Unos pocos días antes del 150 aniversario de su nacimiento, el 7 de marzo, acaban de aparecer dos pinturas hasta ahora desconocidas de Piet Mondrian y su autoría ya fue confirmada por el Instituto para la Historia del Arte (RKD, en sus siglas neerlandesas), con sede en La Haya, así que a partir de ahora las obras serán agregadas al catálogo oficial del artista holandés más conocido del siglo XX.
Las obras, dos retratos de los hijos de su amigo Cees Bergman, Nicolaas y Elisabeth, datan de 1907 y 1908, momento en el que Mondrian complementó sus ingresos monetarios pintando retratos, a menudo de sus allegados y familiares. Hay dos retratos más ya conocidos de los otros dos hijos de Bergman, Caroline y Cornelis.
El descubrimiento fue una larga investigación, minuciosa del escritor Nick Draaijer, de 32 años, bisnieto de uno de los modelos, quien estaba estudiando en profundidad la historia de su familia. El hallazgo deja en claro que los otros niños también posaron para Mondrian.
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"Cuando era niño siempre me fascinó el retrato en la pared de la casa de mi abuela, de mi bisabuela Elisabeth Bergman-Cavalini, la esposa de Cees Bergman", indicó Draaijer a la prensa.
Ese retrato también era de Mondrian y, en el curso de su investigación, Draaijer descubrió que la familia todavía era dueña de las obras de Nicolaas y Elisabeth.
Los encargos de la época figurativa eran un gran ingreso económico para Mondrian, aunque esta vez se trataba de un amigo y los abordó con tanta libertad como cuidado. "Cuando le pagaban por una tela así, podían pedirle que hiciese retoques, y eso le molestaba. Pero el dinero ganado le permitía financiar lo que consideraba su verdadero trabajo artístico", explicó Wietse Coppes, conservador en RKD y experto en el artista. Según el experto, en los rostros de los niños se aprecia gran atención al detalle porque "no están rígidos, posando".
El experto señaló que su instituto recibe entre 30 y 40 peticiones anuales de acreditación de supuestos cuadros del artista de su etapa abstracta. De todos ellos, tal vez uno sea auténtico. "Créame, sería mucho más fácil copiar una de sus telas figurativas, un paisaje, que la geometría de sus obras posteriores. Pero hay quien cree que se trata de simples líneas fáciles de reproducir. Nada más lejos de la realidad", aseguró.
La niña, apodada Bets, lleva un lazo en la cabeza, media melena y un collar en el cuello. Su hermano, Nicolaas, de cabello rubio, va vestido de blanco sobre un fondo oscuro.
La búsqueda de Draaijer se ve reflejada en un libro publicado recientemente en Países Bajos bajo el título "De geheime portretten van Mondriaan" (Los retratos secretos de Mondrian).
El instituto holandés de historia del arte RKD ha confirmado que las pinturas son de Mondrian, incluso sin haberlas examinado. "No he visto las pinturas reales, pero juraría a ciegas que son de Mondrian", dijo el investigador Wietse Coppes.
"Basándome en las fotografías y en el hecho de que Mondrian pintó a los otros dos niños, estoy 100% convencido de su autenticidad y se incluirán en su catálogo -sostuvo-. Obras de Mondrian, a menudo de propiedad privada, aparecen de vez en cuando, no solo retratos pero también otras obras figurativas. Se han agregado unas 30 "nuevas" desde que se elaboró un catálogo que contiene 1.400 pinturas reconocidas del artista en 1998.
En el libro de Draaijer se revelan detalles de los modelos. La bisabuela Bets estudió canto y se casó con un sacerdote protestante. Durante la Segunda Guerra Mundial, junto con su hermana y cuñado, ayudaron a varios perseguidos judíos a esconderse de los nazis. Su hermano falleció a los cuatro años por un problema respiratorio.
Recientemente, la casa Mondrian en Amersfoort compró otros ejemplos de otras artes figurativas del artista. El artista dejó atrás los Países Bajos y el arte figurativo en 1915. En París, su trabajo se volvió gradualmente más abstracto, culminando en las características formas geométricas con líneas negras en colores primarios que lo hicieron famoso. Los retratos recién descubiertos siguen siendo de propiedad privada y no pueden ser vistos por el público.
Con información de Télam