Después de llevar adelante un evento de prensa por el relanzamiento del primer disco de Serú Girán remasterizado, Diego Boris dialogó con El Destape Web sobre ese acontecimiento y también sobre el homenaje que se le hizo a Horacio "Negro" Fontova a más de un año de su fallecimiento, desde el ente que preside, INAMU (Instituto Nacional de la Música).
Ya está disponible la preventa del álbum homónimo de Serú Girán, restaurado en el marco de la recuperación del histórico catálogo de la discográfica Music Hall. Mañana, 22 de diciembre, el disco podrá conseguirse en todas las disquerías del país y en plataformas digitales de música. El material se ofrecerá en su versión de vinilo y CD.
"Estoy muy emocionado, me dejó muy contento como quedó el disco", expresó Charly García, acerca del relanzamiento del primer álbum de una de sus más recordadas bandas. "Serú Girán para mí es un antes y un después sin lugar a dudas. Tenía 18 años y encontrarme con estos tres monstruos de los cuales tocaba sus canciones con amigos con la guitarra criolla, y estar de igual a igual componiendo, ensayando, arreglando, grabando, cantando, en los escenarios, era muy fuerte", agregó Pedro Aznar y, por su parte, David Lebón enunció: "Este disco es un encuentro entre cuatro amigos. Me emociona y me pone feliz que los jóvenes hoy puedan escuchar lo que hacíamos nosotros en nuestra juventud".
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¿Cómo surgió la idea del homenaje al Negro?
- La construcción de la relación con el querido Horacio “Negro” Fontova surgió antes de lo que fueron las acciones para que logremos una ley que cree un órgano de fomento, que es el Instituto Nacional de la Música. Como compañeros de actividad, nos íbamos conociendo y sabíamos que Horacio siempre estaba en las causas justas. Cuando nos organizábamos para tener una ley en torno a la actividad musical, el “Negro” estaba en todas: en los recitales que se hacían en la calle, en una plaza o en algún encuentro de debate. En todo lugar donde había que apoyar. Fue uno de los compañeros más cercanos. Se nos fue de gira en una época muy compleja como el principio de la pandemia, cuando no se lo pudo despedir, no se lo pudo homenajear. Ahí sentimos que para recordarlo siempre era muy interesante ponerle el nombre Horacio “Negro” Fontova al auditorio del INAMU. Es una forma de recordarlo permanentemente y de rendirle un homenaje.
El lunes de la semana pasada vinieron compañeros y compañeras de él de diferentes épocas: el “Puma” Goity, Nancy Dupláa, Pablo Echarri, Capusotto, Flechner; por el lado de la actuación. Por el lado de la música, estaba Sandra Mihanovich, Lito Vitale, Liliana Vitale, Claudio Kleimer y otra variada cantidad de artistas. Y del Expreso Imaginario estaba Alfredo Ross. También gente que compartía sus ideas políticas: estaba el Procurador General de la Nación y también se proyectó un video Axel Kicillof. En una época donde el contacto con gente es complicado, vimos a todos con gran alegría. Contaban anécdotas, cada uno por su lado. De hecho, Conrado Geiger dijo que pensaba que tenía una relación especial con el Negro, pero se dio cuenta que todos la teníamos. (Risas)
Él hacía sentir eso, ¿no?
- Tal cual. Él hacía sentir esa sensación. Y después, lo mejor que le podía pasar a una persona era estar comiendo un asado al lado del "Negro" Fontova. Realmente alguien siempre de buen humor y, además, un artista tremendo. Cantaba de una manera magnífica, componía, dibujaba, hacía esculturas. Un artista del Renacimiento, en estos tiempos. El “Negro” integró el elenco original de Hair, en 1971. Cuando escuchás la canción Acuario, canción que era muy emocionante en esa época, y saber que la cantaba Fontova es doblemente emocionante. Es alguien a quien se lo extraña en cada día de nuestras vidas.
¿Creés que tiene el reconocimiento que se merece, a nivel social?
- Creemos que no tiene, hoy en día, el reconocimiento que se merece. Seguramente con el tiempo lo tendrá. Cuando un artista juega su prestigio por causas que considera nobles, para nosotros es muy valorable. Porque si no, es sencillo: vos tenés un prestigio intocable, no te jugás por nada y ya está. El “Negro” se jugaba por lo que creía y fue absolutamente coherente en todas las etapas de nuestro país. Eso seguramente le costó que algunos medios masivos de comunicación no le hayan dado el reconocimiento que se merece, pero el tiempo pone las cosas en su lugar. Seguramente, en distintos ámbitos, nuestro querido "Negro" Fontova va a ser recordado porque nombren una unidad básica, porque nombren un centro cultural, un auditorio. Su paso por esta vida generó múltiples situaciones positivas y esta es una; que él haya tomado una postura y la haya defendido es un valor.
El “Negro” compuso canciones hasta sus último días, ¿no?
- Sí, tenía una computadorita y ahí elegía las canciones que había grabado. Con una compañera extraordinaria, Gaby. Uno realmente los ha visto enfrentar las adversidades y eso que generalmente tiende a poner nerviosa a la gente, a ellos los unió. Aún en la adversidad, eran felices. Eran una unidad afectiva, una unidad artística. Para sacarse el sombrero. Cómo Gaby actuó ante la adversidad y cómo ellos encontraron un lugar para seguir siendo felices.
