Impacto por el tango premonitorio que cantó Julio Sosa antes de morir

El cantor Julio Sosa se consagró en el tango, fue amado por multitudes, pero en el pico de su carrera artística un accidente le quitó la vida a los 38 años. Cuál fue su canción “maldita".

27 de noviembre, 2024 | 17.47

El mítico artista Julio Sosa es considerado como el último cantor popular y su trágica muerte en un accidente lo une al destino final del mítico Carlos Gardel. Sin embargo, hay una canción tildada de “maldita” en el tango porque fue la última que interpretaron ambos referentes de la música rioplatense. Con solo 38 años, el apodado “Varón del Tango” había protagonizado una carrera fugaz en una Buenos Aires que lo despidió con honores en el mítico Luna Park.

La historia del cantor que desterró el llamado “tango llorón” comenzó en 1926, en Las Piedras, Uruguay. Julio Sosa nació en el seno de una familia humilde porque su padre, Luciano Sosa, era peón rural y su madre, Ana María Venturini, trabajadora doméstica y lavandera. Por eso, desde muy chico fue un laburante: “Ganaba un peso veinte por medio día, podando árboles porque me repartía el salario con mi padre, que trabajaba la otra mitad del día”, rememoró alguna vez. 

Cerca de sus 20 años comenzó su carrera artística en un concurso donde conoció el director de orquesta Hugo Di Carlo. En el certamen cantó “La Gayola”, el público lo ovacionó y terminó cantando con el maestro en Montevideo. Más tarde, en 1949, viajó a de probar suerte en Buenos Aires con cuatro pesos en el bolsillo, según recordó años más tarde. Se instaló en la casa de un amigo hasta que pudo mantenerse. Primero trabajó en el Café Los Andes, de Chacarita, y después arrancó su camino a ser legenda del tango.

Fue vocalista de la orquesta de Enrique Mario Francini y Armando Pontier, con la que realizó 15 grabaciones. Después pasó por las filas del conjunto de Francisco Rotundo, donde que grabó 12 temas y, a mediados de los años 50, regresó con Pontier. En esta última etapa, grabó algunos de sus mayores éxitos: “Cambalache”, “Padrino Pelao”, “Tengo miedo” y “Araca la cana”, entre otros. Ya era considerada una de las voces más importantes del tango y a comienzos de los 60’ empezó su carrera solista junto al bandoneonista Leopoldo Federico

El último tango de Julio Sosa terminó en tragedia

Finalmente, el 25 de noviembre de 1964, Julio Sosa fue como invitado especial a un programa de Radio Splendid. "Lo acompañé en el ensayo y en su actuación frente al micrófono. Ensayó varias composiciones, repasó ‘Amor de verano’, que tenía previsto grabar el viernes 27, cantándolo en forma realmente estupenda. Ya para el público, cantó. ‘Cuando era mía mi vieja’, ‘Dicha pasada’, y ‘Por qué canto así'", recordó hace varios años Federico Silva, poeta y letrista de “El mismo final”.

El programa quedó cortó y el locutor le pidió que cantara otra pieza. Fue entonces que cantó ‘La Gayola’. Después del programa, firmó autógrafos, recibió infinidad de saludos, y distintas muestras de admiración. Luego nos separamos... No sin antes que Julio me invitara varias veces a acompañarlo a la despedida de soltero que le ofrecían al locutor de la orquesta, Oscar Montalbán. No pude acceder porque estaba ocupado”, explicó Silva.

Tras esa despedida de soltero, que se llevó a cabo en una cantina del barrio porteño del Abasto, Sosa se subió junto a la joven cantante Marta Quintana, con quien vivía un romance, y un par de amigos a su auto DKW Fissora de color rojo. Pero como el cantor manejaba a gran velocidad, sus amigos decidieron bajarse a las pocas cuadras. Luego dejó a un colega en su casa ubicada en Sarandí y México y arrancó hacia la Costanera, donde iba a comer al “Carrito 7”, en Salguero y el río. Nunca llegó a ese destino.

Cuando Julio Sosa conducía por Avenida Figueroa Alcorta, a la altura de Mariscal Castilla, intentó esquivar un camión con combustible y chocó de frente contra el pilar de hormigón que protegía al semáforo que se ubicaba en el centro de traza vial. Inmediatamente, fue trasladado al Hospital Fernández y después al Sanatorio Anchorena. 

Julio Sosa con la coupé DKW Fissore que manejaba el día que murió en un choque.

Como consecuencia del accidente, cuatro de sus costillas se quebraron y se hundieron, provocando serias lesiones en uno de sus pulmones. Además, el cantor sufrió una fuerte conmoción cerebral. Ese mismo día, lo sometieron a dos intervenciones quirúrgicas, pero no pudieron estabilizarlo. A las 9.30 del 26 de noviembre de 1964 se confirmó la muerte de Julio Sosa, cuando solo tenía 38 años.

Su muerte conmovió al país y sus familiares decidieron velarlo en el Salón La Argentina, pero ante la gran cantidad de gente habilitaron el Luna Park para despedirlo allí. El entierro fue digno de una película: bajo la intensa lluvia, unas 200 mil personas caminaron desde Avenida Corrientes y Bouchard hasta el cementerio de Chacarita acompañando el cortejo.

Paradójicamente, las últimas frases que entonó en la mencionada Radio Splendid fueron proféticas: “Juntaré unos cuantos cobres pa’ que no me falten flores cuando esté dentro del cajón”. Curiosamente, ese tango, “La Gayola”, fue escrito por Armando Tagini a pedido de Carlos Gardel, y es uno de los que cantó el Zorzal Criollo en su última presentación en Colombia, antes del accidente aéreo que terminó con su vida.