Guillermo Beresñak sobre su nuevo disco: "Quería que fuese folklore latinoamericano"

El músico presentará su álbum Las últimas canciones creadas por humanos el 23 de abril en Café Berlín.

28 de marzo, 2022 | 16.16

Guillermo Beresñak presenta su disco Las últimas canciones creadas por humanos en Café Berlín, CABA, el próximo 23 de abril. En diálogo con El Destape Web, el artista habló sobre sus influencias musicales, el rol de la música en su vida y sus próximos proyectos. Después de más de 20 años de trayectoria en los que ha explorado una diversa rama de géneros musicales, Guillermo lanzó un álbum con sonidos latinoamericanos.

 

- ¿Por qué elegiste ese nombre para el disco?

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Porque siento que pertenezco a una manera de ser humano que fue cambiando con el tiempo por la tecnología, que fue avanzando y metiéndose en nuestras vidas. Nos fuimos convirtiendo en otra cosa, tan dependientes del celu o la compu todo el día. Estas ilusiones de chip dentro nuestro, por ejemplo esta manera de recorrer el mundo con unos anteojitos puestos. Siento que ya no somos lo que éramos, hay una evolución en puerta y al ser un disco hecho completamente con elementos acústicos (piano, contrabajo, guitarras, bandoneón) se contraponía un poco a la manera de hacer música de hoy en día, que va más de la mano de lo digital.

- El disco tiene sonidos muy orgánicos, ¿eso fue una decisión desde un principio?

Ya vengo del disco anterior trabajando así porque siento como que el mensaje que quería dar en estos discos es un poco más luminoso que la manera en la que escribía antes y descubrí que los sonidos orgánicos generaba un paisaje que lo representaba muy bien. Como contracara a eso, ahora estoy haciendo todo un disco con sampleos, voy variando, ahora quise hacerlo de esta manera.

- Dada esta amplitud de posibles caminos que ofrece la música, ¿cómo hacés para buscar un sonido para un disco?

En principio lo que hago es pensar en qué estilo quiero abordar y le pongo límites estéticos a lo que quiero hacer. En este disco quería que fuese folklore latinoamericano, que esos fueron los límites. Si bien hay una canción que es medio pop, también hice una bossa nova, una samba, un bolero, una bachata, un carnavalito. El haber tomado esa decisión fue dándole ese color. Son cosas que encontrás cuando vas haciendo también, cuando vas definiendo el equipo de trabajo. 

- ¿Qué diferencias hay entre hacer un disco con instrumentos reales y uno con sampleos y recursos electrónicos? ¿Disfrutás más de alguno de estos caminos?

Disfruto de los distintos caminos, lo paso bien haciéndolo. Quizá en los sampleos, en el camino de la compu, si bien lo estoy haciendo con un amigo, es un trabajo más solitario. Cuando lo hacés con instrumentos reales, vas convocando a otros músicos y se genera otro tipo de vínculo: un encuentro musical. Lo otro es más solitario y también me re divierte porque hago una música en la que voy escuchando todas mis decisiones personales en cada sonido, me escucho un poco más a mí.

- Después de haber compuesto tanto material diverso, ¿te cuesta encontrar nuevos sonidos?

Hay una búsqueda mía por no repetirme. Por eso quizá también voy tomando estas decisiones de abarcar un género musical y, una vez que lo hice, trato de pasar a otro y descubrirlo. Es una manera de aprendeherlo. Antes de hacer discos folklóricos, hice álbumes de rock, de pop, música electrónica. Voy tratando de no repetirme a partir de explorar los géneros musicales que descubro. No es algo que me resulte difícil pero sí es un desafío en cada disco.

- ¿Tenés algún género musical que quisieras explorar y aún no lo hiciste?

Me gustaría hacer un disco más orquestal. De piano y orquesta, donde tímbricamente se explore todas las posibilidades. Es algo que me gusta y voy haciendo algunas canciones, hace como siete años empecé a armar un álbum que voy cocinando lento. Los instrumentos de la orquesta son un montón, entonces de a poco, cuando junto algo de plata contrato a algún violinista que toque el chelo y así lo voy haciendo.

- ¿Cuándo se dio tu vínculo con la música? ¿Cómo fue?

