José Eduardo Agualusa: "Cualquier novela es una creación de sus lectores"

13 de febrero, 2023 | 14.46

El continente africano, con su diversidad, sus ritos ancestrales y su profusión de colores, sonidos y colores es no solo el escenario sino el verdadero protagonista de "Los vivos y los otros", la novela más reciente del escritor angoleño José Eduardo Agualusa, quien eligió ubicarlo en el centro de una trama que narra un encuentro de escritores.

En este contexto, la historia del congreso al que asisten autores provenientes de los distintos países de África no deviene en mera literatura, sino que adquiere ribetes existenciales cuando un temporal genera que la isla en la que se desarrolla queda incomunicada, sin noticias del mundo exterior. Al mismo tiempo las mujeres y hombres de letras deben empezar a preocuparse de cuestiones más terrenas como el calor, la electricidad y hasta un nacimiento.

En "Los vivos y los otros", publicado por Edhasa, el autor que nació en Angola pero vive una parte del año en Lisboa y otra en la isla de Mozambique retoma el personaje del escritor Daniel Benchimol al que incluyó en otras obras, pero lo rodea de una cohorte heterogénea en la que se mezclan tanto otros autores como los personajes de sus libros que se materializan en ese espacio aislado.

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"Somos escritores. Nuestro trabajo consiste en absorber la luz, como las plantas. En transformar la luz en materia viva. ¿Puedes escribir sin maravillarte?", se pregunta y le pregunta uno de los autores a otro mientras reflexionan sobre cuestiones extraliterarias como el marketing, las redes sociales y la necesidad de responder a los estereotipos de un escritor africano construyendo una literatura con selvas y animales salvajes.

Pero desde el título mismo, junto a los vivos y sus preocupaciones terrenas están "los otros", los personajes salidos de sus obras, la presencia del poeta portugués Luis de Camoes que habitó la isla y posiblemente escribió allí parte de su poema épico "Las Lusíadas". Juntos dan origen a cientos de historias que se entrelazan para conformar la trama de la novela.

"No estaba interesado en aislar a un protagonista en particular en mi historia- le explicó el autor a Télam a propósito de "Los vivos y los otros"- . Si hay un protagonista, es la propia isla de Mozambique, la cual, en la novela, toma la forma de un territorio de paso, una especie de limbo, entre el mundo físico y el espiritual. Un territorio desde el cual, y, a través de las palabras sería posible reiniciar la historia mundial".

Al mismo tiempo, el autor que se confiesa admirador de los cuentos de Julio Cortázar desecha el terror para narrar a ese grupo de personas aisladas en una isla y prefiere invitar al lector a imaginar quiénes son aquellos "otros" que habitan ese espacio cerrado junto a los vivos. "Cada lector puede elegir quiénes son esos otros. En un universo en gran parte contaminado por un pensamiento animista como el de la isla de Mozambique, esos otros quizás sean todos los ancestros, aquellos que siguen entre nosotros en diferentes formas".

En ese contexto, Agualusa pone a tres de sus personajes a jugar un juego en el que cada uno cuenta historias y los demás deben adivinar si son producto de la imaginación u ocurrieron en la vida real. "Puede ser visto como una clave de lectura de esta obra. Pero no solo para leer esta novela , sino también toda mi obra. Y las obras de muchos otros escritores africanos donde se desdibujan las fronteras entre la realidad y la ficción".

José Eduardo Agualusa es escritor y periodista. Es uno de los autores africanos más renombrados de las últimas décadas. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas y ha obtenido numerosos premios internacionales como el Premio Revelación Sonangol por "La conjura", el Gran Premio de Literatura RTP por "El vendedor de pasados" y el Independent Foreign Fiction por "Teoría general del olvido". Fue becado por el Centro Nacional de la Cultura y el Deutscher Akademischer Austausch Dienst.

-Télam: "Soy de las palmeras" dice una de las escritoras, ¿de dónde es José Eduardo Agualusa? ¿De Angola? ¿De Lisboa? ¿La suya es una literatura mestiza?

-José Eduardo Agualusa: Esta cuestión para mí es bastante pacífica. No me genera conflicto. Soy angoleño, con el portugués como lengua materna, donde quiera que esté y con quien quiera que esté. Soy un sujeto mestizo, producto de muchas culturas. ¿Pero no nos sucede a todos? ¿No somos todos así en estos días?

-T.: Volviendo al género: la novela se compone de una sucesión de relatos, los que escriben los escritores, los que se cuentan unos a otros, los que circulan en la isla... ¿ésa es su concepción del género o una búsqueda de subvertirlo?

-J.E.A.: No aprecio las fronteras. Menos aún en el terreno de la literatura. He escrito novelas de varios géneros: novelas de viajes, novelas históricas, novelas epistolares. Pero desde una inspección más cercana, sin embargo, todas estas novelas también son mestizas, coqueteando con varios géneros, sin ajustarse a reglas o clasificaciones de ningún tipo.

-T.: ¿Por qué la elección de Mozambique, una isla en la que además vivió uno de los mayores autores de la lengua portuguesa, Camoes?

-J.E.A.: La isla de Mozambique ha albergado, a lo largo de los siglos, un gran número de poetas de lengua portuguesa. Camoes habría terminado de escribir "Las Lusíadas" en la Isla. António Tomás Gonzaga, el célebre poeta brasileño, estuvo exiliado aquí, donde se casó, se hizo rico y donde murió. Yo llegué a la isla a través de algunos de estos poetas. Mucho después, conocí a una documentalista mozambiqueño, cuya familia nació en la isla. Nuestra hija, Kianda, también nació en la Isla. Hoy, divido mi tiempo entre Mozambique, Lisboa, Luanda y otros destinos.

-T.: Aunque el eje de la novela es la literatura hay una profusión de imágenes que describen el paisaje, la vestimenta y la comida de Mozambique, como si buscase subyugar todos los sentidos de los lectores y atraerlos hacia la isla.

-J.E.A.: Sí, es así. Y muchas de las pequeñas historias que cuento en el libro, incluso las más inverosímiles, son historias auténticas, que sucedieron en la isla.

-T.: Aunque una de las escritoras protagonistas cuenta que su novela no tiene nada que ver con "La metamorfosis" de Kafka, hay una clara referencia literaria, al igual que a "La balsa de piedra" de Saramago, ¿su obra dialoga con la literatura universal?

-J.E.A.: Completamente. Tanto de forma deliberada como de forma involuntaria.

-T.: La novela transcurre durante un congreso de literatura en África. Desde su punto de vista, ¿son útiles este tipo de eventos para difundir obras y autores y permitirles el intercambio con sus lectores?

-J.E.A.: Sí. Aprendo mucho del intercambio con mis lectores en congresos y charlas. En las primeras entrevistas, después de publicar una nueva novela nunca sé qué decir. Solo puedo comenzar a hablar del libro una vez que comenzó a ser leído, una vez que los lectores hablan conmigo. Después de que me contaron su experiencia con él. La verdad, una historia solo existe a partir del momento en que llega a sus lectores. Cualquier novela es una creación de sus lectores.

Con información de Télam