Escribir para chicas y chicos puede representar un desafío para más de un escritor que se haga una de la preguntas fundamentales del género: ¿dónde está lo infantil en un libro? Con este interrogante como motor arranca Tengo hasta ahí, un ensayo de la escritora Florencia Gattari que busca desentrañar los mecanismos narrativos de la escritura infantil. El ensayo, un manifiesto a la curiosidad, acerca algunas aproximaciones para aquellos que deseen interiorizarse más en la formación del escritor y propone una recorrida de narrativa no estructurada -y más íntima- por reflexiones, impresiones e historias personales de la autora. En diálogo con El Destape, Florencia Gattari presenta Tengo hasta ahí, uno de los lanzamientos más recientes de editorial La Crujía.
Una de las ideas que me quedó después de leer tu ensayo es que los temas que abordan los libros infantiles son aquellos que nos interesan a todas las personas...
- Si se entendió eso me encanta porque es un poco la idea que intento transmitir con el ensayo. Hay una autora que me encanta, que es Ema Wolf, que dice “no se entiende por qué algo que no le gusta a alguien de 40 tendría que gustarle a alguien de 5”. Hay un punto en donde si a vos te entusiasma lo que estás leyendo hace que sea más fácil que puedas compartirlo con alguien más pequeño. Por supuesto que después hay cuestiones de tratamiento y modos en que los adultos nos decimos cosas que son diferentes al lenguaje que suelen usar los chicos. Diría que los libros para chicos tienen que contemplar una conversación con un chico, efectivamente, pero las lecturas siempre abordan los temas que nos interesan a todos los seres humanos, el amor, la muerte, la belleza de las cosas… en ese punto no hay demasiada distancia.
Pienso en historias de los hermanos Grimm o de Roald Dahl, que tienen incorporada la crueldad como algo que hay que acercarle a los niños para prepararlos para el mundo adulto. ¿Qué opinión tenés de esta corriente de autores?
- Me encantan porque son cuestiones que los pibes tienen cerca en la vida. Está bueno que esos temas aparezcan en los libros para niños porque hay dimensiones de la crueldad, de la tristeza y de las cosas más ásperas que las infancias no se las ahorran, las viven. Adentrarse en estos lugares a través de un libro puede ser un punto de alivio.
A pesar de estas excepciones que hablamos, siento que a menudo se tiende a infantilizar a los niños desde las mismas propuestas de libros…
- Hay algo de eso, en distintos lugares, a veces en la consideración de los libros para chicos como si el género fuera menor y entonces fuera menos complejo para estudiar o para escribir, y creo que ahí hay un grave error porque lo literario da trabajo, sin importar lo que estés escribiendo. A veces, dentro mismo de los libros para chicos, hay una cierta idea de la infancia que deja a los pibes “achicaditos”, como si fueran menos complejos que los adultos.
Sobre Florencia Gattari
Florencia Gattari, autora de Tengo hasta ahí, nació en Buenos Aires, en 1976. Es licenciada en Psicología por la Universidad de Buenos Aires y se formó en el Centro de Salud Mental N° 3 Arturo Ameghino. En 2007, ganó el Premio El Barco de Vapor Argentina y comenzó a publicar literatura para chicos y chicas. Entre sus títulos están: Vestido nuevo, Nadar perrito, Yo y la noche, Bruno a las patadas, Flor de Loto, Navegar la noche y Perra lunar. Con el cuento “Historia de un pulóver azul” obtuvo el reconocimiento destacado de Alija y una mención en los Premios Nacionales. En 2022, publicó la crónica familiar Tan temprano.