La muestra "Más Libros para más memoria", organizada por la Subsecretaría de Cultura y Promoción de las Artes de la Municipalidad de Avellaneda junto a las bibliotecas populares del partido, reúne una serie de intervenciones y resignificaciones a partir del uso de libros expurgados en la Dictadura y, además, documentos fotográficos de la histórica quema en 1980 de 24 toneladas de libros del CEAL (Centro Editor de América Latina).
En el Centro Cultural Mercado, en Colón 451, y como parte de la instalación se podrá visitar "Momoria en llamas", la muestra fotográfica del historiador y empleado del CEAL Ricardo Figueira que recupera el traslado desde el depósito de la editorial hasta el momento de la quema en un descampado.
Es, además, un homenaje a los autores prohibidos y a todos los trabajadores del universo editorial perseguidos, detenidos y torturados y desaparecidos durante la última dictadura cívico militar y dedicada especialmente a Daniel Luaces, empleado del CEAL, secuestrado y Fusilado por la Triple A en 1974.
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En plena dictadura cívico militar, desde el depósito del CEAL ubicado en O`Higgins y Agüero, Sarandí, camiones del ejército trasladaron hasta un descampado cercano en la calle Ferré entre Agüero y Lucena, 24 toneladas de libros y folletos para ser quemados. Se trata una de las diez quemas más trascendentales en la historia de la destrucción de libros.
Además de los crímenes y los delitos políticos y económicos, la última dictadura operó también contra la riqueza cultural del país. "Avanzando en aquellos procesos subjetivos, anclados en marcas simbólicas colectivas, sobre las que se sustenta la memoria, con la muerte, represión y persecución de artistas. El control estratégico sobre las producciones artístico culturales implicó el exilio forzado de artistas, la censura en las composiciones musicales, y en todas las disciplinas del arte", sostienen los curadores de la muestra
Como parte de estas operaciones de silenciamiento, se ordenó la quema de libros del Centro Editor de América Latina, entre otras grandes quemas que sucedieron en el país, fue un golpe certero a una editorial de gran calidad teórica, política y cultural, y un hecho que marcó a la cultura nacional.
Con información de Télam