De muy chico, al tener dificultades para integrarme socialmente en la escuela y en todos lados, sentí que la música era como un refugio para mí. Escuchaba mucho en mi pieza, encerrado, y era mi momento de bailar, saltar. Un encuentro con algo más explosivo mío porque cuando estaba en sociedad siempre era más quieto, me escondía. Mi mamá me enseñó a tocar la guitarra, después empecé a tomar clases de piano y ahí arranqué, más o menos a los 15, 16 años. La música fue lo que me abrió las puertas para expresar mis emociones, todo lo que no me salía hablando lo pude decir a través del sonido o en la poesía de las canciones. 

- ¿Y en esa época ya sabías que te querías dedicar a esto de manera profesional?

No, cuando empecé a aprender, no. Quizás el mandato familiar venía más para otro lado. Como mi viejo es abogado, era ver si yo heredaba ese lugar o alguna carrera parecida. La música siempre estaba en un lugar más de hobby pero nunca se me había presentado como una posibilidad de trabajo. No encontrar un camino a esa edad de 15, 16, me hizo deprimirme un poco, no encontraba un destino donde me sintiese cómodo. Una vez vino a mi escuela una exposición de universidades y vi que estaba la carrera de dirección orquestal y composición y ahí me cayó la ficha de que también era una posibilidad universitaria: era lo que mis viejos querían y tenía que ver con lo que yo hacía, que estaba escuchando música todo el tiempo y tratando de aprender canciones. Al principio ni siquiera lo tomaron en serio, pero cuando vieron que yo estaba entusiasmado me apoyaron. Pero la verdad que hasta 5° año no supe qué iba a hacer, lo descubrí en ese momento.

- ¿Hoy sos el artista que creías que ibas a ser cuando empezaste?

No, no soy lo que me imaginaba. Ahora tengo 41 años, ya llevo 20 de sacar discos y la verdad es que me sorprendió haber llegado a ciertos géneros. Por ejemplo al folklore, música que cuando arranqué ni escuchaba o la escuchaba más por mi mamá. Cuando arranqué me gustaba mucho Fito, Spinetta, Charly, tenía como esos modelos, siento que hay algo de ellos en mí, pero terminé tocando y produciendo un montón de música diversa. Hice la música de las pelis de Gilda y El Potro, muchas bandas de cumbia, género que cuando empecé no escuchaba. Así que la verdad no me lo imaginaba para nada y la vida me fue sorprendiedo gratamente. En vez de tener un sueño e imaginarlo demasiado, siempre tuve muy presente que había que vivir todo el tiempo pensando que el sueño era cada día.

- Para cerrar, si querés voy nombrando aleatoriamente algunas canciones del disco y vos me decís lo que se te venga a la cabeza sobre ese tema. Empiezo con Viviana.

Bueno, Viviana es mi esposa y también mi manager. Empezó siendo mi manager hace 12 años y estamos juntos hace 6. Siempre fui malísimo para los regalos, quizás porque muchas veces no tenía un mango y también por una fobia a hablar con gente desconocida que me impedía entrar en los locales. Hoy en día, lo estoy pudiendo hacer después de dos años de terapia. Pero en su momento no podía entonces le regalé esta canción a Vivi, para su primer cumpleaños que pasamos juntos.

- Nocturno.

A Nocturno la compusimos con un amigo que se llama Luciano Mazer, él me trajo esta música en una guitarrita chiquitita y para mí tiene como un aire norteño la música. Me llevó a cantar sintiéndome una coplera, de las que conocí en los valles calchaquíes. Así que me sentía como que estaba dando un mensaje al cielo, de alguna manera, porque arranca diciendo: “Yo estoy solito en el cosmos, me refugio en tu amor”. También sintiendo que la unión con Vivi es la unión de dos soledades, que van por el cosmos. No esta cosa de unión pegada del matrimonio, sino dos almas que están solas en el cosmos y sienten ese sufrimiento de la soledad, pero se refugian en el amor del otro y se protegen mutuamente.

- Por último, Pura mentira.

La música de Pura mentira la empezó mi amigo Juanito El Cantor y yo le puse la base de guitarra e improvisé la letra. Puse a grabar el celu e hice una pasada cantando lo primero que se me cruzaba por la cabeza. Hice otra vez lo mismo pero me gustó mucho más la primera, así que lo que quedó fue una improvisación total. Creo que esto de no pensar, no corregir, no tratar de decir algo inteligente me hizo hacer una letra donde veo mi subconsciente muy ahí.