Volviendo a lo que pasó recién, ¿hay discos en mente para remasterizar en un futuro cercano?
- El catálogo de Music Hall era como de 1500, 1600 discos. Hay muchos todavía por hacer. La idea es tratar de convencer a los artistas de que vale la pena involucrarse y seguramente en año que viene van a haber dos o tres ediciones con la misma lógica: los artistas tomando protagonismo en la edición de estos discos, porque es parte de nuestra vida. Cuando uno graba un disco es parte de nuestra vida y es irrepetible. Después ya no podemos cantar canciones con la crudeza o tocar un solo con la dureza de ese momento, porque por ahí crecimos y somos más refinados o tenemos otras condiciones, por eso hay que testimoniar los proyectos artísticos en el momento que suceden. Que los artistas sean protagonistas en la reedición de esos discos es lo mejor que nos puede pasar. De una situación traumática, por ejemplo con los discos La Grasa de las Capitales y Serú Girán, de estar décadas en un depósito se convierte en una situación positiva. La sociedad lo va a poder tener, la gente lo va a poder escuchar en un nivel muy alto de calidad técnica. Y también con una gráfica que tiene un aporte de fotos de ese momento que no habían salido y que hoy vuelven a cobrar vida.
Entonces, todavía no hay nombres..
- No, porque no sabemos si van a ser los que tenemos en mente. Queremos ver si conseguimos las fotos, etc, etc. Hay un disco que está la cinta aparentemente en cuatro canales, qcon posibilidad de remezclar, que tenía temas prohibidos en la época de la Dictadura. Estamos trabajando en eso.
Bien. Y, si tuvieras que sintetizar qué es remasterizar un disco, ¿qué dirías?
- Acá hubo una reconstrucción del sonido y una remasterización. Remasterización es volver a llevar a los niveles de agudos y graves a los armónicos que tiene un material, de acuerdo a las herramientas que posibilita la tecnología. Cuando se hacía el corte, era cortar la frecuencia de graves y agudos para que el bafle no sature. Eso era en la época del vinilo, después, cuando llegó el CD, se llamó masterizar: adecuar los parámetros de agudos y graves a los equipos hogareños para que se escuche a igual volumen todos los discos. Reconstruir tiene que ver con etapas, donde por ahí no están los formatos originales, entonces es trabajar cada una de las partes. Ahora que las herramientas lo permiten, para optimizar el sonido y que se pueda escuchar bien en cualquier reproductor.
Últimamente hubo una vuelta al vinilo, ¿creés que esto se va a mantener y va a seguir creciendo?
- Uno cree que sí, no por una cuestión solamente de romanticismo. Si no, por una cuestión de lo que comentábamos hoy, que tiene que ver con la calidad de audio. La onda del audio analógico es mucho más gentil con el oído que la del audio digital. Entonces, esa onda tiene armónicos mucho más agradables, evita la fatiga del oído, permite diferenciar los instrumentos mucho mejor. La alta resolución digital no, pero el audio MP3 comprime y los picos y matices se pierden. Parece que la idea es que se escuche fuerte, no importa el matiz, importa lo fuerte. Para nosotros es importante que se escuche bien, si querés que se escuche fuerte, le subís el volumen. El vinilo tiene una amplitud de onda y reproducción de armónicos que es superior, no al audio digital en alta resolución, pero sí en todo lo que tiene que ver con lo hogareño.
¿Audio digital de alta resolución es al que se accede cuando ponés la opción de “calidad de sonido alta” en Spotify?
- No, inclusive mucho más que lo que tiene Spotify. Hay otros sitios que tienen máxima resolución. En Spotify, hay distintas calidades pero siempre está más comprimido. Y como hoy contaba, en lo que tiene que ver con lo visual, ninguno de nosotros nos bancamos ver una película pixelada. Sin embargo, es común bancarse el audio “pixelado”.
Para cerrar, como presidente del INAMU, ¿cómo ves la presencia de personas trans y no binarias en la industria musical? ¿Creés que hay una mayor recepción que antes?
- Sí, de hecho, con INAMU hemos sacado Brotecitos, un cancionero trans. Y en la reglamentación de la Ley de Cupo Femenino se incorpora presencia femenina y personas de identidad de género autopercibida. Para permitir que en ese cupo puedan ingresar compañeras de identidad de género autopercibida o compañeras trans. Al cancionero, Brotecitos, lo hicimos con Susy Shock. Tiene que ver con que todas las personas deberíamos tener las mismas oportunidades, pero a veces no se da. Como decía Jaureche, “igualemos y después larguemos”. Hay sectores a los que les cuesta todo mucho más y necesitan gestos más claros. Históricamente, no tuvieron la visibilidad que se merecen, entonces para nosotros es una cuestión muy importante. Sin sobreactuar con el tema, porque consideramos que no está bueno. Sí, darles el lugar que corresponde y abrir todas las puertas posibles para que el ejercicio de la libertad sea un derecho para todas las personas que aman la música, exactamente por igual.