Tocar los pinceles, interactuar con los artistas y preguntarles por su obra, perderse en algún pasillo y sumergirse en los rituales creativos de un pintor, de un ilustrador, de un mosaiquista: esto es sólo un menú resumido de lo que ofrece "Par en Park", una experiencia por única vez, hoy entre las 17 y hasta las 21, abre al público los talleres de más de 30 artistas que reúnen su arte en el edificio Central Park, en el barrio porteño de Barracas.
En el tercer piso del edificio que lleva la firma del reconocido Pérez Celis, una mole gris con tonalidades celestes, rosas y amarillas, se lleva adelante la séptima edición de "Los talleres Abiertos de Par en Park", la reconocida muestra que recobra su potencia tras un 2020 de puertas cerradas por la pandemia, y en la que distintos creadores se prestan a divulgar cómo piensan, crean y despliegan su arte.
Una mujer contempla una de las últimas obras de Eduardo Hoffman, uno de los artistas que forman parte de esta original iniciativa. "¿Esta obra es sobre la curiosidad?", pregunta ella. "No sé, decime vos, ¿qué te genera? ¿Curiosidad?", responde él con picardía durante la recorrida para prensa y público invitado que tiene lugar horas antes de la apertura oficial.
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"La pandemia me hizo volver al arte figurativo, algo que tenía completamente abandonado. Reencontrarse con los pinceles abandonados en este taller y con las personas que vienen a recorrer la muestra es fascinante para mí", cuenta Hoffman a Télam.
La muestra reúne a artistas de distintos estilos pictóricos, diferentes generaciones y en su mayoría de enorme trayectoria: Eugenio Cuttica , Eduardo Hoffmann, Eugenio Zanetti, Juan Lecuona, Mónica Van Asperen, Juan José Cambre, Carlos Gómez Centurión, Marino Santa María, Ana Candioti, Cecilia Duhau, Augusto Zanela, Daniel Corvino, Horacio Sánchez Fantino, Cecilia Ivanchevich, Andrea Allen, Emilio Fatuzzo, Carlos Benavidez, Ernesto Arellano, Gabriela Antenzon, Ernesto Ballesteros, Lux Lindner, Alexis Minkiewicz , Rodrigo Díaz Merlis, Mónica Tiezzi, Charlie Navarro, Cristina Schiavi, Marcela Astorga y María Inés Domínguez, entre otros.
Además del atelier de cada uno de los artistas, "Talleres Abiertos de Par en Park" ofrece un espacio común central en el que se reúne la música de una orquesta, con varios puestos de comida y bebida para disfrutar durante el paseo, y una terraza donde detenerse a contemplar el atardecer sobre Buenos Aires.
Asistentes trabajando en plena obra, tachos de pintura, martillos y tenazas, bastidores y lienzos se funden en la previa en una atmósfera de encuentro y cruce artístico, en donde el lema es volver a disfrutar de compartir el arte tras muchos meses de aislamiento. Los espectadores también tienen la posibilidad de comprar alguna obra y charlar con los artistas.
En el taller de Daniel Corvino, un hombre toca el violín muy suave. El artista eligió una camisa estampada de estilo botánico y se peinó muy prolijo. De un lado del taller se expone su obra prepandemia, de técnica mixta, que evoca conflictos urbanos, manifestaciones y cartoneros en plena labor. Del otro lado, su obra durante la pandemia: cuadros que registran estaciones de trenes, subterráneos o plazas sin
personas ni movimiento.
"Me conmueve pensar que durante tantos meses hice obras sobre la ciudad solitaria y vacía, pero también sobre mi propia soledad. La pandemia fue un antes y un después, mi obra cambió mucho. Celebro el reencuentro con los espectadores, el intercambio, la experiencia sentida que implica volver a encontrarnos", dijo Corvino a Télam.
