Para salvarse de un cierre total y definitivo, el museo suizo Langmatt vendió recientemente tres cuadros del pintor francés Paul Cézanne para pagar las facturas, acción que pone sobre la mesa la protección del patrimonio histórico y artístico de los países.
El anuncio de la subasta en Christie´s reabrió un debate sobre la protección del patrimonio artístico, en tensión con la necesidad de salvar el empleo de cientos de personas. Cómo garantizar la supervivencia de un centro de arte, la posibilidad de que los museos puedan vender obra para ampliar o renovar sus colecciones y el rol del Estado en esta problemática, fue una de las preguntas centrales tras el anuncio del museo suizo.
Markus Stegmann, responsable del museo Langmatt, dijo al diario El País: "Era el fin. La fundación que gestiona el museo ya no tenía capital" y precisó que se requerían 40 millones de francos suizos (43 millones de euros).
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Después de años tratando de encontrar la solución más pertinente, Stegmann contó que arribaron a esta: "vender tres cuadros de una colección de unos 50. Finalmente, y por fortuna del museo, consiguieron aún más: 48 millones de euros por las tres telas en la subasta de Christie's el pasado septiembre.
El trío salvador está compuesto por "Quatre pommes et un couteau", "La mer à l'Estaque" y "Fruits et pot de gingembre".
El cuadro en el que tenían depositadas las mayores esperanzas era este último, que se concretó cuando Christie's le puso un precio estimado de entre 35 y 55 millones de dólares (finalmente se vendió por casi 39, unos 36 millones de euros), el más alto de las tres piezas.
Cuando el mazo del maestro de ceremonias sonó, indicando el fin de la subasta, en el Langmatt respiraron con alivio. Se trató de una decisión que consideraron extrema. Dice su director: "Esto no significa que los museos tengan que vender sus objetos. Sería extremadamente peligroso. ¡Los museos no son supermercados!".
Otro caso similar es el del Museo de Brooklyn de Nueva York en Estados Unidos que, durante la pandemia, puso a subasta (también en Christie's) 12 pinturas entre las que había importantes artistas como Lucas Cranach el Viejo y Gustave Courbet. El objetivo era recaudar 40 millones de dólares y amortiguar la crisis económica derivada de la caída en picada de la asistencia al museo por el COVID y el paralelo desplome del turismo.
Con información de Télam