El verdadero lugar de nacimiento del histórico cantor Carlos Gardel ya dejó de ser un mito, pero lo que muchos amantes del tango no saben es que existe un sitio especial en la Ciudad de Buenos Aires donde pueden disfrutar la maravillosa historia del “Zorzal Criollo”. Se trata del Museo Carlos Gardel que fue instalado en la casa donde habitó el artista que conquistó el mundo con su voz a principios del siglo pasado.
El hogar que habitó Carlos Gardel junto a su madre es hoy la sede del Museo Casa Carlos Gardel y su misión es rescatar, preservar, investigar y difundir el patrimonio vinculado con el artista, su época y las industrias culturales en las que participó. Para los interesados en conocerla y recorrerla pueden aprovechar La Noche de Los Museos organizada por el Ministerio de Cultura de la Ciudad y que celebrará este sábado 9 de noviembre desde las 19 en más de 250 espacios.
En este marco, en el Museo Casa Carlos Gardel se podrá ver “Troilo, el otro Gardel del Abasto”, una exposición que muestra por primera vez el acervo patrimonial de la familia de Pichuco, otro de los referentes máximos de la música popular. “Se podrán observar desde las partituras originales de Pichuco y el archivo fotográfico familiar hasta su bandoneón, premios y sus 485 grabaciones comerciales”, indicaron fuentes oficiales sobre las actividades que habrá en el edificio ubicado en Jean Jaurés 735, en la zona del Abasto.
La historia del Museo Carlos Gardel
Desde muy joven, entre giras que brindaba por Argentina y el exterior, al Zorzal Criollo siempre le preocupaba dejar a su madre sola en la casa por tanto tiempo. Y por eso en 1929, Berta se mudó con su amiga Anaïs Beaux y su esposo Fortunato Muñiz. Así la casa pasó a manos del representante de Gardel.
Un tiempo más tarde, Berta comenzó a viajar seguido a visitar a su familia en Francia y, tras el trágico final del Morocho del Abasto en 1935, se quedó definitivamente en su país natal hasta el 7 de julio de 1943, cuando falleció. Luego, en 1949, Armando Delfino, representante de Gardel, vendió la propiedad.
Recién en la década de 1960, el edificio funcionó como una tanguería y en 1980 pasó a llamarse la “Casa del Tango”. Posteriormente, en 2001 la propiedad fue donada a la Ciudad de Buenos Aires tras haber sido adquirida en 1996 por la empresa Podren S.A. Finalmente, en 2003, se inauguró como el Museo Carlos Gardel.
Cabe destacar que en 2016, el Gobierno de la Ciudad reacondicionó el espacio para presentar un nuevo guión museográfico y museológico. Asimismo, se agregaron algunos objetos originales y fotografías, como también una copia autenticada de la partida de nacimiento de Gardel, que cedió la Municipalidad de Toulouse en Francia.
Al ingresar, la casa tiene el típico zaguán de las casas de la época. De allí, se desemboca en un gran hall distribuidor que lleva a la sala principal, la cual cuenta con dos grandes ventanas. Justo enfrente, una habitación que funcionaba como escritorio y, siguiendo en esa misma dirección, se llega a lo que fue el comedor de la casa.
A su vez, la propiedad cuenta con otras cuatro habitaciones más, una con baño interior. Todos los cuartos se comunican entre sí y a su vez con el patio, el cual está cubierto hasta la mitad. Al la parte descubierta daba la cocina y una pequeña despensa. Hacia un costado del patio, había una escalera que conectaba con el primer piso donde hay otras tres habitaciones más pequeñas.
Cabe mencionar que se pueden realizar visitas guiadas para el público en general que no requiere reserva previa los días miércoles y viernes en el horario de las 12 y 14. Mientras que los sábados, domingos y feriados se suman recorridos a las 16 y 18.
“El museo invita a acercarse a la figura de Carlos Gardel como artista y ser humano. Un recorrido por la casa, donde transcurrió parte de su historia, presenta momentos de su carrera artística. Cada visita tiene una duración aproximada de 40 minutos”, detalla la descripción oficial. La entrada tiene un valor de $5000, pero los residentes argentinos y/o extranjeros con DNI solo abonan 1000 pesos.