La propuesta abre sus puertas bajo la curaduría de Fernando Brizuela y está centrada en que los visitantes se sientan parte del mundo del arte. El recorrido incluye el ingreso a los talleres, perderse en pasillos breves que conducen a alguna obra impactante: hay colores y texturas a cada paso que se da. E incluso, (¿acaso la frutilla del postre?) está la posibilidad encontrarse con el enorme artista Luis Felipe Noé dejando un trazo en un bastidor.
"Cada región de América vivió la pandemia y pospandemia de una forma diferente, y desde Central Park queremos trascender las dificultades de las circunstancias para facilitar el desarrollo y la visibilidad de todos los artistas y talleres involucrados", explica Gustavo Fernández, propietario del complejo.
Un grupo de mujeres se reúne en la entrada del taller de Eugenio Cuttica, el reconocido artista contemporáneo que ha expuesto durante más de 30 años en galerías, museos y centros culturales nacionales e internacionales. Al ingresar, sale al encuentro "el reverendo", de túnica larga y peluca canosa. Cuttica juega a ser un antiguo amigo al que encontró en Facebook, que viene a recibir a las personas interesadas en su arte. En la espalda, lleva un cartel: "consultas al whatsapp, 1165983336".
Entre risas se despoja de la peluca. "¿Cuál era la pregunta", que no me acuerdo?, desliza con complicidad. Luego cuenta a Télam que en su taller conviven obras que tienen 40 años de diferencia entre unas y otras; viajó desde Nueva York, donde reside, especialmente para esta apertura.
En su espacio, las obras yacen sobre las mesas, colgadas de las paredes y expuestas en bastidores bajo una luz tenue que resalta la belleza de cada una. En una esquina, un servicio ofrece champagne a los invitados e invitadas de la tarde.
"Prefiero pensar el momento de creación como un acto íntimo, no me gusta hacer una performance de yo trabajando. Necesito cierta intimidad porque hay una conexión con lo divino para la que se necesita una concentración especial. Pero acá me encontrarán, para charlar con las personas que vengan", cuenta Cuttica.
Desde artistas más tradicionales, como Marino Santa María y Juan José Cambre, hasta otros más contemporáneos o rupturistas como Cecilia Ivanchevich, Lux Lindner y Emilio Fatuzzo, el espacio ofrece variedad, colores y texturas que se coronan con una exposición de esculturas de Fernando Brizuela realizadas con material cannábico.
Al final de otro pasillo se encuentra el taller de Cecilia Ivanchevich, prolijamente ordenado. En un rincón sus pinceles y obras terminadas, los bastidores cubiertos por un plástico protector, listos para ser vendidos. Del otro lado y sobre enormes mesas, diferentes piezas de madera colores flúo en los que aún trabaja la artista, que se especializa en arte de geometría libre.
"La idea es mostrar la mano humana en acción, haciendo que sucedan cosas en el momento. Redibujar espacios y mostrar las batallas que los artistas libramos en el interior del taller, el proceso creativo que a veces es lúdico pero también complejo", explica Ivanchevich.
Un poco más allá, una obra creada con venecitas evoca un enfermero con una vacuna en la mano y nos trae una imagen de época que poco a poco se termina. Este espacio encarna el arte público para pensar al espectador en movimiento, dinámico, con las personas interactuando con los creadores.
El artista Marino Santa María celebra el reencuentro. Sonríe mientras señala su última obra de mosaiquismo, de 5 metros de largo, que se expondrá en el ingreso de una bodega de Mendoza cuando termine la muestra. "Para nosotros este espacio es un doble esquema. La obra debe tener una buena síntesis con el lugar que la aloja, y a su vez el lugar debe abrazar la obra", explica.
Esta edición de la muestra se pensó, organizó y ejecutó en tan solo dos meses, tras la propuesta de Gustavo Fernández y el acuerdo de los más de 30 artistas que componen "Los talleres Abiertos de Par en Park".
La cita es hoy, viernes 26 de noviembre, entre las 17 y las 21 horas en California 2000, con entrada libre y gratuita. El ingreso de los visitantes se concretará de acuerdo con el aforo recomendado por la pandemia.
Con información de Télam