Camila Moreno, una de las voces más icónicas e influyentes de la música chilena contemporánea, regresa con fuerza para adelantar lo que será su próximo trabajo discográfico. Tras el lanzamiento de Fuga, una introspección sobre la dualidad del amor y el impulso de escapar, la cantautora presenta Vapor, una poderosa pieza acústica producida en Ciudad de México por el talentoso Adán Jodorowsky.
Reconocida por su camaleónica propuesta artística, Camila no solo revolucionó la escena indie chilena, sino que también dejó una huella imborrable en el ámbito internacional con ocho álbumes de estudio que desafían las fronteras musicales. En diálogo con El Destape, Moreno invita a su audiencia a sumergirse en esta nueva etapa creativa, que verá la luz en 2025.
¿Cómo hacés para seguir manteniéndote activa y reinventándote musicalmente en cada nuevo trabajo que hacés?
- Para mí, la música está siempre rodeada de otras cosas: filosofía, poesía, literatura. Es como un mundo más allá de la música misma. Entonces me voy nutriendo de todos esos nuevos universos y siento que siempre estoy descubriendo y conectando con cosas nuevas.
¿Cómo fue trabajar con Adán Jodorowsky y por qué lo elegiste para este material?
- En este país, que es pequeño a nivel de industria, quise desafiarme y salir de mi zona de confort. Pensé: “Voy a trabajar con alguien y me voy a entregar a esto”. Teníamos algunas líneas directrices claras, como que yo quería un disco acústico, nada electrónico, a diferencia de mi álbum anterior, que es súper electrónico. Quería un disco cercano, desnudo, vulnerable, íntimo. Adán es especialista en eso: en hacer que lo acústico suene increíble, con baterías y bajos impecables. Al principio fue difícil porque yo tenía una idea muy clara basada en mis propias maquetas; soy bien productora de lo que hago. Pero logramos trabajar juntos y darle esa identidad al disco.
¿Cuántas canciones tiene el disco?
- Son 10 canciones, y por primera vez la mayoría son bastante cortas, de dos minutos y medio o tres. Aunque no hay tantas colaboraciones, sí hay amigos a quienes quiero mucho que participaron. Por ejemplo, Adán canta en algunas canciones. La voz masculina que se escucha en Fuga en el último coro es de él. También participa Ximena Sariñana en otra canción. El álbum llevó un poco más de un mes, grabando todos los días. Estuvimos encerrados, y ese encierro le dio al disco un aire de hiperconcentración y foco. Fue como un espíritu de comunidad; invitamos a amigos a cantar.
Decías que la industria en Chile es muy pequeña. ¿Cómo ves la escena chilena, especialmente la femenina?
- Sí, la industria en Chile es pequeña. La mayoría de las chicas y músicos se van a vivir fuera para poder existir con sus carreras. En Chile hay poco espacio: el género urbano tiene su lugar, pero el resto tiene espacios muy reducidos. No hay políticas públicas que respalden la cultura.
¿Y hay iniciativas independientes?
- Sí, hay festivales como "Ruidosa", "Detonadas" y cooperativas feministas que están abriendo espacios. Pero todo se hace desde la autogestión; el estado no garantiza nada.
Hace un tiempo grabaste una versión de Hablando a tu corazón de Charly García. ¿Qué artistas argentinos te gustan?
- ¡Soy súper fan de Charly y Spinetta! Los llevo en el corazón por siempre. También me gusta mucho la música más nueva; por ejemplo, Bandalos Chinos.
¿Te gustaría presentar este nuevo álbum en Argentina?
- ¡Sí! Me encantaría. Hasta ahora solo toqué en Buenos Aires, pero me gustaría también recorrer otras provincias. Tocar en Argentina es una experiencia hermosa. Hay mucha euforia y entrega del público.