Laganja Estranja es una de las drag queens más icónicas del semillero RuPaul's Drag Race. En diálogo con El Destape, la estrella internacional se explaya sobre la batalla de lip sync que protagonizará en Buenos Aires, su salida del closet como mujer trans, los prejuicios y estigmas sociales que enfrenta y las posibilidades de dejar el drag.
Laganja será parte de Lip Sync Assassins, show que tendrá lugar en Niceto Club el 22 de febrero a las 19, donde la diva batallará contra Silky Ganache, Alexis Mateo y Mayhem Miller. Las drag queens revivirán sus performances más icónicas del reality que las llevó a la fama, RuPaul's Drag Race.
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¿Qué es para vos ser una drag queen?
- Bueno, creo que en el principio de mi carrera el drag fue una manera de expresar, no solo para los demás sino para mí misma, mi feminidad. Cuando comencé mi transición de género a una mujer trans y me acepté realmente, ahí se convirtió es una forma de arte. Antes era más la manera en que encontraba para poder ser quien era, pero ahora lo veo como una expresión artística, como veo a la danza. El drag incluye muchas formas de arte: danza, maquillaje, carisma a la hora de hablar. Debes ser graciosa, debes ser una diosa, hay un montón de cosas que rodean a una drag. Creo que es la combinación de las artes que realmente me interpelan.
¿Cuándo descubriste tu pasión por la danza, el maquillaje, por ser una drag queen?
- A mi pasión por la danza la descubrí a una edad muy temprana, la danza es la que me llevó al mundo drag. Después de haber intentado en muchos, muchos deportes, mis padres me anotaron en una escuela de ballet. Una vez que estaba dentro, con un espejo frente a mí y rodeada de mujeres me sentí mucho más cómoda. Actualmente la danza es mi mayor pasión. No descubrí al drag hasta mis 11, 13 años. Empecé a jugar con la ropa de mi hermana cuando estaba sola en casa y así desarrollé este amor por el show. Llevaba la ropa de mi hermana a mis campamentos de comedia musical y hacía shows para todos mis compañeros durante el almuerzo. Empezó a crecer y crecer hasta que en la secundaria decidí tomármelo en serio y ahí empecé a estudiar maquillaje, peluquería, estilismo y todo lo que necesitaba para ser drag.
¿Fue difícil ese proceso? ¿Viviste alguna situación discriminatoria por ser drag?
- Sí, absolutamente. El drag vino con muchas barreras. Una de ellas fue que desde que hago drag he estado soltera, más de diez años sin una pareja. Creo que eso se debe al drag en parte, hay muchos prejuicios en la comunidad queer hacia la feminidad, especialmente con hombres gays. Ahora, como mujer trans, entiendo que eso era una fricción que ocurría en mí. Pero también hay muchas dificultades que enfrentar. Hace poco tuve un problema porque estaba en un baño de mujeres y una chica se molestó por que yo estuviera ahí. Hay muchas batallas que enfrentar para ser vos misma.
¿Creés que en la actualidad la sociedad evolucionó un poco en ese sentido, en comparación con años atrás?
- Creo que sí, que estamos evolucionando y me gusta pensar que soy parte de ese cambio. El hecho de haberme asumido como trans en junio del año pasado, en el Orgullo, es porque le quiero demostrar a la gente que ya no tenemos que tener miedo, que podemos ser valientes, que podemos estar en el centro y al frente. Pero dicho esto, como recién dije, tuve esa situación en un baño público. Creo que aún hay un tremendo trabajo por hacer para la comunidad trans y queer.
Además de ser una drag queen, también sos bailarina, coreógrafa. ¿Pensaste en dejar el drag y dedicarte a otras expresiones artísticas?
- ¡Todos los días! (Risas). Todos los días pienso en eso. Durante mucho tiempo quise dejar el drag, para ser honesta, y se debía a que conlleva mucho esfuerzo físico y estético. En cada performance bailo, salto plataformas, me corto, me lastimo por el nivel de riesgo de las coreografías. Por supuesto que es extremadamente cansador y hay momentos en que he pensado en dejarlo o deseado que mis otras habilidades artísticas ganaran popularidad para poder dejar el drag.
Específicamente ahora que he transicionado, he aprendido un montón sobre las razones por las que me quedaba en el drag. Lo hacía porque era la única manera para mí de expresar quien realmente era. Pero ahora me despierto cada mañana y me siento hermosa y en mi verdad, me doy cuenta que los tacos y las pestañas enormes ya no significan para mí lo que significaban cuando aún no había transicionado. Ahora estoy enfocada en mi música, en hacer coreografías para otros, como Trixie y Katya, estoy actuando en películas, coreografiando para Broadway. También me enfoco en expandir mi marca: estoy escribiendo un libro, trabajo en una línea de moda. Trato de evolucionar y ampliar mi campo para que mi único negocio no sea hacer performances todas las noches de mi vida.
