Con novelas que dilapidan la cristalización de los géneros literarios, corren las fronteras de lo correcto, exploran los límites entre realidad y fantasía o el bien y el mal, el Premio Fundación Medifé Filba anunció los cinco libros que el jurado seleccionó sobre una lista de diez finalistas, donde conviven autoras y autores más conocidos, entre ellos, María Sonia Cristoff, Pablo Katchadjian y Diego Muzzio, con otros de menor circulación como Rodolfo Omar Serio y Natalia Rodríguez Simón.
Desde su lanzamiento en 2020, el galardón de Fundación Medifé Filba, que distingue una novela publicada el año anterior, no sólo llegó para ocupar un lugar de reconocimiento en la literatura contemporánea argentina con una distinción de prestigio y económica -en esta edición son 1.200.000 pesos para la obra ganadora- sino que también logró consolidar una cartografía posible de lecturas a partir de una diversidad de voces literarias, de temas y de editoriales, desde las más grandes hasta las independientes.
Algo de esta consolidación está en su modalidad de premiación en tres etapas, ya que primero reconoce una lista larga, luego una corta y finalmente selecciona una obra ganadora. Este año el jurado que integran María Moreno, Federico Falco y Betina González comenzó en julio dando a conocer diez obras finalistas elegidas sobre más de 200 postulaciones; ahora anunció la lista corta de cinco de esas novelas, y en noviembre deberá elegir una, que será la gran ganadora del certamen.
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Las cinco novelas finalistas de esta etapa son "Derroche" de María Sonia Cristoff; "Una oportunidad" de Pablo Katchadjian; "El ojo de Goliat", de Diego Muzzio; "Barro" de Natalia Rodríguez Simón y "Los brasileros" de Rodolfo Omar Serio. "Esta lista corta da cuenta de la diversidad de tipos de lenguaje, de estilo y formas de escrituras que existen en la literatura argentina contemporánea. Es un mapeo muy genuino y hay una novela para cada lector", define en diálogo con Télam Catalina Labarca, coordinadora del Premio Fundación Medifé Filba.
Conocido por sus operaciones vanguardistas en la literatura, como la intervención del "Martín Fierro" o de "El Aleph", Pablo Katchadjian (1977) es uno de los cinco autores que conforman esta lista corta por su novela "Una oportunidad", en la que muestra el embrujo de la lectura y la magia de entrar de la vida de los personajes, con una historia esotérica y delirante, donde el narrador suspende el relato para apelar al lector y hacerlo reflexionar sobre el oficio de escribir.
Como explicó Katchadjian (1977) a Télam cuando se publicó la novela editada por Blatt & Río, "la idea del libro sería que todo el mundo está embrujado y que todos hacemos cosas para poder lidiar con el embrujo. Escribir sería una opción, una de las que eligió el narrador del libro, que mientras va narrando va entendiendo cuál es su embrujo y de qué manera tiene que escribir para anularlo momentáneamente. El intento el suyo, y el mío también- es lograr una escritura que pueda liberarse del embrujo mientras ocurre, y esto para dos cosas: para no estar embrujado por un rato y para que la escritura no esté embrujada".
Otra escritora que aspira a ganar el Premio Fundación Medifé Filba es María Sonia Cristoff (1965). Su novela "Derroche" se incorpora a la lista corta del premio con la precuela de haber ganado otro reconocimiento importante hace pocos días, cuando fue reconocida con el Premio de Novela Sara Gallardo que otorga el Ministerio de Cultura. Como suele acostumbrar la autora, la potencia de esa obra está en el trabajo con el lenguaje y en convertir al trabajo en tópico literario, algo menos frecuente, o eso que ella llama "la gran pasión contemporánea", como definió el trabajo a Télam, y que la escritora recupera con la pulsión de ensayista que atraviesa sus textos de ficción.
En "Derroche" (Literatura Penguin Random House), Cristoff hace estallar el dispositivo de la novela combinando géneros, como el registro epistolar, las canciones anarquistas, el teatro o la autobiografía, a partir de tres voces: la lengua explosiva de Vita, una tía desopilante y justiciera que al morir deja cartas y un tesoro enterrado; Lucrecia, una sobrina enajenada por la disciplina laboral que vive una metamorfosis existencial; y Bardo, un chancho salvaje que no negocia su libertad.
Otro título de la lista corta que pondera el cruce de géneros, en este caso las cartas de vida, es "El ojo de Goliat", del docente, escritor y poeta Diego Muzzio (1959). Ambientada en la posguerra de la Primera Guerra Mundial, la novela presenta el vínculo entre un psiquiatra y su paciente, ambos afectados por las secuelas de la guerra, y aborda el mal y el bien para revelar cómo la cordura y la razón tienen límites que se resquebrajan y evidencian la inestabilidad de la percepción atravesada por las atrocidades del conflicto.
Como contaba Muzzio a Télam desde Francia, donde vive, a propósito de la salida de "El ojo de Goliat" (Entropía) hay en ese texto una búsqueda sobre los límites: "¿Qué es la normalidad o la cordura? ¿Eran normales los hombres que tuvieron que soportar esa guerra o imperceptiblemente fueron cayendo en un estado de enajenación que les permitió soportar esa vida? ¿En qué momento preciso esa delgada normalidad se quiebra y la persona pasa del otro lado del espejo, para recordar a Alicia? Dentro de esa disyuntiva, lo que quise trabajar fue el tema del doble, que es un tema central en la literatura fantástica", planteaba.
Con un recorrido de recomendaciones de boca en boca, otra novela que forma parte de esta segunda etapa del galardón es "Barro", de la escritora Natalia Rodríguez Simón (1984), una autora que ya fue distinguida con una mención especial del Premio Nacional de Novela Sara Gallardo en el año 2019 por "Era tan oscuro el monte" y que ahora vuelve a la escena de reconocimientos con una trama que presenta distintas perspectivas sobre una comunidad y su tensa relación con el pueblo cercano.
Ubicada en un paisaje incierto y en un tiempo incierto, "Barro" (Entropía) da cuenta de cómo se va transformando una comunidad a medida que se va vinculando con otros espacios y comunidades. En palabras de Catalina Labarca, la novela propone "esa dicotomía civilización y barbarie pero de una manera muchísimo más compleja y profundamente humana".
La quinta novela que integra esta selección le corresponde a Rodolfo Omar Serio (1985). "Los brasileros", publicada por la editorial Omnívora, es la segunda novela de Serio y trata una historia de amor, de rupturas y de excesos que juega y rompe con lo políticamente correcto. "Es la selva. Me estoy besando con la selva. Y chapa como los dioses. Tiene la lengua calentita, suave, carnosa. Le baila la lengua como una comparsa. La selva, la lengua y la comparsa bailan, una y trina, al ritmo de la Creación", comienza el libro.
En palabras de Labarca, la novela se mete "en la noche, lo esotérico, las fiestas y el mundo LGBT y corre justamente la frontera de lo políticamente correcto, esa reflexión que está tan de moda la va narrando de forma compleja y la va poniendo en juego".
Hasta ahora, el Premio Fundación Medifé Filba exhibió un criterio versátil para reflejar la producción literaria actual. En la primera entrega consagró como ganador a Juan Ignacio Pisano, un escritor debutante en el mercado editorial, por su novela "El último Falcon sobre la tierra"; en la siguiente edición la elección recayó sobre Federico Falco -miembro del jurado en esta oportunidad- por su obra "Los llanos", mientras que en la última entrega el ganador fue Juan Mattio por "Materiales para una pesadilla".
Con información de Télam