la desinformación no "contribuyen a que las verdaderas preguntas puedan aparecer: cuál es mi límite, hay qué hacerlo, cuáles son las opciones o cuáles son mis verdaderos deseos... ya de por sí los deseos son complicados porque nunca son puros. Me parece interesante que existan relatos sobre el tema porque contribuyen a visibilizar algo que está o muy romantizado o dañado, porque si a los 45 tenés ganas de tener un hijo sola o encontraste pareja y querés tener un hijo y no podés, te sentís que estás fallada. Pero no estás fallada, es la biología", apunta.

En ese sentido, la biologización del cuerpo en lo social trae preguntas incómodas, como le ocurre la protagonista que se pregunta qué estaba haciendo cuando era fértil. ¿Cómo operan estas reflexiones en un proceso así? "Siempre la culpabilidad. Porque en ese deseo de la mujer que quiere ser madre todavía pesa el mandato de que es algo natural y que debería salirte a la primera vez que tenés sexo, a veces pasa, y a veces lamentablemente pasa, porque puede ser un problema".

La autora nacida en Quilmes en 1975 también plantea una objeción a la falta de visibilidad del tema: "Más allá de que biológicamente las mujeres tenemos una edad fértil acotada, también vivimos en un mundo lleno de antenas y agroquímicos y estrés y no sabemos cuánto de todo eso también está influyendo para que cada vez más parejas tengan problemas para concebir. Este sistema médico hegemónico también es un modelo extractivista y en los tratamientos de fertilidad se ve mucho eso: hay que darte de todo para sacarte un montón de óvulos para después hacer no sé qué cosas. Eso tiene un costo, primero emocional, pero también físico".

Con información de Télam