A pesar de eso, jamás le daría la espalda al drag. La razón por la que he llegado hasta aquí es el drag, por lo que siempre amaré esa forma de arte y siempre seré la fan número uno de RuPaul’s Drag Race. Y asimismo aún hago presentaciones como Laganja, como haré en Buenos Aires.
¿Qué podés adelantar del show en Buenos Aires?
- Estoy súper emocionada por volver. La gente es lo más allá, la comida es fantástica. Tengo muchas ganas de llevar nuevamente mi performance, para aquellos que se la perdieron la primera vez. También agregamos un poco de “twist”: no sé si escuchaste a la cantante Anitta, pero estaré cantando un mash-up de su nuevo single con el mío y estoy muy emocionada con eso. Además haré performances con mis propias canciones. La vez pasada llevé mi canción Look At Me, en la que colaboro con J Tyler, quien escribió el track. Y ahora estoy muy ansiosa por hacer mi más reciente single Poison Ivy, que saqué el año pasado. Tengo muchas ganas de llevar de nuevo la energía arriba y a la clásica Laganja.
¿Es muy cansador hacer una gira internacional?
- Te diría que muchas veces es muy cansador, pero seré honesta: nuestro manager ha tenido tanta consideración para con nosotras la vez anterior que no se sintió agotador, se notó muy preparado y espero lo mismo para esta vez. Vamos a hacer más ciudades pero es algo que me encanta. El hecho de poder compartir mi arte fuera de Estados Unidos es un gran honor, es un regalo.
¿Aún mantenés contacto con RuPaul?
- En realidad nunca estuve en contacto con él. Es un hombre muy profesional, por lo que teníamos contacto solo en contextos profesionales. No es que tengo su número y chateamos, pero dicho eso, siento su apoyo hacia mí cada día y valoro la lucha que él mantuvo por nuestra comunidad. Poca gente lo sabe, pero RuPaul’s Drag Race tardó diez años en conseguir que una plataforma masiva lo tomara. Él ha luchado mucho para crear esa marca, no solo para él sino para todos nosotros. Su expansión nos hace ver que él nos ama y que quiere que las reinas de todo el mundo sean valoradas.
¿Todo lo que ocurre en el reality es cierto, como las peleas o ese espíritu tan competitivo? ¿Algunas situaciones son exageradas para el show?
- Sí, todo lo que pasa es real. No te pueden hacer decir algo: lo que sale de tu boca, salió espontáneamente. Aunque obviamente que hay situaciones en las que los gritos o cosas así son un poco exageradas para el show. Hay algunos momentos en que la verdad es un poco manipulada, pero al fin y al cabo se llama “reality” porque hay una sensación de algo muy real allí.
¿Qué pensás sobre las teorías del feminismo radical que se oponen al drag y argumentan que ridiculiza y estereotipa a las mujeres?
- Mi percepción de este asunto ha cambiado cuando transicioné de género y empecé a experimentar lo que es ser una mujer en la sociedad de hoy en día. Las escucho y las entiendo, creo que estoy un poco en el medio de esta cuestión. Si no hubiera sido por el drag, nunca me podría haber descubierto como una mujer trans y siento que hay mucho poder y una hermosa oda a las mujeres en esa disciplina. Pero por supuesto ahora que vivo mi verdad todo el tiempo es como “no quiero usar estas pestañas enormes”, luzco hermosa como lo estoy ahora.
Claro. Entonces, desde que sos una chica trans, sentís una presión social por feminizarte..
- Sí, totalmente. Estoy en el inicio de mi transición y sin maquillaje ni pelo aún luzco, no súper masculina, pero un poco. Pero últimamente, siento que cuando me maquillo y me pongo tacones no soy más mujer de la que soy recién levantada a cara lavada. Es algo que estoy aprendiendo. La sociedad ha puesto una gran presión estética en las feminidades para que sean un perfecto espécimen de la belleza. Como mujer trans, quiero ayudar a que esos conceptos mueran. Entonces, definitivamente hay mucha presión pero estoy luchando fuerte para mostrarle a otras mujeres que ser auténtica es la mejor manera de ser una mujer en la sociedad de hoy en día.
Por último, ¿cuáles son tus tres divas del Pop favoritas?
- Mi ícono pop favorito, que en realidad es un ícono rap, pero está definitivamente en la cultura pop es Missy Elliot. Ella ha sido una inspiración para mí durante toda mi vida. Por supuesto que también soy una gran fan de Britney Spears, la amo desde que era una niña y la amo hasta hoy. Y, si tuviera que elegir una tercera, diría Anitta, creo que es increíble y amo su música.