Isabel Allende: "Es posible que después de esta pandemia venga un tiempo de jolgorio"

17 de febrero, 2022 | 17.47

La muerte, como el amor, los desplazamientos, la política y la pandemia del 2020 están presentes en "Violeta", la nueva novela de Isabel Allende, quien consideró que el coronavirus modificó en algunos aspectos las condiciones laborales y las formas de comunicarse.

"Han cambiado las reglas", aseguró.

En diálogo con Télam desde California, a través de una comunicación por Zoom, la autora de "La casa de los espíritus" también recordó a su hija Paula, quien falleció en 1992, por complicaciones de porfiria, y dijo que pudo tramitar el duelo con la escritura del libro que lleva su nombre.

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- Télam:¿Cómo cree que afecto la pandemia, a nivel mundial, como sociedad y en lo geopolítico, en especial, para los países en vías de desarrollo?

- Isabel Allende: No sabemos porque todavía estamos en pandemia, pero lo que sucedió con la pandemia anterior, llamada la gripe española, que coincidió con los fines de la Primera Guerra Mundial, fue que cuando la gente pudo por fin salir a la calle, hubo una explosión de alegría y celebración en los llamados años locos, los 20, luego la depresión económica y luego la segunda guerra. Si uno mira la historia, es posible que después de esta pandemia venga un tiempo de jolgorio.

Con esta pandemia muchas cosas cambiaron y una cosa que descubrimos es que se puede trabajar remotamente: esto que estamos haciendo las dos no había ocurrido, pero esto nos permite trabajar desde la casa y eso va a cambiar las reglas del trabajo. En Estados Unidos millones de personas han dejado el trabajo porque se preguntaron por qué voy a seguir haciendo algo que no me da ninguna satisfacción, por qué voy a demorar dos horas en llegar al trabajo y dos horas en volver, son cuatro horas que le quito a mi familia, a mis hijos. Han cambiado las reglas, la gente que emplea a otros tiene que considerar eso.

También va a tener que cambiar el sistema de salud, porque no es posible que quienes tengan seguro estén mucho mejor que los que no lo tienen. También creo que económicamente va a haber cambios notables.

- T: En el libro un personaje muere a temprana edad ¿Cómo logró superar la muerte de su hija, Paula, hace casi 30 años?

- I.A: Me ayudó mucho escribir el libro, porque el año en que Paula estuvo en coma fue como una larga noche, no podía diferenciar lo que pasó en etapas, lo único que me acuerdo es del viaje, de haberla traído de España a California, claramente.

Cuando Paula murió mi madre me devolvió 180 cartas que yo le había escrito y me dijo léelas, están en orden cronológico, para que veas que la única salida de tu hija era la muerte. Las leí y con esas cartas y unas notas que había tomado escribí "Paula" y eso me permitió separar los acontecimientos por días, semanas, al menos, ver lo que había sucedido, aceptarlo, y llorarlo, todo lo que tenía que llorarlo, o sea que fue un libro escrito con lágrimas. Me ayudó mucho eso, pero lo que mas me ayudó fue la respuesta que hubo al libro, porque empezaron a llegar miles, no estoy exagerando, miles de cartas, eran anterior al email, llegaban por correo y se iban llenando cajas de cartas.

- T: ¿Qué hizo con tantas cartas?

- I.A: Yo las leía a todas y en cada carta y en cada una había la historia de alguien que había perdido algo, o alguien que se quería conectar conmigo por un dolor que no tenía nada que ver con la pérdida de un hijo, pero lo hacían por otros dolores y otras pérdidas, entonces no me sentí sola. Me sentí profundamente acompañada y comprendí que al publicar el libro había abierto una compuerta en la que pudimos con los lectores compartir muchas experiencias que uno no comparte comúnmente. Recuerdo que cuando me tocó hacer una gira de libros por Paula, no quería hacerla porque pensaba cómo voy a ir por ahí hablando de todo esto que, cada vez que hablo, se me corta la voz. Mi hijo Nicolás me dijo: mamá no pienses en esto como una gira de libro, piensa que esto es práctica espiritual, que les das a otros una oportunidad de compartir también. Ese viaje fue extraordinario porque fue exactamente lo que sucedió.

Con información de Télam