Asombro por el viaje futbolero de Carlos Gardel por Europa: “Voy a volver”

Carlos Gardel fue testigo de una paliza histórica que sufrió la Selección de España en Londres y el cantor fue contundente sobre el rendimiento de “La Roja”. 

04 de diciembre, 2024 | 16.42

El cantor Carlos Gardel fue uno de los artistas más famosos de Europa en los años 30’ y además de brindar sus presentaciones en París y España, aprovechaba para disfrutar del fútbol europeo. En una ocasión, la leyenda del tango viajó directo a Londres para un encuentro especial de selecciones nacionales y fue testigo de un papelón del equipo que integraban varios de sus amigos y futbolistas del Barcelona.

Todo ocurrió el 9 de diciembre de 1931, cuando se disputó en la capital inglesa un partido amistoso entre la selección local y el combinado de España. Como Carlos Gardel estaba filmando en Francia, los jugadores del Barcelona, en particular Josep Samitier y Ricardo Zamora que eran sus colegas de salidas nocturnas, le insistieron para que vaya al evento deportivo

Cabe recordar que El Zorzal había acompañado al conjunto catalán en el partido de ida de la final de la Copa del Rey de 1928, contra la Real Sociedad, que consagraría al Barcelona primer campeón de la Liga Española de Fútbol. Y en agosto de ese mismo año fue el anfitrión del equipo durante la primera gira Sudaméricana.

Volviendo al cruce de selecciones, el 8 de diciembre de 1931, Gardel partió a Londres con tres amigos: Edmundo Guibourg, periodista del diario argentino Crítica, su manager Luis Gaspar Pierotti y Eduardo Torres Duggan, un amigo y propietario de caballos de carrera.

Según detallaron los medios de la época, la presencia del “Morocho” revolucionó a los españoles y al resto de los alojados en el hotel. “Han llegado muchos aficionados de los pudientes, y elegantes; como buen porteño, ha llegado también Carlitos Gardel, que no quiere perderse los 'chuts ingleses' de su gran amigo Samitier. Los jugadores comen, muchos de ellos, en un salón aparte, y allí había siempre gran jolgorio”, describió un corresponsal del diario gráfico “Ahora”, según recuerda la Fundación Internacional Carlos Gardel.

“Hoy el bullicio se produce en el otro salón, el de los recién llegados. Hasta los ingleses del hotel se han contagiado de la alegría de los latinos, ¡y por unos días esto ha perdido la tradicional seriedad británica!”, agregaba el medio español y el diario ABC constató que: “De España han venido cerca de cuarenta aficionados y el cantor de tangos argentinos Carlos Gardel, que hizo expresamente el viaje desde París”.

Finalmente, el partido se jugó en el antiguo Arsenal Stadium, en el distrito de Highbury, donde la selección española perdió por 7 a 1. Al término del partido, el Morocho del Abasto llevaba bajo el brazo la pelota autografiada por los jugadores y por la comisión directiva. Pero se quejaba: “Pero qué goles sonsos hicieron esos yonis… ¡Y nada menos que 7 a 1; sólo voy a volver a Londres cuando juegue un cuadrito de los nuestros!”. 

Ese souvenir del memorable evento futbolístico quedó entre las pertenencias del artista, en su casa de Jean Juarés 735. Pocos años después de su muerte, doña Marie Berthe Gardes le dio esta reliquia a Francisco Maschio, aquel entrenador uruguayo de los caballos del stud de Carlos Gardel, incluido el legendario Lunático. 

Luego, el 4 de agosto de 2003, el hijo de Maschio, Juan Francisco, se la cedió a su vez al coleccionista gardeliano Jacobo Muhafra. Y luego pasó a formar parte de la Fundación Internacional Carlos Gardel, en 2011. Las firmas en el cuero prácticamente estaban ilegibles, por el paso del tiempo. La Fundación decidió entonces someterlas a un proceso químico que permitiera hacerlas reconocibles otra vez, sacándolas a la luz.

Carlos Gardel viajó a Londres con el plantel del Barcelona. (Gentileza: Fundación Carlos Gardel)

Dolor en el tango por la leyenda que murió

Los amantes del tango se encuentran de luto por la noticia que se confirmó el último fin de semana sobre uno de los músicos destacados del género y referente de su instrumento: falleció el bandoneonista José Alejandro Deleo. El artista del fuelle murió a los 71 años, tras una larga trayectoria que se inspiró en el talento del más grande, su ídolo, Aníbal “Pichuco” Troilo. La comunidad de su localidad lo despidió con honores desde las redes sociales.

Deleo, más conocido como “Pepe”, nació en Avellaneda y desde chico sintió devoción por el tango y por Arsenal de Sarandí. Pero su vida tomó rumbo en el interior de la provincia de Buenos Aires, porque cursó sus estudios en el Otto Krause y unos años después, con la llegada de Papel Prensa, donde trabajaba, se afincó en San Pedro. La música era su devoción más entrañable y al tango le dedicó buena parte de su vida.

Como bien repasa el semanario local La Opinión, junto a Marylín Bilbao, su esposa, era habitual verlos movilizados en un ciclomotor “siempre juntos, siempre unidos”. Cultores de amistades y peñas tangueras, se convirtieron en una referencia local del género, porque difícilmente escapaban a un convite para participar de algún homenaje o celebración, donde el bandoneón de Pepe y la voz de Mary eran el cierre de una jornada especial.

También fueron protagonistas de acontecimientos donde el tango estuvo presente, como el video que repuso hace unos años San Pedro TV, donde se puede disfrutar, en un concierto en el Salón Dorado en el año 2009 a Deleo junto a Laserna, Barceló, Garau y Gaido interpretando a la histórica canción La Cumparsita.