El mítico cantor Carlos Gardel se convirtió en una de las figuras más famosas del país en pocos años de carrera artística, pero después logró conquistar al público de varios países europeos con su voz llena de tango, hasta llegar a Estados Unidos, donde se convirtió en una estrella del cine. Su éxito internacional en la antesala de su trágica muerte despertó el mito sobre dónde fue la última presentación que brindó en Argentina.
El lunes 24 de junio de 1935 Carlos Gardel perdió la vida cuando el avión en el que viajaba cayó cerca de Medellín, en Colombia, durante una gira por Latinoamérica. Su tumba se encuentra en el cementerio de la Chacarita y es visitada por miles de turistas y amantes del tango que todavía lo veneran. Sin embargo, la historia dice que el Zorzal Criollo cantó por última vez en Argentina en una localidad de Entre Ríos.
Según cuentan los historiadores, Carlos Gardel cantó en Concepción del Uruguay antes de cruzar el Río de la Plata para seguir su gira en Paysandú y no volver a brillar ante el público argentino. El músico popular caminó desde el Hotel París, frente a Plaza Ramírez, hasta donde se encontraba el entonces Teatro Avenida, donde ahora funciona un supermercado. Aquel edificio dedicado a las artes, el cine y la música se levantaba a pasitos de Plaza Constitución y el cantor había llegado hasta esa ciudad entrerriana un día antes en tren.
Los relatos periodísticos de la época cuentan una anécdota de don Pedro Rigalí, que supo tener su peluquería y venta de diarios, cuando con un amigo llegaron hasta Gardel para saludarlo: “Maestro, qué gusto”. Los uruguayenses recibieron una afectuosa respuesta y el pedido de un fósforo para “prender el faso”. Además, dicen que Gardel cantó esa misma noche y tuvo un gesto especial con unos 30 muchachos que no tenían el peso para la entrada.
La aclamada llegada de Carlos Gardel a su último show en Argentina
Del mismo modo, los miembros de la Fundación Internacional Carlos Gardel repasaron que tras el show en Concepción del Uruguay, el ídolo tanguero siguió su gira por ciudades del interior de la República Oriental del Uruguay. Durante los últimos días de octubre, el Zorzal Criollo visitaría entonces Salto, Paysandú, Mercedes y finalmente San José, dirigiéndose luego a Montevideo. Lamentablemente, tres meses más tarde, el 24 de junio del 35, el país se sumergía en una de sus mayores tristezas cuando llegaba la noticia de su muerte desde Medellín.
El artículo de la página de la Fundación cuenta que Gardel, tras cruzar en los llamados ferrobarcos por donde hoy es el puente Brazo Largo-Zárate, “saliendo de Ibicuy, el tren hacía paradas en Enrique Carbó, Larroque, Parera, Urdinarrain y Basavilbaso (…) allí el vagón sería enganchando al tren que venía de Paraná y se dirigía a Concepción.
Otra anécdota, rememorada por Simón Collier, es que durante esa gira por el interior argentino, llegando a Concepción del Uruguay, el vagón del tren donde viajaba fue desviado a un tramo lateral para que El Zorzal pudiera dormir. Una numerosa multitud se reunió afuera en silencio, esperando a que despertara. Cuando el cantante, luego de una siesta, se asomó por la ventanilla, todos “lanzaron el inevitable grito de ¡Vida Gardel!”.